“El agua está relacionada con todos los aspectos de la vida y eso hace que trabajar en relación a ella sea apasionante”

En esta entrevista brindada a Movant Connection, Guido explica los desafíos que enfrenta el sector logístico en la actualidad y analiza, desde su experiencia, los retos que se presentan a nivel local y regional relacionados con el movimiento del agua.

La particularidad logística que tenés con el agua es que puede incluir bombas que te entran en la palma de una mano hasta bombas del tamaño de una habitación, pueden ser bombas para vender en un retail que van en un pallet y se guardan en una estantería, hasta grandes proyectos para tomar agua de un río para los que se utilizan bombas de 40 metros. Eso, en cuánto a la logística, hace que no puedas estandarizar los procesos y que tengas que estar buscando soluciones continuamente.

Por otro lado, el agua está relacionada con todos los aspectos de la vida y eso hace que trabajar en relación a ella sea apasionante. Porque no estás siempre vendiendo lo mismo, sino que todo el tiempo estás enfrentando desafíos distintos.

En todo proceso hay agua, en la vida cotidiana, en los productos que consumimos y también tiene gran relación con el cambio climático, donde hay regiones en las que no hay agua y lugares en los que desborda.

Los principales “puntos de dolor” son los transbordos y los constantes cambios de las líneas marítimas. Hoy no hay itinerarios fijos, son móviles, que van cambiando en base a la necesidad o lo que va surgiendo durante la ruta marítima. Antes vos sabías que el buque tocaba un puerto en tal fecha o que tu contenedor iba a tener un transbordo tal día y la marítima levantaba tu contenedor.

Hoy hay mucha incertidumbre, mucha falta de previsibilidad, porque quizás el tránsito es más económico o más rentable en otra ruta y las marítimas cambian sus buques a esas rutas dejando desabastecidas otras.

Además, actualmente se están dando situaciones disruptivas, como todo lo que viene pasando en relación a la logística desde la pandemia. Entre esas disrupciones se cuentan la del Canal de Suez, el Canal de Panamá, el Mar Rojo, el conflicto en Medio Oriente y la situación que hay en China.

Son todas situaciones que entendemos que van a seguir pasando pero que, con el tiempo, se van a estandarizar los procesos para operar en esos contextos y se va a poder tener mayor previsibilidad sobre la cadena logística.

A nivel local, el mayor desafío es el cambio de reglas constante, que no te permite establecer procesos más claros y tener mayor transparencia en tu trabajo diario. Eso obliga a tomar decisiones todo el tiempo en base a cambios que van surgiendo. Además, eso impide que uno se pueda enfocar en mejorar procesos u otro aspecto de tu trabajo.

Sin embargo, creo que el cambio continuo en las reglas de juego es algo general de Latinoamérica, no es únicamente de Argentina. En toda la región tenemos aduanas muy burocráticas, poca digitalización y poca transparencia. En ese contexto, cada movimiento de carga es un desafío.

En Argentina en particular hay mucha burocracia y hay mucha diferencia de procedimientos y de cultura en relación con empresas de Europa. Eso a veces puede representar un desafío también para la comunicación con las casas matrices.

En principio, en el nivel de ventas, el impacto se notó de manera negativa. Uno de los segmentos de la demanda de bombas de agua es la obra pública, que actualmente está frenada aunque tiene cierta inercia por los proyectos que ya estaban iniciados. Por su parte, el mercado domiciliario también está bastante parado.

Sin embargo, vemos con buenos ojos que se esté avanzando hacia un escenario con reglas claras que nos va a permitir establecer un sendero de crecimiento en el país.

Antes, una bomba de agua era un motor que impulsaba una turbina y tiraba agua. Hoy en día, una bomba de agua tiene una computadora detrás, que analiza la eficiencia, cuánta agua necesitás, cuánta agua demandás, cómo tiene que girar el motor para tu nivel de consumo, lo que te permite ahorrar energía y hacer un buen uso del agua.

Tal vez esto no está tan presente en Latinoamérica, pero sí en los países europeos, donde el uso del agua y el uso de la energía es muy crítico. En ese marco, constantemente se está incorporando tecnología a los equipos para hacerlos más eficientes.

En ese sentido, las empresas deberían entender que la sustentabilidad no se da solamente en el producto final, que sea más eficiente y sostenible, sino que es transversal a toda una compañía, es la incorporación de tecnología a los procesos para ser más eficientes.