
Beatriz Sarlo falleció esta madrugada. Tenía 82 años. Ensayista, docente, periodista e intelectual, conocida por su aguda capacidad de análisis social y político, premiada y respetada tanto en la academia como en los medios, había estado internada durante tres semanas en el Sanatorio Otamendi de Buenos Aires tras sufrir un ACV.
Estudió literatura en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde comenzó su carrera enfocada en el análisis cultural y la crítica literaria. En 1978, cofundó la revista Punto de Vista, una publicación que se convirtió en un pilar de la resistencia intelectual durante la dictadura . Este espacio fue fundamental para la reflexión en tiempos de censura y represión.
En una de sus últimas entrevistas, concedida a Infobae en marzo de este año, Sarlo compartió su perspectiva sobre los primeros meses del gobierno de Javier Milei, describiendo al presidente como un “político de naturaleza extremista”. Sus comentarios reflejaron su constante compromiso con el análisis crítico de la realidad política del país.
La partida de Beatriz Sarlo deja un vacío en el mundo intelectual argentino, pero su obra y pensamiento seguirán inspirando a futuras generaciones de escritores y periodistas. A continuación, un breve punteo sobre algunos de sus libros más interesantes, que dan cuenta de su mirada, siempre aguda y original, de la Argentina que habitamos.
El imperio de los sentimientos

En las primeras décadas del siglo XX, Argentina vivió un auge de la literatura sentimental, un fenómeno que se consolidó con la expansión de la oferta cultural y la creciente cantidad de lectores. Esta literatura, que se vendía en quioscos o a domicilio, fue despectivamente denominada “literatura de barrio, de pizzería y de milonguitas”. A pesar de narrar amores contrariados, estos textos prometían la felicidad a través del matrimonio y la familia, sugiriendo que no era necesario cambiar el mundo para alcanzarla.
Beatriz Sarlo, en su obra El imperio de los sentimientos, ofrece una mirada profunda a este tipo de literatura de consumo medio y popular. Sarlo reconstruye el mundo de los lectores, autores y editores de estos textos, analizando las estrategias de escritura que empleaban. Según su análisis, estos relatos se caracterizaban por tramas narrativas sin digresiones ni ambigüedades, con personajes que no superaban el estereotipo, como la figura de la “bella pobre”, y una sociedad presentada sin contradicciones.
La literatura sentimental de la época se centraba en el amor romántico, con pasiones, deseos y aventuras que alimentaban la ensoñación de los lectores, ofreciendo una lectura ágil y lineal. Sarlo también examina los códigos del cuerpo y la mirada, la representación del erotismo y la moral, y las figuras semánticas del modelo de felicidad que estos textos proponían.
Borges, un escritor en las orillas

En 1993 publica Borges, un escritor en las orillas, donde analiza el fenómeno de universalización del autor de El Aleph, a través de una mirada original sobre su obra, sin reverencias, y cómo el autor que accede al canon occidental desde un país periférico. Dosificando la admiración y la distancia, Sarlo construye una mirada ampliada capaz de advertir el conflicto permanente de la apuesta cosmopolita y “el destino sudamericano”.
Una modernidad periférica

En 1988, Beatriz Sarlo publicó Una modernidad periférica, un libro que, según un prólogo de Judith Podlubne, marcó un antes y un después en el estudio de la cultura argentina. Este trabajo se destaca por su análisis exhaustivo y audaz de las transformaciones culturales y urbanas de principios del siglo XX en Buenos Aires. Sarlo explora cómo estas transformaciones impactaron a intelectuales, artistas y escritores, quienes respondieron a los cambios con nuevas formas de expresión y pensamiento.
El libro se centra en los años de la vanguardia, un período en el que revistas como Martín Fierro y Proa se convirtieron en núcleos de renovación estética. En estas publicaciones participaron figuras como Jorge Luis Borges, Ricardo Güiraldes, Oliverio Girondo, Xul Solar y Norah Lange, quienes promovieron la ruptura con los valores literarios del modernismo y exploraron el criollismo como una forma de nostalgia por la Buenos Aires que estaba desapareciendo.
Durante este tiempo, también surgió un nuevo periodismo con medios como Crítica y El Mundo, que se convirtieron en plataformas para escritores emergentes como Roberto Arlt, Raúl González Tuñón y Alfonsina Storni. Estos autores comenzaron a abrirse camino en el campo intelectual, aportando nuevas perspectivas y estilos literarios.
Sarlo, en su obra, presta atención a una variedad de materiales, desde narraciones y poemas hasta entrevistas, manifiestos y notas periodísticas. A través de este enfoque, logra capturar el movimiento de la época, describiendo a Buenos Aires como una cultura de mezcla y tensión, donde convivían hijos de familias patricias e inmigrantes, lectores de literaturas extranjeras en su idioma original y aquellos que solo accedían a traducciones.
La audacia y el cálculo

Néstor Kirchner, quien asumió la presidencia en 2003, fue conocido por su habilidad para construir poder político. Sarlo puso la lupa en esa construcción. Así surgió La audacia y el cálculo, donde asegura que su liderazgo inspiró misticismo entre los sectores progresistas, quienes veían en él una figura capaz de llevar a cabo reformas significativas.
El análisis también destaca que, a pesar de su enfoque calculador, Kirchner no temía enfrentarse a batallas políticas. Su gobierno estuvo marcado por episodios de corrupción, el uso de mano dura y la cooptación de líderes políticos y sociales. Además, su administración fue criticada por la manipulación de estadísticas económicas, como la inflación, que se ocultaba por razones políticas, lo que implicaba ignorar la pobreza generada por estas políticas.
La intimidad pública

En el libro La intimidad pública, examina cómo la cultura mediática contemporánea ha transformado la privacidad en un espectáculo público, centrándose en dos fenómenos principales: el escándalo y la maternidad. Según el texto, estos elementos se han convertido en géneros que reflejan la exposición de la intimidad en el ámbito público, un rasgo distintivo de la cultura mediática actual.
Sarlo observa que los medios de comunicación, tanto en sus versiones impresas como digitales, dedican un espacio considerable a las noticias sobre celebridades, que se generan en programas televisivos de gran audiencia y se amplifican a través de las redes sociales. Este fenómeno crea un ciclo continuo de retroalimentación que describe como una “democracia de los sentimientos”, donde las emociones se comparten y consumen masivamente.
El análisis de Sarlo destaca que no son las celebridades de larga trayectoria, como Mirtha Legrand, quienes protagonizan estos episodios, sino figuras de fama más efímera. En este contexto, el escándalo se presenta como una exageración y acumulación de invectivas, mientras que la maternidad se celebra como un momento de plenitud y sensualidad. Ambos se convierten en narrativas que capturan la atención del público y moldean la percepción de la intimidad.
El libro también explora cómo estas representaciones influyen en la sociedad, sugiriendo que la exposición mediática de la vida privada ha alterado las estrategias formales de comunicación, convirtiendo las experiencias personales en epopeyas del yo. Sarlo argumenta que esta tendencia refleja un cambio en la manera en que la sociedad consume y valora la intimidad, transformándola en un espectáculo accesible para todos.
Escritos sobre literatura argentina

Bajo la mirada de Beatriz Sarlo, la literatura argentina se convierte en un diálogo constante con el contexto social y cultural de cada época. Sus escritos no solo analizan obras literarias, sino que también exploran las condiciones de escritura, las posturas estéticas e ideológicas de los autores y las expectativas de los lectores. Este enfoque permite que un poema, una novela o un ensayo mantengan su esencia mientras se conectan con el entorno que los rodea.
Capaz de repensar el canon nacional y de llevar a la crítica literaria más allá de su tradición, es decir no limitarla a descifrar las claves de una obra, Sarlo considera los discursos sociales y los consumos culturales que influyen en la creación y recepción de las obras. De esta forma, cuando habla de literatura también está hablando de política. Este libro reúne análisis de autores como Saer, Piglia, Sarmiento, Borges y Lugones, entre tantos, tantos otros.
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