Maternidad: cómo es el parto junto a una doula

Cada vez más mujeres se forman para acompañar a las parejas en momentos claves como el parto y los primeros tiempos de la lactancia. De qué trata este rol y cómo es la experiencia para las madres y padres.

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El rol de acompañamiento de la doula durante el parto es fundamental a la hora de dar a luz (Shutterstock)
El rol de acompañamiento de la doula durante el parto es fundamental a la hora de dar a luz (Shutterstock)

Por Paola Florio

Una doula es una mujer experimentada en la maternidad, que la ha vivido y atravesado. Y desde ese lugar, acompaña en lo emocional a otras mujeres que se encuentran transitando el mismo proceso: la guía, le despeja los temores, le brinda información útil y, sobre todo, la acompaña desde la empatía y amorosidad porque ella ya conoce las dudas y temores de cada etapa y necesitó anteriormente contar con esas herramientas.

Romina Noya es madre de dos niños, Felipe y Benicio. El primero nació por una cesárea que ella consideró innecesaria y el segundo, por parto vaginal en una institución en compañía de su marido y una doula. Luego de esa experiencia, decidió acompañar a otras mujeres para que ellas también pudieran tener un parto respetado, y se formó como doula, asesora en lactancia y puericultora. Hoy forma parte del equipo de puericultoras que atiende en el Hospital Diego Thompson, en el partido de San MartÍn.

"Todas nos merecemos pasar por la experiencia de ser acompañadas, escuchadas, sostenidas, lo digo también como mujer que decidió contar con una doula en la gestación. Está comprobado mediante estadísticas que la mujer que es acompañada reduce altamente la tasa de intervenciones, las probabilidades de cesáreas no necesarias, disminuye el uso de analgésicos y anestésicos, se instala la lactancia con mayor facilidad, fortalece el vínculo bebé-mamá/papá en el parto, puerperio y lactancia, brindando además apoyo a otros miembros de la familia", explica.

La Organización Mundial de la Salud no sólo reconoce la figura de la doula sino que recomienda la compañía de la misma durante la gestación, parto, puerperio y lactancia.

Es importante el vínculo y la confianza en la relación doula-mujer/pareja ( (Shutterstock)
Es importante el vínculo y la confianza en la relación doula-mujer/pareja ( (Shutterstock)

¿Cuándo convocarlas?

Cuanto antes puedan conocerse y comenzar a trabajar juntos, mejor. "Es importante el vínculo y la confianza en la relación doula-mujer/pareja. Hay casos que consultan por el acompañamiento antes de concebir, otros ni bien se enteran que están gestando y también mujeres que nos convocan con la gestación avanzada, entre la semana 36 y 38", cuenta Romina.

El tiempo de finalización de sus servicios también es optativo: hasta que la pareja lo necesite. Muchas mujeres solicitan consultar durante la lactancia o el puerperio, incluso. La relación puede extenderse.

"Cuando decidimos encarar la búsqueda de un hijo siempre tuve claro que quería informarme lo máximo posible de todo, embarazo y parto. Así que en ese proceso salió la imagen de la doula. Nos parecía muy importante transitar la parte emocional del embarazo lo más responsablemente. No fue una decisión fácil entender que en ese momento de tanta vulnerabilidad, y más que nada siendo primerizos, hay cosas que escapan a una o a nuestra pareja, pero tener a alguien que nos guíe de manera objetiva, transmitiéndonos tranquilidad y contención, fue clave", cuenta Josefina, quien junto a Manuel tuvieron a Guadalupe, con asistencia de Romina.

Para ellos fue una experiencia altamente positiva llevar un embarazo compartido, "no sólo por la información que es súper importante, sino también por la contención, por la escucha sin prejuicios, por la dedicación amorosa, por la entrega desinteresada, por la humildad, por la sororidad, por estar a disposición siempre, por hacernos sentir seguros, tranquilos, felices… ¡superpoderosos!".

Para Josefina, contar con Romina fue fundamental: "El mayor beneficio fue regalarnos todas las herramientas necesarias para poder decidir conscientemente. Aprender a decidir sobre mi cuerpo, poder elegir como queríamos transitar ese momento, y hacerlo sin miedos ni tiempos que apremien, nos empoderó. El recuerdo más lindo del preparto en casa fue cuando rompí bolsa: no hubo lugar al miedo, el pánico ni la ansiedad, fue una sensación abrumadora de alegría y paz. Nos miramos con Manu y con una sonrisa dijimos 'viene Guada, llega nuestra hija'. Ya era inminente, todo lo que habíamos trabajado, lo que nos habíamos preparado, todo lo que con tanta dedicación nos había transmitido Romi, había llegado el momento. Y gracias a ella, solo había lugar para el amor".

El punto de vista médico

En algunos países, el sistema de salud ofrece la posibilidad de parir en los hogares con asistencia profesional. En la Argentina, al no tener un título oficial, el sistema no contempla a las doulas, salvo algunas excepciones, como sucede en el Hospital Austral, que posee el Programa de Parto Seguro Planificado Sin Intervención Farmacológica, y el Hospital Municipal de Morón, el primero público en ofrecer este servicio gratuito.

La Ley 25.929 de Parto Humanizado, aprobada en 2004 y finalmente reglamentada en 2015, pone en relieve el derecho de todas las mujeres a transitar un embarazo, parto y posparto respetados en todos los sentidos.

Si bien las doulas no se ocupan de la parte médica sino más bien de la emocional, en algunas instituciones las miran como intrusas y nos les permiten ingresar. Es que cada vez más mujeres, por miedo a culminar su embarazo en una cesárea innecesaria o de sufrir violencia obstétrica, prefieren hacerlo acompañadas de alguien que en ese momento, y mientras el bebé no corra peligro de vida, pueda ayudarlas a decidir qué es lo mejor para ellas.

"Muchos son los profesionales que no tienen objeción a que la mujer cuente con una doula, en definitiva, es una herramienta más que la madre tiene para obtener la mejor experiencia en su recorrido, pero están también los que ven con malos ojos nuestra tarea, creo que se prejuzga desde la desinformación o creencia errónea de nuestra actividad, creyendo tal vez que queremos ocupar espacios que claramente no nos corresponden", argumenta Romina.

Con respecto a las Instituciones, siempre es bueno que la mujer hable con su obstetra y charle sobre sus necesidades o deseos y los protocolos institucionales para el momento de la llegada a parir, más puntualmente qué permiten y qué no.

"En algunas situaciones, como doula, he podido ingresar con la pareja y la partera a continuar el trabajo de parto en la sala de preparto para luego dejarlos que entren a la sala de parto solos junto con el profesional, ya que puede ser acompañada por una sola persona de confianza, siendo éste claramente el lugar del padre o familiar designado", aclara Romina.

Según la doctora Fernanda Lage, médica del servicio de Obstetricia del Hospital Italiano, "ha sido estudiado que las mujeres que se encuentran acompañadas todo el tiempo tienen trabajos de parto más cortos, hay menor tasa de cesárea y mayor grado de satisfacción".
Eso sí, la especialista aclara que "las doulas no realizan ningún tipo de tarea clínica, es decir, durante el trabajo de parto no realizan tactos, control de la salud fetal o toma de decisiones sobre la evolución del trabajo de parto, es por esto que la labor de la doula complementa al resto de la atención. Las doulas deben estar formadas en medidas de confort, puericultura básica, fisiología del nacimiento y posibles intervenciones, aunque no existe una regulación oficial sobre la formación que reciben. La mayoría son mujeres, muchas que ya han sido madres".

Lage asegura que es cada vez mayor el número de mujeres que eligen ser acompañadas por doulas, por lo tanto, no es infrecuente que las madres vayan a tener a sus bebés a las instituciones acompañadas por una, además de su familia.

Para ella, su presencia es un sí absoluto: "Considero que el acompañamiento emocional durante el embarazo, trabajo de parto, parto y postparto es necesario, que las doulas complementan la labor del equipo de salud y que las mujeres y sus familias muchas veces necesitan este tipo de acompañamiento. Creo además que es prioritario regular su certificación para poder incorporarlas adecuadamente al sistema de salud".

Más allá de lo temores y decisiones, y de la garantía que a priori ofrece una institución médica, hoy la mujer tiene que saber que no está sola para transitar ese instante intransferible: parir.

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