Así es como el Cártel del Golfo desapareció cámaras de seguridad en Reynosa para apoderarse de la ciudad

La facción del Cártel del Golfo que opera en Reynosa, ciudad fronteriza entre México y Estados Unidos, realizó una serie de acciones coordinadas con el objetivo de desmantelar las cámaras de seguridad configuradas por autoridades de la entidad federativa.

Utilizando camionetas SUV y vehículos de carga robados, los miembros del cártel derribaron varios postes de luz donde estaban colocadas las cámaras de la policía.

Los hechos iniciaron este martes por la mañana y continuaron hasta el miércoles por la tarde, cuando los sicarios tumbaron cerca de una docena de cámaras de videovigilancia en distintos puntos de la ciudad.

En los últimos días, medios locales han reportado que en diferentes colonias de Reynosa, sicarios han destruido las cámaras de videovigilancia del Centro de Comando, Control, Comunicación y Cómputo (C-4) con balazos. Además de utilizar camionetas para derribar los postes, miembros del cártel disparan desde sus vehículos hasta destruirlas.

Agentes de seguridad consultados por Breitbart Texas revelaron que los ataques fueron una respuesta a una serie de redadas ejecutadas por las fuerzas especiales de la Policía Estatal. Las detenciones resultaron en diversas incautaciones importantes y obligaron a varios comandantes del cártel a huir.

El medio estadounidense ha reportado que en Reynosa, ciudad en el estado de Tamaulipas, operadores del Cártel del Golfo han configurado su propia red clandestina de cámaras de seguridad, la cual provee información a la organización criminal sobre los movimientos de las fuerzas militares y autoridades de seguridad en la región.

Cuando elementos policiacos descubren las cámaras, éstas son removidas, al igual como los operadores del cártel derriban los postes con videovigilancia del gobierno estatal.

La táctica ocurrió días antes de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visite Reynosa. La ciudad fronteriza es considerada un bastión para el Cártel del Golfo y frecuentemente es testigo de balaceras y batallas.

El mandatario completará este viernes su gira por el noreste del país en Reynosa, Tamaulipas. “Por la tarde estaré en Matamoros, en unas colonias populares y todavía hoy voy a inaugurar una unidad médica del Seguro Social en Reynosa. Ahí vamos a dormir y mañana tenemos la reunión de seguridad en Reynosa, la que corresponde a Tamaulipas”, declaró López Obrador.

“Todavía vamos a Reynosa a colonias populares, porque estamos trabajando en la rehabilitación de espacios urbanos en las colonias más pobres de estas ciudades y al mediodía me regreso a Ciudad de México”, dijo.

El Cártel de Golfo ha estado lidiando con una serie de guerras territoriales internas que han dividido a la organización criminal en facciones rivales. Éstas batallas han dañado los recursos financieros de las células de la organización criminal que, junto con las pérdidas económicas causadas por el nuevo coronavirus, han causado un problema de flujo de efectivo.

La pérdida de esos ingresos han llevado a la facción de Reynosa a dedicarse a atracos y robos, mientras que por su parte, el grupo de Matamoros parece estar más centrado en la extorsión y el secuestro de rescate.

Antes, el Cártel del Golfo había sido debilitado por la ruptura de su brazo armado, Los Zetas, en 2010, un grupo criminal fundado por militares desertores que poco después creó su propia organización. Desde entonces, el sanguinario enfrentamiento entre los dos grupos por el control del territorio ha sido constante.

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