Fue amigo íntimo de Maradona, vivió desde adentro los tres Scudettos y se convirtió en el emblema impensado del Napoli

Tommaso Starace era algo más que el ayudante de cocina en la época de Diego y ahora es el que cuida que todos tengan su café a mano en el vestuario, una imagen que se transformó en símbolo del campeón del Calcio. Del día que Pelusa le regaló su auto a su rol en el Mundial 90

Compartir
Compartir articulo
Tomasso y su cafetera que no falta nunca después de los entrenamientos. A Maradona también le preparaba spaghetti
Tomasso y su cafetera que no falta nunca después de los entrenamientos. A Maradona también le preparaba spaghetti

El mexicano Hirving Lozano llevaba un puñado de horas en Nápoles. Ya había mirado con sorpresa a través de la ventanilla del auto que lo llevó del aeropuerto al hotel el enjambre de motos que se entrecruza con destreza caótica. Ya había firmado su contrato junto al presidente De Laurentiis e incluso ya había hecho escala en la pizzería San Carlo 17 para degustar el plato clásico, sacarse fotos con los hinchas y dejar su autógrafo en una camiseta. Conoció a todos sus compañeros y terminó su primera práctica en el club. Pero Lorenzo Insigne, emblema del equipo y napolitano de ley, le advierte: “Te falta una cosa para ser realmente parte de nosotros: probar el café de Tommy”.

El mismo hombre que inclina la Volturno y vierte el líquido en un vasito ínfimo de plástico fue el encargado de acompañar al capitán del Napoli al estadio San Paolo el 25 de noviembre de 2020, el día en el que el ídolo de la ciudad pasó a la eternidad. Con barbijos puestos, trasladaban un ramo de flores hacia el altar que empezó a crecer contras las vallas. Ese mismo día el estadio pasó a llamarse Diego Maradona y, allí, como un mandato mágico, ahora se vive la fiesta más grande de los últimos 33 años.

“¿Cómo vivimos la muerte de Diego?”, repite Tommaso como quien intenta ganar tiempo y buscar mejores palabras. “Mal, muy mal… Malísimo. Yo llegué a mi casa y me quedé ahí. No podía salir, no podía moverme, no podía pensar en nada. Fue como la muerte de un hermano. No, fue peor que la muerte de un hermano. Porque yo viví con Diego intensamente. Y eso no se olvida nunca, amigo mío”.

Veintinueve entrenadores pasaron en 33 años. Siete presidentes distintos comandaron al club. Cientos de jugadores desfilaron con mayor o menor suerte. Descendió dos veces a la Serie B. En 2004 decretaron su quiebra: una deuda de casi 80 millones de euros lo puso en jaque y le quitó lo más sagrado: su identidad. Tuvo que empezar de nuevo desde la Serie C1 con el nombre de Napoli Soccer.

De Maradona a Giovanni Simeone, pasando por el Pampa Sosa. Entre tantos cambios, hay una sola persona que vivió desde adentro los tres Scudettos: Tommaso Starace. Il magazziniere.

El cartel de ingreso al municipio de Vico Equense indica la dirección para continuar hacia Sorrento, el camino opuesto rumbo a Marine di Vico y debajo le cuelgan dos cuadros: uno con la formación del Napoli y otro con su ciudadano ilustre, Tommaso Starace, sirviendo un café.

Tomasso con el Cholito Simeone, festejan en el nuevo Napoli
Tomasso con el Cholito Simeone, festejan en el nuevo Napoli

Tommy entra a la cancha y la hinchada explota. El primer plano va hacia Osimhen, figura y goleador en la conquista del tercer Scudetto. El nigeriano arranca a bailar los pasos que popularizó Tommy; los mismos que hacía el belga Dries Mertens para dedicarle sus goles. Y el tipo de 68 años va y alza al presidente De Laurentiis en el medio de la cancha. Un periodista de la CBS relata que acaba de entrar a los festejos un histórico empleado del club, una de las personas más queridas por los jugadores. Suena Rafaela Carrá. Explota, explota mi corazón.

Es viernes y Tommy no logra conectarse al Zoom. Dejó todo preparado para el viaje que mañana tiene que hacer el plantel y acaba de llegar a su casa. Responde al 90% de los mensajes de Whatsapp con stickers de él mismo levantando el pulgar. Cuando finalmente aparece, suelta su sonrisa enorme, trata de enmarcar el bigote en la pantalla vertical del teléfono y habla por primera vez con un medio argentino.

-Yo amo a la Argentina. Estuve dos veces, la última fue en el casamiento de Diego con Claudia. Nos llevaron en un avión desde Roma, que hizo escala en Madrid, donde subió Valdano y algún otro jugador que no recuerdo… Fueron cinco días maravillosos y una fiesta, bueno, qué puedo decirte de la fiesta… Impresionante. Tengo que volver a ir, tengo que ir a visitar a mi amigo al cementerio.

Tommaso Starace pisó por primera vez el Napoli en 1977. Un amigo del pueblo le avisó que estaban buscando a un ayudante de cocina. Y así arrancó, secundando a Raphael Mariska, un chef que cocinaba en los barcos de la Flotta Lauro. “Yo me ocupaba de darles de comer a los chicos de las juveniles -cuenta Tommy-, a los que venían de otros pueblos y dormían en la Plaza Matteo. Y así fui conociendo a la gente del club, hasta que en 1985 pasé a ser el magazziniere”.

La traducción literal devuelve “almacenero”. Pero el trabajo en el almacén del club es el que acá hacen los utileros. Con 32 años, a ese vestuario que empezaba a cuidar Tommy llegaba Diego Armando Maradona.

- ¿Tomasso, facciamo la pasta?

El pedido solía llegar a la medianoche: spaghetti aglio e olio e peperoncino. “Uh, le encantaban esos espaguetis. Diego era un ser especial. No solo conmigo, con todos, con cada empleado del club y con cada compañero. Y para mí era un hermano. Hoy los chicos (por los jugadores) son como mis hijos, pero en esa época eran como mis hermanos”.

Tommaso Starace, como si fuera guardaespaldas de Diego. En el Mundial de Italia también trabajó para el argentino
Tommaso Starace, como si fuera guardaespaldas de Diego. En el Mundial de Italia también trabajó para el argentino

Tan cercana era la relación entre Diego y Tommy que el argentino le pidió que formara parte de la delegación de la Selección durante el Mundial 90. “Del 7 de mayo al 7 de julio estuvimos en Trigoria. Diego quería que yo me ocupara de cuidar sus botines y además sabíamos que iban a jugar en el San Paolo y cualquier problema que pudiera ocurrir era mejor tener gente que conociera el lugar”, repasa Tommy. Y prefiere no meter el dedo en la semifinal que Argentina le ganó a Italia en tierra napolitana.

Problemas hubo varios. Desde el día previo al debut, cuando Diego pisó el césped del estadio Giuseppe Meazza. Con la camiseta argentina puesta, rodeado de las modelos que al día siguiente participarían de la fiesta inaugural, notó el césped demasiado blando. Enseguida lo habló con Starace para que lo tuviera en cuenta. Se sacó una foto con Gianna Nannini y Edoardo Bennato, las voces de la mágica “Un estáte italiana” y siguió camino. Un ratito más tarde recibiría al presidente Carlos Menem quien le entregó un pasaporte como “embajador deportivo itinerante”.

“De ese Mundial me acuerdo dos anécdotas”, anuncia Tommy. “La primera es que, en el San Paolo, en esos tiempos, el agua caliente duraba muy poco. Y Diego siempre era el último en bañarse. Entonces, ¿qué hicimos? Yo sabía que en el fondo había un horno, porque era el que usaba para cocinar. Iba con una olla grande-grande llena de agua, la calentaba y, cuando Diego ya estaba listo, se hacía un baño. Se bañaba como los niños antiguos… Y él se divertía con eso”.

El otro recuerdo incluye al icónico tobillo izquierdo en la previa de los octavos de final contra Brasil. “No podía pisar, no podía bajarse de la camilla”, recuerda Tommy.

La única posibilidad de solución tenía nombre y apellido: Salvatore Carmando, masajista histórico del Napoli, al que Diego había llevado a México 86. Pero un detalle complicaba la conexión: Carmando, por el Mundial, estaba trabajando para la selección italiana.

“Había que ir a verlo a Carmando, que estaba concentrado con Italia en Marino. Así que fui yo, no le dije a nada al Doctor Madero. Nos encontramos en la casa de Ginulfi, un ex arquero del Napoli… Me dio una pomada que usaba con Diego y bueno, nos sirvió”

-Milagro, Tomasso. Es un milagro-, gritaba el Doctor Madero y ahora lo replica Tommy con la nariz contra la pantalla del teléfono, a las carcajadas. El tobillo se deshinchó un poco, Maradona pudo entrenarse el día previo al partido y aquel plato histórico suma un nuevo condimento.

Tommy festeja el tercer scudetto con un compañero del cuerpo técnico. El único en la institución que vivió desde adentro el triplete
Tommy festeja el tercer scudetto con un compañero del cuerpo técnico. El único en la institución que vivió desde adentro el triplete

Nápoles, al igual que el club, también tuvo que reacomodarse en los últimos años. Antes de la pandemia que afectó a esa región como a pocas en el mundo, sufrió una nueva crisis de la basura (Crisi dei rifiuti). Varias semanas sin servicio de recolección desparramaron 110 mil toneladas de desperdicios por las calles napolitanas. La negligencia gubernamental escondía el problema mayor: el control por parte de la Camorra.

La mafia había ganado en 10 años 132 mil millones de euros con el manejo de la basura. Según informó la organización ecologista Legambiente, mientras que una empresa legal de tratamiento de residuos cobra entre 20 y 60 céntimos de euro por la eliminación de un kilo de desechos industriales, la Camorra sólo pide 10 céntimos.

El pueblo salió a la calle. Hubo quemas de basura en distintos puntos de la ciudad y los chicos no podían ir al colegio. Cientos de animales murieron por consumir altos niveles de dioxina. La Organización Mundial de la Salud sentenció que en la Campania las posibilidades de morir por cáncer son hasta 12 veces superiores al resto de Italia debido a las sustancias tóxicas impregnadas en el aire y en la tierra. Otra vez el estigma caía en el mismo lugar.

“Senti che puzza, scappano anche i cani (Lo hueles, hasta los perros se escapan) / stanno arrivando i napoletani (están llegando los napolitanos) / oh colerosi, terremotati (oh colerosos, víctimas del terremoto) / voi col sapone non vi siete mai lavati (nunca te has lavado con jabón) / Napoli merda, Napoli colera (Napoli mierda, Napoli cólera) / sei la vergogna dell’Italia intera (son la vergüenza de toda Italia)”, cantaban en la época de Diego las hinchadas del norte que recibían al Napoli.

Treinta y tres años más tarde la celebración del tercer Scudetto sigue acompañada de mensajes que marcan distancia. En el partido ante Fiorentina, el primero de local tras romper el maleficio, la Curva B exhibió en el centro de la tribuna un Scudetto dado vuelta y enmarcado por dos banderas. La de arriba decía “Trofeo de Guerra”; la de abajo, “Campeones en Italia”.

En Italia y no de Italia.

Sienten que se robaron algo que no está destinado para ellos. Alcanza con ver el mapa de los ganadores de Scudettos: los 3 del Napoli más el único que ganó Cagliari (pertenece a Sicilia) son los únicos del Sur. La gloria atiende arriba, en el norte, donde se reparten 114 títulos, 73 entre Juventus (36), Inter (19) y Milan (18).

“Ay, si el gran Diego estuviera acá”, resopla Starace.

La última vez que se vieron fue en 2017. Diego volvió a Nápoles para protagonizar un homenaje por el 30° aniversario del primer Scudetto. Fue el actor principal en el lujoso Teatro di San Carlo ante 1.300 personas. Los hinchas querían que estuviera en el estadio, en una fiesta popular, pero el negocio pudo más.

“Será embajador de Nápoles en el mundo: podrá hacer de Napoli aún más grande de lo que es”, trató de argumentar el presidente De Laurentiis. Diego, en cambio, gambeteó a su manera. “Algunos se quejaron porque las entradas valían 300 euros, pero ¿saben por qué lo hicimos? Porque nos dijeron que Pelé estaba haciendo uno por 200 euros y él siempre tiene que quedar segundo”.

Fue la última vez de Diego en Nápoles. Tommy le regaló un camperón del club, se dieron un abrazo y recordaron los spaghettis aglio e olio e peperoncino. El alcalde local Luigi Di Magistris distinguió a Maradona como “ciudadano honorario” en la Plaza del Plebiscito. Por la noche, tras una larga cena en el restaurante Villa D’Angelo, Diego regresó al Hotel Vesubio y cientos de fanáticos lo esperaban en la puerta. Maradona se subió al techo del auto en el que lo trasladaron y arengó a su gente. Un rato más tarde, ya desde el balcón de su habitación y al ver que nadie se iba, empezó a lanzar almohadas con su autógrafo.

- ¿Y si Diego estuviera ahí qué, Tommy?

-El gran Diego estaría celebrando con nosotros. Diego es único. Lo que ha hecho por mí… Una vez me acuerdo que me robaron el auto y Diego, sin decirme nada, vino y me regaló el suyo. Sabía que yo hacía un viaje largo de mi casa al club y que necesitaba un auto… Pero no solo conmigo, Diego era así con todos. Diego es un gran hombre de solidaridad, de amistad. La verdadera amistad, no la de decir que soy tu amigo y eso es todo. Solo quien ha conocido a Diego puede decir, qué era Diego, quién era Diego. ¿Sabes? Para mí fue un hermano. No un hermano, superior a un hermano. Él era una persona llena de vida. No es cierto lo que después dijeron los demás. Él era una persona de vida… Él era Diego. No se puede explicar… No hay palabras o adjetivos que puedan expresar lo que era su persona. Su persona era inmensa. Y basta. No puedo hablar, no puedo.

Entre las remeras que se hicieron por la celebración del título hay una especial dedicada a Tomasso. Es la que exhibe en su foto de perfil de Whatsapp. En el centro de la camiseta no hay un sponsor, está Tommy con la cafetera Volturno y bailando.

Ciro Ferrara, histórico defensor del club, está en vivo para la cadena DAZN en la previa de los cuartos de final de la Champions League desde el campo de juego del Diego Maradona y frena su comentario cuando lo ve llegar a Tomasso.

- ¿Sabes quién es él? -, le dice mientras recibe el café a Diletta Leotta, la presentadora y modelo italiana que lo acompaña. “El histórico Tomasso Starace, el número uno”.

Tiene más de 55 mil seguidores en Twitter y 147 mil en Instagram. El scrolleo de sus cuentas es un álbum precioso que incluye entre cientos de fotos a Carlo Ancelotti sonriendo, al Pipita Higuaín brindando con un café, a Tommy con la máscara de Osimhen, pasando por varios videos de bailes en el vestuario, el casamiento de su hija, una tortilla en primer plano y escenas en blanco y negro con Diego.

Tommy no olvida la generosidad de Maradona: "Una vez me robaron el auto y Diego, sin decirme nada, vino y me regaló el suyo"
Tommy no olvida la generosidad de Maradona: "Una vez me robaron el auto y Diego, sin decirme nada, vino y me regaló el suyo"

Mañana a las 6 de la mañana manejará los 89 kilómetros desde Vico Equense hasta el centro de entrenamiento en Castel Volturno para llegar antes que todos al vestuario. Al momento que arribe el primer jugador la ropa estará doblada en los vestidores, los botines listos y habrá tres cafeteras sobre la mesa acompañadas por decenas de vasitos apilados. “La mitad de la vida del Napoli es mi vida”, resume Tommy.

Cuando salió su film “Fue la mano de Dios” le preguntaron al director de cine y guionista Paolo Sorrentino si tuvo que exagerar mucho la representación de los personajes. “En general -respondió-, los habitantes de Nápoles son personas que, durante su vida, nueve de cada diez de ellos, están actuando”.

La historia de Tommaso Starace quizás ofrezca, en un futuro, una versión cinematográfica. Mientras tanto, la única persona que vivió desde adentro los tres Scudettos del Napoli, sigue actuando.

Seguir leyendo:

Últimas Noticias

Balearon a un adolescente de 14 años en la puerta de su casa en Mar del Plata

La víctima presenta heridas de arma de fuego en una pierna y un brazo. Se encuentra internado en el Hospital Materno Infantil de la ciudad balnearia
Balearon a un adolescente de 14 años en la puerta de su casa en Mar del Plata

Operativo “Heavy Metal”: Gendarmería desbarató un traslado ilegal de 28 toneladas de cobre como chatarra

Ocurrió en el control apostado sobre el kilómetro Nº 536 de la Ruta Nacional Nº 14 en la provincia de Corrientes
Operativo “Heavy Metal”: Gendarmería desbarató un traslado ilegal de 28 toneladas de cobre como chatarra

Los primeros 100 días de gobierno de Javier Milei en 100 fotos

Una selección sobre los principales acontecimientos que ocurrieron en el inicio de la era libertaria en el poder. De la jura del 10 de diciembre a las protestas piqueteras del lunes
Los primeros 100 días de gobierno de Javier Milei en 100 fotos

Los 100 días de Milei y el final de una luna de miel amarga: entre un ajuste doloroso y la esperanza de una salida

Hoy concluyó el período que todos los gobiernos tienen para poner en marcha la gestión. El líder libertario ejecutó un ajuste ortodoxo que no tiene antecedentes históricos y que cree traerá una rápida recuperación. La política ya lo frenó dos veces. ¿Hasta cuándo aguanta la clase media?
Los 100 días de Milei y el final de una luna de miel amarga: entre un ajuste doloroso y la esperanza de una salida

El Gobierno denunció a Emilio Pérsico por otorgar subsidios a sus cooperativas por más de 473 millones de pesos

El ex secretario de la Economía Social otorgó este beneficio a las organizaciones La Patriada y la Federación de Cooperativas Evita LTDA. “Era ‘juez y parte’”, afirma la presentación judicial realizada por el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello
El Gobierno denunció a Emilio Pérsico por otorgar subsidios a sus cooperativas por más de 473 millones de pesos