Gabriel Pozuelo, psicólogo, sobre la ansiedad: “Nuestro cuerpo está diseñado para descargar la tensión que tenemos en movimiento, no en la cabeza”

Un paseo diario de 10 minutos ayuda a que el estrés no explote en forma de ansiedad

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La ansiedad está interrelacionado directamente
La ansiedad está interrelacionado directamente con el movimiento: la solución es caminar 10 minutos (TikTok @gabrielpozuelo / Montaje Infobae)

La ansiedad y el movimiento están interconectados biológicamente. Está demostrado científicamente por muchos estudios que el ejercicio físico (aunque sea moderado o básico) ayuda a reducir el estrés y a estar de mejor humor. Al vivir en un momento sedentario, sentado en frente de la pantalla durante horas, se dificulta la posibilidad de liberar la ansiedad y se concentra en el cuerpo, buscando alguna forma de salir.

La ansiedad se ha consolidado como uno de los grandes desafíos de la salud pública actual. Esta situación se ve agravada por la falta de una educación emocional temprana en las escuelas y por las barreras económicas que limitan el acceso a la terapia profesional. Ante este déficit de recursos, surge la necesidad urgente de encontrar herramientas accesibles y cotidianas que permitan a la población gestionar su bienestar mental de forma autónoma.

En esta línea, se encuentra Gabriel Pozuelo, psicólogo que realiza contenido en redes sociales donde enseña y da consejos psicológicos a su audiencia. En uno de sus últimos vídeos, da una forma de ver la ansiedad diferentes a las convencionales aportando la pregunta “¿Y si tú ansiedad no necesita terapia?“.

La actividad física ayuda a descargar la tensión que tenemos en la cabeza

De esa forma inicia el vídeo Gabriel: “Y si tu ansiedad no necesita terapia, sino tan solo movimiento”. Argumenta que hoy uno se pasa el día sentado y pensando en problemas, sudándolos en sillas y sofás. “Nuestro cuerpo está diseñado para descargar la tensión que tenemos en movimiento, no en la cabeza”. Así, añade que “cuando no te mueves, el estrés no puede salir y se te queda dentro”. Lo que implica que ese estrés explota en forma de ansiedad, insomnio o mal humor.

Para ello el psicólogo ofrece la siguiente solución: “Caminar 10 minutos”. Reflexiona que este ejercicio reduce la activación simpática (que es la respuesta fisiológica de lucha o huida ante el estrés) y mejora la claridad ante la gestión de las situaciones emocional. Concluye que “esto no es fitness, es higiene mental”.

De esta forma se puede combatir a la ansiedad, al estrés y a los problemas del día a día con ejercicio físico. Esta práctica actúa como un regulador natural que permite al organismo procesar las hormonas y transformando el agotamiento mental en una sensación de alivio y control.

La ansiedad se relaciona con el movimiento del cuerpo

La ansiedad genera una acumulación de energía biológica y química (cortisol y adrenalina) que el movimiento ayuda a procesar, completando así el ciclo de respuesta al estrés. El objetivo es proporcionar al cuerpo la seguridad que necesita. No obstante, esta herramienta es complementaria: si la ansiedad es persistente, la consulta con un especialista en salud mental es indispensable.

Regular el nervio vago contribuye a una mejor gestión emocional, disminución del estrés y reducción de síntomas como ansiedad o depresión, según datos recopilados por Cleveland Clinic.

Así, se determinó que existe una conexión biológica clave entre la ansiedad y el movimiento: el cuerpo está programado para reaccionar físicamente ante la preocupación. Al movernos, el cerebro interpreta que la amenaza está bajo control y el sistema nervioso recupera su equilibrio. Así, el ejercicio diario no es solo salud física, sino un mecanismo esencial para liberar la mente y evitar que el estrés se vuelva crónico.