Un experto del CSIC aclara si tomar zumo de limón nos ayuda a adelgazar

El investigador Miguel Herrero desmonta en su libro ‘Los bulos de la nutrición’ varios de los mitos sobre alimentación más extendidos

Guardar
Zumo de limón (AdobeStock)
Zumo de limón (AdobeStock)

Recién levantados por la mañana y en ayunas, son muchas las personas que hacen el sacrificio de beberse un vaso de zumo de limón con intención de adelgazar. Sin duda, es uno de los remedios caseros más populares, pues se cree que las propiedades y el sabor ácido de este cítrico pueden contribuir a la pérdida de peso. ¿Qué hay de cierto en ello? ¿Puede el jugo del limón ayudarnos a mantenernos en un peso saludable?

Miguel Herrero es Doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y actualmente trabaja como investigador en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) del CSIC, centro promotor de su último libro: Los bulos de la nutriciónEn esta publicación, Herrero plantea contestar algunas de las preguntas más comunes en torno a la alimentación y asimismo desmontar los mitos más extendidos, como es el caso del zumo de limón.

Herrero es tajante con el zumo de limón: “Beber zumo de limón en ayunas no favorece el adelgazamiento; no existe ninguna explicación científica que lo justifique”. Aunque este alimento es fuente de vitamina C y antioxidantes, sus propiedades no incluyen efectos específicos que favorezcan el adelgazamiento. La pérdida de peso se produce cuando existe un déficit calórico, es decir, cuando se consumen menos calorías de las que se gastan. Beber zumo de limón, incluso en ayunas, no altera significativamente el balance calórico del cuerpo ni afecta procesos metabólicos de manera que promuevan la quema de grasa.

Muchas personas atribuyen al zumo de limón un efecto adelgazante porque asocian su sabor ácido con “depuración” o “limpieza” del organismo. Sin embargo, estos términos no tienen sustento científico en el contexto de la pérdida de peso. El efecto placebo puede llevar a las personas a creer que están obteniendo resultados, pero cualquier cambio en el peso suele deberse a otros factores, como ajustes en la dieta general o el aumento de actividad física. En esta línea, Herrero aclara que “también se ha señalado el zumo de limón como posible herramienta para eliminar toxinas”, pero lo cierto es que “no hay ningún producto alimentario que vaya a favorecer estos efectos por sí mismo”.

Numerosos profesionales de la salud aseguran que promover ideas como esta pueden llegar a ser contraproducente. Muchas personas se centran en remedios rápidos y descuidan los pilares fundamentales de una pérdida de peso saludable: una dieta equilibrada, actividad física regular y un enfoque integral en el bienestar. Además, el consumo excesivo de zumo de limón puede tener una serie de efectos secundarios, como la erosión del esmalte dental debido a su acidez y molestias gástricas en aquellas personas que tengan estómagos sensibles.

Romina Pereiro rompe con algunos mitos que circulan en redes sociales sobre alimentos o productos que podrían ayudar a bajar de peso.

Los otros mitos del zumo de limón

Otro de los bulos que carga el zumo de limón, más allá de su irreal capacidad para ayudar a perder peso, es que es útil para mantener el pH del cuerpo. “De hecho, el cuerpo se regula a sí mismo y tiene un control del propio pH que es totalmente independiente de los alimentos que consumamos. Basta con recordar que el zumo de limón será ácido, pero para nada tan ácido como el propio estómago gracias a los jugos gástricos, por lo que no es posible deducir ningún tipo de efecto”, escribe el investigador.

Guardar