
No es nuevo, pero ahora tiene nombre y millones de lectoras. El dark romance —romance oscuro— es un subgénero literario que se desprende del romance. Este tiene la peculiaridad de que explora las facetas más turbias y complejas del amor: deseo, obsesión, poder y violencia se entrelazan en historias donde el “felices para siempre” no es la meta, sino una amenaza.
Su ADN proviene de la literatura gótica del siglo XIX, con obras como Cumbres Borrascosas, de Emily Brontë, o Rebeca, de Daphne du Maurier, en las que el amor se combinaba con el sufrimiento psicológico. En el siglo XXI, títulos como Cincuenta sombras de Grey o Crepúsculo impulsaron el género hacia el terreno comercial, incorporando erotismo, control y redención.
Hoy, este estilo narrativo resurge de forma radicalizada en las redes sociales, especialmente en TikTok y Wattpad, donde atrae a una audiencia joven que busca emociones extremas y romances con tintes peligrosos. Este subgénero, que presenta historias de amor envueltas en temáticas tabúes o sombrías, conquistó a miles de lectoras jóvenes y se convirtió en un fenómeno editorial tanto en España como en Latinoamérica.
Marina Mena, editora del sello Sombras - especializado en libros de este estilo - de Ediciones Urano, analizó en exclusiva para Infobae el crecimiento, las características y las controversias que rodean al dark romance, así como el papel que desempeñan las redes sociales y la comunidad lectora en su consolidación.

¿De qué se tratan este tipo de libros?
El dark romance, según explica Marina Mena, se distingue por abordar temas de contenido adulto que suelen considerarse tabúes o moralmente complejos.
Las historias pueden situar los conflictos en el entorno de los personajes —enfrentándolos a situaciones difíciles o peligrosas— o en el seno mismo de la relación, donde se exploran cuestiones como el acoso, la posesividad o dilemas emocionales intensos. “La presencia de este tipo de temáticas, de una historia de amor y un final feliz son, para mí, los requisitos del género”, afirma la editora de Sombras.
Este subgénero no se limita a la mera provocación: la estructura narrativa exige que, pese a la oscuridad de los temas tratados, la historia culmine en un desenlace feliz para la pareja protagonista.
Así, el dark romance se convierte en un espacio de exploración literaria donde los límites de lo convencional se ponen a prueba, pero siempre bajo la premisa de la redención o el triunfo del amor.
Diferencias entre dark romance y erotismo
Aunque el dark romance suele asociarse a un alto grado de erotismo, Mena aclara: “No es indispensable que una novela tenga una gran carga erótica para que sea considerado dark romance; simplemente, debe abordar estas temáticas oscuras”, señala la editora.
La distinción fundamental radica en el enfoque: mientras el erotismo se centra en la exploración sexual, el dark romance prioriza la narrativa de relaciones complejas y situaciones límite, donde el componente sexual puede estar presente, pero no es el único motor de la trama.
Para facilitar la elección de las lectoras, por ejemplo, el sello Sombras incluye en las solapas de sus libros escalas del 1 al 5 que indican tanto el nivel de oscuridad como el grado de explicitud sexual de cada novela. Esta herramienta permite a cada persona decidir hasta dónde quiere adentrarse en las distintas facetas del género.

Temáticas dentro del subgénero
Dentro del dark romance, algunas temáticas alcanzaron un éxito particular. El romance de mafia se consolidó como una de las estrellas del género, con autoras como JT Geissinger, Rina Kent, Michelle Heard, Neva Altaj y Cora Rilley entre las más populares. Estas historias combinan el atractivo de lo prohibido con la intensidad emocional y la promesa de un final feliz.
El auge del género favoreció también la aparición de historias que se entrelazan con otros subgéneros en tendencia, como la fantasía o el dark academia. Esta diversidad temática amplía el espectro de lectoras y permite que las tramas se adapten a distintos gustos y sensibilidades.
Evolución y auge del género en el mercado hispanohablante
Esta tendencia literaria experimentó un crecimiento notable en los últimos años, especialmente en España. La tendencia hacia lo oscuro desplazó a otros subgéneros románticos, atrayendo a un público cada vez más amplio. “Desde hace unos tres o cuatro años, venden miles y miles de ejemplares”, destaca Mena sobre el éxito de las autoras de dark romance - como Ana Huang, H.D. Carlton, Penélope Douglas y Rina Kent - en el mercado español.
La expansión hacia Latinoamérica está llegando poco a poco, ya que varias editoriales locales están apostando por el género buscando acercar estas historias a lectoras de todo el mundo hispanohablante.
Y los hispanohablantes lectores de este tipo de libros se dividen, según Mena, en dos grandes grupos. Por un lado, están las lectoras generalistas, que suelen consumir fantasía y romance y se acercan al dark romance a través de títulos especialmente populares. Por otro, se encuentran las aficionadas fieles al género, que leen principalmente el subgénero y siguen de cerca a sus autoras favoritas.

Límites éticos y advertencias de contenido
Sobre el debate de los límites éticos en el dark romance, Mena subraya la importancia de que este tipo de literatura esté dirigida exclusivamente a un público adulto y que incluya advertencias claras sobre el contenido. “Cada persona tiene sus líneas rojas y son muy personales”, explica. Para saber esto, algunas editoriales, como es en el caso de Ediciones Urano, eligen poner en los libros del sello una página de advertencias y el distintivo +18 en sus cubiertas.
Asimismo, la editora destaca la función de las escalas de oscuridad y erotismo como mecanismos de transparencia. “No ocultar al lector lo que va a encontrar en la novela es indispensable”, sostiene. Esta política editorial busca proteger a las lectoras y garantizar que el consumo de estas historias sea una elección informada.
En cuanto a las líneas que no deben cruzarse, Mena es tajante: “Una línea roja clarísima para mí son las historias en las que existe grooming, o en las que se romantiza la sexualización de la infancia”.
Además, relató un caso reciente en el que la comunidad lectora logró la retirada de un libro escrito por una autora australiana y su arresto, ya que en ese país este tipo de contenido constituye un delito, incluso en el ámbito de la ficción.
Papel de las plataformas digitales y redes sociales
Las plataformas digitales y las redes sociales desempeñaron un papel fundamental en el auge del dark romance. Mena destaca que la autopublicación fue la vía principal para muchas autoras del género, permitiéndoles llegar a un público amplio sin depender de los canales editoriales tradicionales.
El reciente éxito de redes como TikTok amplió la visibilidad de este tipo de literatura, facilitando que autoras autopublicadas den el salto a la publicación tradicional.
En el caso de Sombras, autoras como KM Moronova y Leigh Rivers transitaron este camino, logrando que sus libros se publiquen en español, incluso antes de su lanzamiento en Estados Unidos.

Prejuicios y controversias
El dark romance no está exento de controversias y prejuicios sociales. Mena identifica dos grandes tipos de críticas: por un lado, quienes consideran que el género no puede ofrecer historias atractivas para un público amplio; por otro, quienes acusan al subgénero de romantizar situaciones inaceptables.
“Hay muchísimos prejuicios sobre el dark romance. Creo que, como otras formas de literatura escrita casi exclusivamente por mujeres, se enfrenta de alguna manera a los mismos prejuicios que la fantasía, por ejemplo, o el romance”, sostiene la editora.
Mena defiende la diversidad del género y la capacidad crítica de las lectoras para distinguir entre ficción y realidad. “No veo que haya nadie que opine que se deba dejar de escribir thriller, por ejemplo, porque da visibilidad a los asesinos en serie. ¿Por qué, sin embargo, si hay quien defiende que las mujeres no deberían escribir ni leer dark romance? ¿Creen que solo existe una manera aceptable en la que las mujeres escriban sobre sexo y amor? ¿Creen que las lectoras no tienen capacidad crítica como para distinguir ficción de realidad?”, cuestiona.
Además, el dark romance, en palabras de Marina Mena, es un género “tan diverso como cualquier otro, capaz de ofrecer historias para todos los gustos y sensibilidades”. Desde romances de mafia apasionados hasta relatos de poliamor, venganza o exploraciones de la rabia femenina, el género se reinventa y amplía sus horizontes.
“El género es diverso y creo que, como cualquier otro, puede ofrecer historias que gusten a todo tipo de públicos”, concluye la editora.
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