Fuerte emisión del Banco Central para comprar bonos en pesos y tratar de contener sus precios

En lo que va de junio, la autoridad monetaria se transformó en sostán del ministerio de Economía y compró $400.000 millones en títulos de corto plazo atados al CER

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Foto de archivo - Entrada principal al Banco Central de la República Argentina (BCRA), en Buenos Aires. Sep 16, 2020. REUTERS/Agustin Marcarian
Foto de archivo - Entrada principal al Banco Central de la República Argentina (BCRA), en Buenos Aires. Sep 16, 2020. REUTERS/Agustin Marcarian

El Banco Central es el único apoyo que tiene Martín Guzmán, el ministro de Economía. Pero su poder de fuego se agota en los pesos y bonos en pesos. En lo que va del mes compró $400.000 millones en bonos y letras cortas atadas al CER. El TX23 fue el centro de la intervención oficial con $50.000 millones y por eso quedó sin cambios. Pero los Boncer más largos como el 2024 y 202 bajaron hasta 4,02%.

Estos números muestran que los ahorristas e inversores siguen deshaciéndose de sus tenencias en bonos de la deuda en pesos y que los fondos de inversión de los bancos deben salir a venderlos al mercado para restituir el dinero a los clientes. El Banco Central compra esos bonos con los pesos que emite y que algún día recuperará. De hecho, con este manejo está excediendo la meta de emisión que le impuso el FMI.

Los presagios para la licitación de bonos de fin de mes, tras estas maniobras, son negativos. El Banco Central sigue hablando con los bancos para que reduzcan su tenencia de Leliqs y se pasen a títulos del Tesoro.

“Nosotros con las Leliq nos sentimos más seguros. Son bonos del Banco Central y aunque el monto es exageradamente alto, siempre podemos arreglar porque está dentro del sistema. En cambio, ahora tenemos una cartera elevada del Tesoro y aumentarla sería muy riesgoso para el patrimonio de las entidades”, señaló un banquero.

Por otra parte, los bonos con los que se operan los dólares financieros continuaron su derrumbe y están en el menor valor histórico desde que salieron del default. El AL30D bajó casi 2% y cuesta poco más de USD 21 por lámina de USD 100. El rendimiento, ante ese precio irrisorio, es de 41,26% y tiene una duration de 3,2 años. En otras palabras, si el bono no defaulteara, quien lo compre hoy recuperaría la inversión, con el cobro de cupones de capital e intereses, en poco más de 3 años, cuando al bono le restan 8 años de vida. Son proporciones que, al mundo inversor de los mercados sin inflación, le cuesta imaginar. El GD30, en tanto, cedió 2%. De esta manera, el dólar MEP con un elevado monto de negocios por casi USD 80 millones, subió $4,29 a $32,23. El contado con liquidación que operó USD 90 millones aumentó $2 a $237,32. La brecha (cable) entre ambos títulos quedó en 2,20 por ciento.

El “blue” se mantuvo en $224 con escasas operaciones. El problema estuvo en la plaza mayorista. El Banco Central aceleró el ritmo devaluatorio y el dólar aumentó 23 centavos a $124,10, pero a pesar de la presencia de los exportadores debió vender USD 170 millones para la importación de energía, en particular gasoil. De esta manera, las reservas bajaron USD 146 millones y quedaron en 38.083 millones.

Con tantos flancos abiertos, el riesgo país de la Argentina subió tanto como el más castigado de la región. En Colombia, en dos días el riesgo aumentó 18 unidades a 409 puntos básicos, lo que equivale a 4,2%. En Brasil quedó sin cambios y bajó en Ecuador y Chile.

Los bonos argentinos con ley extranjera que se derrumbaron hasta 2,50%, el riesgo país aumentó 40 unidades (+1,8%) a 2.285 puntos básicos y en dos días sumó 3,60%.

La Bolsa tuvo otro retroceso donde se destacó el derrumbe de YPF de 7,60% por la posibilidad de perder en el exterior un juicio por USD 14.400 millones. El directorio de la empresa admitió que si el fallo es adverso tendrán serias complicaciones. El precio actual de la empresa con la acción a USD 3,23, es de USD 1.270 millones.

Si se pierde el juicio, el costo de haber comprado la mayoría de las acciones, subiría a algo más de USD 20 mil millones. Nada para celebrar en el año que conmemora el centenario de la empresa. La situación de la petrolera estatal afectó al resto de las acciones. El S&P Merval perdió 2,90% en pesos y 3,7% en dólares.

Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda negativa. En ese mercado, YPF perdió 6,9% de su valor.

Para hoy se espera otra jornada tensa alrededor del dólar y de los bonos. No hay activos de refugio y esa corona se la disputan los dólares y los depósitos UVA que, por ahora, son amplios ganadores en el año.

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