Amaia Salamanca, la actriz de Velvet y Gran Hotel: “Me divierte mucho hacer de mala”

La protagonista de series entrañables de la tevé española vino para presentar su última película, Perdida. En suelo porteño, habla del parate mediático que se está tomando, confiesa que le gustaría trabajar con Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia, y revela qué tiene en común con Luisana Lopilato.

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Miles de argentinos se han fanatizado con diversas producciones españolas, y Amaia Salamanca está en varias de ellas (Foto Fabián Uset/GENTE)
Miles de argentinos se han fanatizado con diversas producciones españolas, y Amaia Salamanca está en varias de ellas (Foto Fabián Uset/GENTE)

Las románticas heroínas de la tele pocas veces son como se las ve: dulces, agradables, cálidas y sonrientes… Bueno, Amaia Salamanca (32), quien protagonizó hitazos como Gran Hotel, Velvet y Tiempos de guerra, es así. Pero a esa luz no hay "cámara y acción" que la genere.

Y menos a diez mil kilómetros de su casa de Madrid, donde la esperan su marido –el poderoso empresario Rosauro Varo Rodríguez (38)– y sus tres hijos pequeños: Olivia (4), Nacho (2) y Mateo (1). "Justamente, por ellos he decidido parar un poco", dice con ojos francos la rubia en el living del hotel Panamericano, donde se aloja.

–Es el primer año desde que comenzó tu carrera de actriz (2006) en el que no te vemos en una serie.

–Es que el año pasado trabajé mucho y abarqué demasiado: hice dos películas, una serie y también teatro… ¡Fue muchísimo! Y aunque como mujer está muy bien desarrollarme profesionalmente, es verdad que cuando estás tan inmersa estudiando guiones y demás, no te da tiempo para disfrutar de todo el resto. Tengo hijos muy pequeños, así que este paroncito es para estar con ellos, y para ver series, películas e ir al teatro. Todas cosas que antes me eran imposibles.

En la tarde del viernes 13 –después de sacarse selfies con varios peatones–, esta mujer nativa del municipio de Coslada –próximo a la capital española– deslizó su esbelto cuerpo por la avenida 9 de Julio y dijo: “Buenos Aires se parece mucho a Madrid”. (Foto Fabián Uset/GENTE)
En la tarde del viernes 13 –después de sacarse selfies con varios peatones–, esta mujer nativa del municipio de Coslada –próximo a la capital española– deslizó su esbelto cuerpo por la avenida 9 de Julio y dijo: “Buenos Aires se parece mucho a Madrid”. (Foto Fabián Uset/GENTE)

–¿También vas a ir al teatro en Buenos Aires?

–¡Por supuesto! Es muy reconocido, y a los españoles nos gusta mucho todo lo argentino. Iré a ver Perfectos desconocidos (que dirige Guillermo Francella) y una obra en el Colón. ¡Voy a disfrutar!

–¿Soñabas de chica con ser actriz?

–No. Nunca he sido una persona que se haya planteado su futuro: ni de pequeña, ni de adolescente, ni ahora. Todo ha ido surgiendo. De hecho, yo estaba más vinculada al deporte (fue campeona junior de España en 80 metros de vallas) y a la universidad (comenzó Derecho y Administración de Empresas), hasta que hice un casting y me empezó a picar el gusanillo. Ahora no imagino mi vida dedicándome a otra cosa. He sabido aprovechar el tren, trabajando duro y dando lo mejor de mí misma en cada proyecto.

–Hablemos del que te trajo aquí: ¿cómo fue la preparación para Perdida?

Fue dura, porque estaba muy cansada combinando la serie con la película, y se juntó un poco todo. Pero le vino bien a la caracterización que haya adelgazado tanto naturalmente, por el cúmulo de trabajo: el look demacrado pegó bien con la historia. Interpreto un rol muy distinto a lo que venía haciendo hasta el momento, relacionado con un tema turbio como el de la trata de blancas y la prostitución.

En 2009 vivió un breve romance con Sergio Ramos, capitán del Real Madrid. Luego, en 2010, conoció a Rosauro Varo, exitoso y acaudalado empresario con el que tiene tres hijos: Olivia, Nacho y Mateo. (Foto Fabián Uset/GENTE)
En 2009 vivió un breve romance con Sergio Ramos, capitán del Real Madrid. Luego, en 2010, conoció a Rosauro Varo, exitoso y acaudalado empresario con el que tiene tres hijos: Olivia, Nacho y Mateo. (Foto Fabián Uset/GENTE)

–En Grand Hotel y Tiempos de guerra jugaste personajes súper bondadosos. Este, y el de Velvet, van por otra línea. ¿Te divierte hacer de mala?
–Sí, ¡muchísimo! En Velvet me divertía más, porque el papel tenía mucha comedia, y una forma de ser y hablar más histriónica. En cambio, en Perdida no es cómico. Y me ha dado la oportunidad de venir a la Argentina y de volver al cine, que hace mucho tiempo no hacía.

–¿Cómo fue trabajar con Luisana Lopilato?

–Bárbaro… ¡Ha sido encantadora! Yo no la conocía, pero cuando la busqué vi que había actuado en Rebelde Way; yo trabajé en SMS, que era básicamente lo mismo. Eso me hizo gracia: que fuéramos de la misma generación y que hubiéramos hecho la misma serie simultáneamente. Y nada… Tanto ella como todo el equipo argentino han sido muy cariñosos.

En la Argentina hay un fanatismo muy bueno por las series españoles y eso se recibe con mucho cariño

–Ya trabajaste con varios compatriotas nuestros…

–Sí, con Nicolás Cabré –cuando vine la última vez a Buenos Aires fui a verle al teatro en Sugar– y con Guillermo Francella… Con él me gustaría compartir un poco más… Estamos en la misma película (¡Atraco!), pero sólo cruzamos una secuencia. Me parece un actor extraordinario.

–¿Con qué otro actor de acá te gustaría trabajar?

–Bueno, en España somos muy fans de Ricardo Darín, un pedazo de actor indiscutible, y también de Leonardo Sbaraglia. Sería un placer volver aquí por otra película.

–¿Qué es lo que te gusta de nuestro país?

–Bueno, en realidad Buenos Aires se parece mucho a Madrid. No me siento lejos de casa, porque la gente es muy cercana y amable.

–Pero tus hijos ahora están en España. ¿Los llamás todo el tiempo?

–Sí, claro… Me siento con un pequeño sentimiento de culpabilidad al estar lejos, pero también entiendo que viajar es parte de nuestro trabajo. Hay que organizar las cosas de la mejor manera posible, para encontrar un equilibrio.

En la entrega de los Premios Platino 2017, la española posó con Luisana Lopilato. Ambas, este 19 de abril, estrenan Perdida, el esperado thriller de Alejandro Montiel.
En la entrega de los Premios Platino 2017, la española posó con Luisana Lopilato. Ambas, este 19 de abril, estrenan Perdida, el esperado thriller de Alejandro Montiel.

–Sos una madre joven. ¿Es algo que tenías en mente desde chica?

–Tampoco tan joven… ¡Ya no! (ríe). No, siempre había dicho que quería tener tres hijos, sin ningún tipo de sustento. De repente surgió, demasiado pronto creo, porque quizá si lo hubiera organizado un poco mejor habría esperado un poco más. Pero han llegado como han llegado, y estoy muy feliz: los niños van a jugar entre ellos y se van a ir acompañando, porque tienen edades parecidas, algo que yo no viví, porque mi hermano es siete años mayor que yo.

–En la Argentina mucha gente no sabe de tu vida privada…

–Lo sé, y eso es lo que más me agrada: me conocen porque les han gustado mis proyectos profesionales. Siempre he intentado mantener mi vida personal al margen y no dar que hablar…

–…Salvo cuando saliste con Sergio Ramos, el capitán del Real Madrid.

–(Se ríe y esquiva la pregunta) Bueno, en realidad ahora estoy más tranquila, porque me establecí. Tengo una pareja desde hace muchos años y tres hijos, y eso hizo que la prensa del corazón no deba imaginar con quién estoy.

–Una pregunta para el público masculino: ¿te gusta el acento argentino?

–Sí, sí. Tanto en hombres como en mujeres; me parece muy bello. Aquí te quedas embelesado escuchando a la gente.

–A los argentinos les sucede lo mismo con tu voz…

–¿Sí? Mi acento yo lo veo como muy neutro, y además siento que hablo rápido. En cambio, los argentinos se toman su tiempo para hablar y suenan muy bonito.

Por Kari Araujo. Fotos: Fabián Uset, Bambú Producciones y archivo Atlántida.

Estilismo: Romina Giangreco para RFG Stylecoaching.
Asistente: Sharon Dana.
Pelo y make up: Emmanuel Godoy.
Agradecimientos: Hotel Panamericano, Punto Tiff, Guevara Ocampo, Zboutique, Soifer Buenos Aires y Justa Osadía.