En su primera aparición pública, el flamante ministro de Economía procuró llevar un mensaje claro sobre la necesidad de evitar los desequilibrios macro. Martin Guzmán dejó en claro que tanto el déficit fiscal como la emisión monetaria serán acotados en 2020.
“Nuestro objetivo es ir hacia el superávit fiscal primario, pero no podemos hacer más ajuste el año que viene”, aseguró en su primera conferencia de prensa. Y al mismo tiempo reconoció que no hay espacio para agrandar el agujero fiscal: “Como no tenemos crédito, tendríamos que recurrir a la emisión y eso sería desestabilizante”.
Para los mercados el nivel de ahorro fiscal que pueda conseguir el futuro gobierno es un dato fundamental. De eso depende la capacidad de pago de la deuda, una vez que culmine la renegociación.
Las primeras declaraciones del ministro reflejan que es plenamente consciente de las restricciones presupuestarias. Pero sobre todo la imposibilidad de volver a épocas de elevados rojos fiscales, ante la ausencia total de financiamiento. “El 2020 no es el año para una contracción fiscal, pero tampoco será el año de la expansión”, explicó Guzmán sin dar mayores detalles. Pero sugirió que el rojo se mantendrá en valores parecidos a los actuales, es decir cerca de 1% del PBI.
Para desterrar cualquier duda entre los inversores, Guzmán fue claro al advertir que la emisión monetaria sí genera inflación. Por eso, dijo, evitarán un excesivo déficit fiscal que sólo podría financiarse con mayor expansión de pesos
No hubo una sola mención, sin embargo, a efectuar un esfuerzo para seguir avanzando en la baja del gasto. Y adelanto que será revisada la fórmula de movilidad jubilatoria. “Es inaceptable lo que hizo Macri con las jubilaciones y la pérdida de poder adquisitivo que sufrió este sector”
En relación al canje de deuda, Guzmán pidió que las conjeturas no se basen en su ultimo trabajo académico presentado en Ginebra. Pero sí resaltó que se buscará avanzar de manera rápida. La sensación que queda flotando, no obstante, es que la propuesta será bastante menos amigable de lo que Alberto Fernández señaló en un primer momento.
En los próximos días se conocerán cuáles son concretamente las primeras medidas del flamante gobierno de Alberto Fernández. Pero más allá de posibles aumentos puntuales a jubilados o beneficiarios de planes sociales, las dudas pasan por el aumento de la presión impositiva. Las retenciones serán aumentadas a buena parte de las exportaciones y también aumentarían el impuesto a las Ganancias y Bienes Personales.
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