La secretaria de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación, Mercedes Marcó del Pont, el secretario de Industria, José de Mendiguren, y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca, todos funcionarios nacionales apenas por debajo del rango de ministros, coincidieron en un debate en la necesidad de establecer una legislación que asegure la provisión del litio para la “agregación de valor” local pues -afirmaron- el mercado no puede resolver “los desafíos que plantea la transición energética”.
Los tres funcionarios participaron de un “conversatorio” sobre “La transición energética y el desarrollo industrial” realizado en el auditorio porteño de la Federación Nacional de Docentes Universitarios, en el que marcaron la necesidad de una fuerte regulación y presencia estatal para la explotación del recurso, considerado por algunos un nuevo “oro blanco” capaz de apalancar el desarrollo argentino.
“El litio es un mineral estratégico que, en muy poco tiempo, va a estar sobredemandado. Nosotros necesitamos tomar una decisión política clara para promover el agregado de valor y la creación de puestos de trabajo porque si no corremos el riesgo de consolidar un modelo extractivista”, sostuvo Marcó del Pont, quien enfatizó que el objetivo “es reducir brechas territoriales a través de la localización de inversiones productivas en las provincias litíferas”.
“El litio es un mineral estratégico que, en muy poco tiempo, va a estar sobredemandado. Nosotros necesitamos tomar una decisión política clara para promover el agregado de valor y la creación de puestos de trabajo” (Marcó del Pont)
Cabe consignar que la Secretaría a cargo de Marcó del Pont, que depende directamente de la Presidencia de la Nación, tiene a su cargo la elaboración de un proyecto de “Ley del Litio” a ser remitido por el Ejecutivo al Congreso de la Nación. Según la ex titular de AFIP, “los desafíos que plantea la transición energética no los resuelve el mercado. Tenemos que generar reglas de juego que, entre otros aspectos, garanticen la disponibilidad de una cuota de litio para su industrialización en el país”.
Inquilinos
En el evento, organizado por la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) y la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (Idaes-Unsam), de Mendiguren llamó a “no ser inquilinos de nuestros propios recursos” y hubo amplia coincidencia sobre la conveniencia de generar “valor agregado” local.
Del evento participó también el investigador del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile y ex subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales chileno, José Miguel Ahumada, según quien “el litio puede constituirse en un catalizador de progreso técnico e industrial si existe una decisión política que esté coordinada con un plan general de desarrollo, nuestros países tienen poder de mercado para mejorar los términos de las negociaciones y resguardar espacios de política productiva como fue asegurar la existencia de una cuota para el mercado local”.
Por su parte, Mendiguren afirmó: “El mundo nos dio una oportunidad para no quedarnos atrás en esta agenda. Argentina es un activo público global, dispone de todos los recursos que la industria necesita y tenemos que aprovechar este momento para dar el salto definitivo al desarrollo”. En el evento, moderado por la subsecretaria de Estrategia para el Desarrollo, Verónica Robert, Mendiguren agregó: “La transición energética tiene que ir de la mano de la política industrial y ser palanca para el desarrollo; tenemos la decisión política de acompañar a este sector y a toda su cadena de valor para insertarnos en las nuevas tendencias productivas. No queremos ser inquilinos de nuestras materias primas, queremos participar en el desarrollo de tecnologías propias al más alto nivel”.
“No queremos ser inquilinos de nuestras materias primas, queremos participar en el desarrollo de tecnologías propias al más alto nivel” (De Mendiguren)
A su turno, Todesca, viceministra en la cancillería argentina, habló de la “transformación del mapa productivo global y la transición energética” y de la oportunidad que ofrece para el desarrollo”. La Argentina, advirtió, la “Argentina no va a recibir una lluvia de inversiones que generen empleo e innovación, lograrlo requiere poner en valor nuestro entorno de política industrial, científica y tecnológica”.
Valor agregado
Ahumada resaltó que la estrategia del gobierno de Chile en los últimos años, en la que el rol del Estado y la existencia de una cuota para el mercado interno “son herramientas que permiten avanzar en el agregado de valor local”
Marcó del Pont advirtió sobre el riesgo de la inacción. “Lo que está en riesgo si no actuamos es la desindustrialización y la pérdida de capacidades en sectores relevantes como es el sector automotriz. El camino hacia la electromovilidad ya está en marcha. Argentina necesita garantizar las políticas y las reglas de juego para vincular la posibilidad de tener, de disponer de la materia prima, de avanzar en la cadena de industrialización de recursos, pero también avanzar en lo que es la producción de autos eléctricos en nuestro país”, concluyó.
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