Los mandamientos de la comida casera según Tefi Russo: “Para hacer un rico plato no tenés necesariamente que usar la chaqueta de cocinero”

Si bien no le gusta que la llamen influencer, más de un millón de personas siguen en las redes sus recetas que apelan a la comida que hacían las abuelas. Dice que admira a los grandes cocineros, pero que lo suyo no es el camino de la técnica. “No me gusta decir que enseño a cocinar, yo animo a que la gente cocine”, propone

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Para Tefi cocinar es un "momentazo" que supera la propia preparación de la comida
Para Tefi cocinar es un "momentazo" que supera la propia preparación de la comida

Hay un momento de abstracción total y es cuando se abre el cajón de los condimentos. Si hay algo que Tefi Russo sabe hacer en la cocina es condimentar; por lo menos eso dicen quienes se sientan en su mesa. Frente a ese abrir de salsas, sales aromáticas y especies, el público gustoso le ruega conocer los detalles del plato con una pregunta en loop: ¿me pasás la receta?

Tefi, que se presenta como la “cocinera caradura”, creadora además del blog Inutilísimas y hoy es seguida por más de un millón de personas en Instagram, le responde: “¿La verdad?, no tengo ni idea”.

Quizás para entrar en el mundo culinario de Tefi Russo haya que sacarse algunos -varios- pruritos del mundillo de la cocina. Por empezar aquello que menos es más, se aplica en su universo de creaciones. Allí, cocinar no es sólo estar en la cocina cocinando, sino que se trata de un -como dice ella- “momentazo” que arranca antes, al momento de salir hacer la compras, elegir la materia prima, planificar y recibir la gente que quiere, una foto que, dirá, tiene grabada desde pequeña con los almuerzos familiares.

Y si hay un hilo conductor de esta escena XL y no tan relatada de la cocina, ese es el disfrute. Será ésta una cuestión que solo es posible con el mandamiento Número 1 de Teffi: no tener miedo a la cocina. Aunque lo suyo -lo repetirá una y mil veces- no es evangelizar. “No me gusta eso de decir que enseño a cocinar. Yo animo a que la gente cocine”, dice al comenzar la charla con Infobae

"Yo animo a que la gente cocine”, dice Tefi a Infobae
"Yo animo a que la gente cocine”, dice Tefi a Infobae

Corría el año 2010 y todavía no existían redes como Instagram, mucho menos, la difusión del boom de la gastronomía que hay ahora. Hasta ese momento quienes enseñaban a cocinar, mostraban de forma más técnica el arte culinario, “no tan al alcance de la mano”, apunta esta mujer que se considera una afortunada ante todo, por haber recibido de parte de sus padres y abuelas el amor por la cocina.

Allí fue donde mamó ese gen de la sencillez, quizás su caballito de batalla desde donde se para y muestra su cocina. No lo dirá abiertamente, pero este mundo de sabores, tiene varios referentes dentro de un ecosistema por de más competitivo. Tefi no habla mal de nadie y se deshace en buenos modos para contar su historia, que arranca a los seis años, cuando hizo un primer taller de cocina para chicos. “Me fui metiendo así. Siempre cociné para amigos en mi casa”, cuenta.

Tefi siguió a los grandes cocineros de la era pre redes sociales. “Los admiraba en sus programas, compraba sus libros. No tenía la carrera de cocinera y eso a mí siempre me dio un poquito de culpa, pero después esa culpa se transformó. Me di cuenta que no había alguien que le hablara a la gente que volvía de su casa de trabajar y tenía ganas de hacer un rico plato, que sea sencillo”, explica.

Russo dice que se propuso entonces “guiñar el ojo” a los que tenían ganas de aprender. “¿Sabes qué? si no tenés este ingrediente, no pasa nada”, suelta. “Si te saltás aquel u otro paso, seguramente el resultado no sea perfecto. Pero va a salir bien igual”, dispara enseguida.

"Apunto a lo simple, lo sencillo, lo casero, que es muy rico. Lo lindo es descubrir lo que a uno le gusta", dice Tefi
(IG: @inutilisimas)
"Apunto a lo simple, lo sencillo, lo casero, que es muy rico. Lo lindo es descubrir lo que a uno le gusta", dice Tefi (IG: @inutilisimas)

-¿A qué tipo de cocina apuntas?

- A lo simple, lo sencillo, lo casero que es muy rico. Yo no encontraba a alguien que lo comunicará de esa manera, insisto. Después hay un montón de escalones, hay un montón de opciones, hay un montón de tipos de cocina y tipos de gastronomía. Y lo lindo es descubrir lo que a uno le gusta.

Fue a partir de una conjunción lo que hizo que Tefi hoy tenga más de un millón de seguidores en Instagram. Primero, esa materia pendiente de no haber estudiado cocina y segundo, la necesidad de defender la comida rica y simple. De ese choque de planetas nació Inutilísimas, un blog de cocina con el que se dio a conocer a fines del 2011.

La bandera de la sencillez llevó un nombre por lo menos fuerte. Pero aquello de Inutilísima no tenía un fin despectivo sobre el conocido programa de televisión de mediados de los 80. “Todo lo contrario, -avisa entre risas-. Siempre me encantó ¡Hablaba de mí el nombre!”.

Los recetarios que Tefi guarda de su primer taller de cocina que hizo a los 6 años
Los recetarios que Tefi guarda de su primer taller de cocina que hizo a los 6 años

Fue por Twitter donde siguió dando rienda suelta a su carrera, un espacio menos visual que Instagram y con menor cantidad de caracteres por ese entonces, pero que sirvió de todas formas. “Un amigo me insistía en la importancia de las redes”, recuerda. Como si fueran un currículum. Así ella veía -y ve- a las redes. Y no se equivocó: hoy la lógica de los medios no funciona muchas veces de forma unilateral y son los programas de TV los que van a buscar a los influencers para generar contenidos exitosos.

Ahora Sony Channel, en su nuevo docu reality Aventura Gastronómica Argentina, la convocó para guiar a sus televidentes a través de algunas de las propuestas gastronómicas más relevantes de la provincia de Buenos Aires, y para conocer la voz de los chefs más innovadores y los cocineros que custodian el legado de las tradiciones.

Aventura Gastronómica Argentina la presenta a Russo en un nuevo desafío como conductora, para adentrarse en el mundo gastronómico de la vasta geografía bonaerense. Allí estará ella, junto a 6 reconocidos chefs invitados, mostrando la gastronomía típica porteña y bonaerense mostrando las localidades más atractivas de la región. Cada capítulo, trata sobre un tipo de gastronomía, contando las diferentes herencias que existen en Argentina y reversionando un plato tradicional.

“Para mí el desafío de conducir Aventura Gastronómica Argentina significa salir de mi zona de confort", dice Tefi
“Para mí el desafío de conducir Aventura Gastronómica Argentina significa salir de mi zona de confort", dice Tefi

“Para mí el desafío de conducir Aventura Gastronómica Argentina significa salir de mi zona de confort. Animándome a ponerme al lado de cocineros de renombre codo a codo, compartiendo cocina, aventuras y recetas. Salir de mi zona de confort porque es completamente opuesto a cómo estoy acostumbrada a trabajar”, suelta Tefi.

La cocina de la abuela (y de Rosita)

“Creo que nadie cocina mejor que nuestros abuelos”, dice Tefi cuando se le pregunta de dónde viene todo este amor por lo casero y el lado descontracturado de la cocina. “Para mí, para hacer un buen palto y disfrutarlo, no tenés necesariamente que ponerte la chaqueta de cocinero. Que la técnica no me aleje de esa cosita que siento por la cocina que es hermosa. El conocimiento te da muchísimo, pero siento que a veces para hablarle a un público no gastronómico, la técnica endurece mucho”, explica.

- Por ejemplo, ¿qué cosas de la técnica tenemos que dejar de lado?

-Puedo no tamizar la harina. Un pastelero se agarrará la cabeza. Pero no pasa nada, así era como cocinaban nuestros abuelos o los grandes cocineros. La repostería y la pastelería no me gusta tanto. Me cuesta porque es muy perfecta y técnica.

-Te imagino delante de la televisión criticando un poco a esos jurados de programas de cocina que “martirizan” a los concursantes

-(Ríe) No, no, no, porque está para eso, es entretenimiento. Es un programa de tele. Cuando me toca en la serie ahora por ejemplo compartir cocina con cocineros de verdad, los miro como si fuera una nena, los escucho atenta. Miro cómo se mueven en la cocina y me parece alucinante. Lo que quiero transmitir es que te podés animar y que cada vez que te metas en la cocina va a ir mejorando. Se aprende del error.

Tefi con su abuela (y una amiga) Su abuela es una sus fuentes de inspiración para la cocina
Tefi con su abuela (y una amiga) Su abuela es una sus fuentes de inspiración para la cocina

-¿Otro ejemplo de alguna cuestión técnica que dejes de lado?

-Tengo muy en claro que no hay puchero que se le compare al que tenga una base de un buen caldo casero, no hay un risotto que se le pueda criticar. Pero digamos la verdad, ¿tenemos todo el tiempo ganas de hacer un caldo casero o recurrimos al caldito tradicional?

-Pero ahí se cae lo casero...

-Ahí está mi guiño, podés tener fiaca alguna vez y agarrar el camino corto. Nuestro plato puede ser un 80% casero y va a estar igual de rico.

-¿Quienes son tus referentes?

-Hay muchos. Hoy veo a Pedro Lambertini por ejemplo que es es un libro abierto y lo admiro en el conocimiento, o el Gato Dumas. Pero para mí es como un camino completamente distinto al mío. Yo no me puedo poner en en ese mismo papel. Soy más una comunicadora hoy en día. Hoy la reina de la gastronómica en redes es Paulina Cocina, la adoro. Hay alguien muy especial que se llama Rosita. Es una señora que cocinó toda la vida en su casa, vendiendo comida y rebuscándosela. “Yo quiero aprender con vos, quiero venir acá varias veces por semana y que me enseñes”, le dije una vez. Durante casi tres años me encontré yendo a su casa. Me metí en la cocina, vi sus libros, analicé los recetarios escritos a mano. Rosita era como eran las cocineras de antes.

La cocinera tiene varias especialidades, entre ellas las pastas y el asado. "No hay nada más gauchito como el asado corte finito, asado banderita", dice
La cocinera tiene varias especialidades, entre ellas las pastas y el asado. "No hay nada más gauchito como el asado corte finito, asado banderita", dice

-Hablas de perder el miedo a la cocina ¿Con la pandemia nos animamos un poco tal vez a cocinar más? ¿Qué pénsas?

-Sí, pasó eso. Hay mucha gente que tiene ganas de empezar a cocinar, pero le tiene miedo, le cuesta un montón. En la pandemia nos encontramos a principio todos obligatoriamente en las cocinas de nuestras casas. Teníamos que cocinar, no teníamos a nuestros viejos para que nos rescataran con la milanesa. Porque al principio no volaba una mosca. Un montón la gente también perdió un poco el miedo. De eso se trata la cocina más cercana, un poco lo que yo vengo pensando con inutilísimas desde hace 12 años.

-Además de condimentar, ¿cuál dirías que es tu especialidad?

- (Piensa) El asadito. Me sale rico y no es algo muestro mucho. Pero si vos me decís entre amigos con familia, me gusta el asado, las pastas caseras, las ensaladas y después en realidad creo que mi fuerte es abrir la heladera y que no me de miedo presentar distintas opciones.

-¿Algún truquito para que salga bien el asado?

-Para los que estén empezando, no hay nada más gauchito como el asado corte finito, asado banderita, entrañas, entre 8 y 10 minutos de cada lado. Chori, morcilla, provoleta, unas ensaladas, una banana con dulce de leche de postre. Y después nos vamos todos a dormir la siesta (risas)

Le importa nada a mi marido (risas). Así me pasé tres horas cocinando, él (Pollo Álvarez) va por su hamburguesa congelada
Le importa nada a mi marido (risas). Así me pasé tres horas cocinando, él (Pollo Álvarez) va por su hamburguesa congelada

-No puedo dejar de preguntarte por tu marido el “Pollo” Álvarez. ¿Te pide que le hagas algo especial?

-Le importa nada (risas). Así me pasé tres horas cocinando, él va por su hamburguesa congelada, la de la marca conocida. Siempre dice que en su casa solo se comió milanesa toda la vida.

-Tal vez a él sí lo puedas evangelizar un poco...

-(Risas) ¡Olvídate! Le encanta lo que le hago eh. Le cocino hamburguesa caseras.

-¿Y?

-Te dice que es lo mismo que las congeladas del súper. Igual fue aprendiendo mucho. Ahora come apio. ¡Le presenté el brócoli! (ríe) a los 40 años, imaginate.

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