Analía Maiorana, aislada de Diego Santilli por la cuarentena: “Prevaleció la empatía y el amor por el otro”

Se trata de una decisión temporal tomada en conjunto por el matrimonio y para cuidarse del coronavirus, debido a la gran exposición social diaria del vicejefe de Gobierno porteño, propia de su actividad. Ella comparte sus días junto a sus dos hijas, Lola y Malena Terra, en Tigre. Mientras que él se quedó en Capital. “Siempre nos sostenemos mutuamente”, aseguró la empresaria en una entrevista exclusiva con Infobae

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La empresaria Analía Maiorana junto a su marido, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli
La empresaria Analía Maiorana junto a su marido, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli

En cada aparición social y cuando su agenda como empresaria se lo permite, Analía Maiorana siempre acompaña a su marido, Diego Santilli. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 cambió la vida de todos y esta pareja no fue la excepción. Enamorados y felices como desde el inicio de su relación, el matrimonio de común acuerdo decidió vivir en hogares distintos mientras dure la cuarentena. Y es que, la gran actividad del funcionario del Gobierno porteño, lo lleva a estar expuesto a diario al coronavirus y Santilli no quiso poner en riesgo la salud de su familia.

En una entrevista exclusiva con Infobae, la empresaria y ex modelo contó cómo transita la cuarentena lejos de su marido y junto a sus hijas, y se mostró esperanzada en que “esta pandemia que paró al mundo nos enseñe a quererlo y respetarlo un poco más”.

-¿Cómo, dónde y con quiénes transita la cuarentena?

-La transito asumiendo que es el único camino. Estoy con mis dos hijas Lola (21) y Malena (17) en el Tigre. Fue una decisión que tomamos en conjunto con mi marido, que por la gran exposición de su trabajo se quedó solo en Capital. No fue fácil decidir estar separados físicamente: pero prevaleció la empatía y el amor por el otro.

-¿Cúantas veces habla por día con su marido?

-Estamos conectados minuto a minuto, todo el día. Nos hablamos continuamente y eso ayuda a sobrellevarlo mejor.

-¿Qué actividades hace a diario? ¿Cuáles comparte con sus dos hijas?

-Con respecto a los quehaceres cotidianos de una casa, nos repartimos las tareas entre las tres. Y en lo individual, tratamos de hacer una rutina diaria. Mis hijas siguen con sus estudios y yo trabajo desde que me levanto hasta que me acuesto.

La empresaria junto a sus hijas, Lola y Malena
La empresaria junto a sus hijas, Lola y Malena

-¿Qué extraña de la vida habitual que tenía antes de la cuarentena?

-Creo que lo mismo que extraña la mayoría: la libertad. El contacto humano, las reuniones familiares, con amigos y con mi equipo de trabajo.

- ¿Cómo maneja el miedo al coronavirus?

-No voy a negar que me angustia, sobre todo la incertidumbre que genera. Parece un cuento de ciencia ficción escrito por Ray Bradbury. Quizás se asemeje más a La Peste de Camus, con la diferencia que aquí ocurre en el mundo entero. Pienso que si yo escribiera un libro lo titularía “SER humano”. Pero si tengo que ser sincera, estoy tan ocupada en resolver situaciones, que no me detengo a pensar. Soy más de hacer.

Diego Santilli y Analía Maiorana, inseparables. La pareja se casó en 2014
Diego Santilli y Analía Maiorana, inseparables. La pareja se casó en 2014

-¿Cómo habló con sus hijas sobre el coronavirus?

-Por suerte son grandes y podemos charlar abiertamente, porque no tenemos todas las respuestas a las dudas que surgen. Cuando hablamos sobre el tema, pensamos que esto fue un cachetazo a la humanidad.

Siempre se hablaba que en 2020 todo iba a estar manejado por la tecnología, anulando así al trabajo del hombre. ¡Qué equivocados que estábamos! En realidad, nunca creí en esa teoría. Ahora nos dejaron inmóviles en nuestras casas y el mundo se paralizó. Y afloró el silencio. En esa teoría, nunca se valoró el contacto humano, como si fuera una suerte extra que teníamos.

¿Cuántas cosas nos viene a enseñar este tiempo? ¿Saldremos mejor de esto? ¿Nos durará un ratito el reencuentro? Deseo profundamente que no. Que podamos reiniciar, dar de vuelta y lograr un mundo más solidario, amigable, empático y responsable.

A diario, Analía Maiorana continúa trabajando desde su casa durante la cuarentena
A diario, Analía Maiorana continúa trabajando desde su casa durante la cuarentena

-¿Cómo habla con Diego Santilli sobre este tema?

-¡Qué no nos decimos! Con mi esposo hablamos mucho sobre los valores, el tener en cuenta al que está mal de verdad. Lo apoyo en todas las decisiones que toma. Siempre nos sostenemos mutuamente. ¡Somos un equipo muy solido!

-¿Qué proyectos tiene para el después... cuando esperemos que todo vuelva a la normalidad?

-Eso de volver a la normalidad... Supongo que de a poco iré retomando mi vida y mis proyectos -que son muchos- pero veremos qué Argentina nos espera.

La empresaria en el lanzamiento de su perfume ANA by Analía Maiorana, una fragancia que lanzó con muchísimo éxito en 2019
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-¿Qué mensaje le gustaría darle a la gente?

-Que se quede en casa. ¡Que no piensen que somos rehenes! Tenemos un Estado que nos cuida, es dinámico y, ante todo, respeta la vida. Es tiempo de apoyar y ayudar en lo que se pueda: de ser solidarios. Y es momento de escuchar al que más lo necesita, y darles palabras de afecto y ánimo. Hoy la vida decide por uno y no al revés.

-¿Cómo imagina la próxima Navidad después de haber transitado todo este proceso tan incierto?

-Hoy, la Navidad está muy lejana para mí. Vienen tiempos de unión, reflexión e introspección. Que esta pandemia que paró al mundo nos enseñe a quererlo y respetarlo un poco más. Pero, respondiendo a tu pregunta sobre la Navidad, la imagino con una lágrima de alegría y una de tristeza. Todo esto seguro nos dejará un mensaje: ojalá tengamos la capacidad de aprender y crecer.

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