Distraerse y controlar los pensamientos: cómo no pensar en cosas ricas durante una dieta

Empezar una dieta y no poder dejar de pensar en comer, o no querer acordarse de un ex y que lo único que venga a la cabeza sea su recuerdo son algunos ejemplos de pensamientos difíciles de controlar, pero no imposibles. Cómo lograrlo

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Empezar una dieta y no poder dejar de pensar en comer cosas ricas, o no querer acordarnos de nuestro ex y que lo único que se nos venga a la cabeza sea su recuerdo, o querer dormirnos y ver cómo pasan las horas y por más que intentemos relajarnos, más despiertos y sin sueño nos quedamos son algunos de los ejemplos de lo que nos pasa a todos.

Daniel Wegner, en su teoría de los procesos irónicos, explica que en muchos momentos somos ineficaces cuando queremos detener una preocupación, o pensar en otra cosa, sobre todo si lo que estamos pensando nos atormenta.

(Getty Images)
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"Lo mismo pasa cuando queremos distraernos de un dolor", explica en diálogo con Infobae la psicóloga y escritora Celia Antonini. "Los intentos de controlar estos estados y situaciones fallan y logramos atraer aquello que queremos alejar". Wegner dice que "no es sólo que cometemos errores, sino que una gran parte de ellos caen en una categoría especialmente grave: el error precisamente contra-intencional".

Varios estudios realizados por el propio Wegner y colaboradores (Wegner y Erber, 1992; Wegner, Erber, y Zanakos, 1993), demostraron que los efectos paradójicos de la supresión mental surgen en aquellas ocasiones en las que el individuo se ve sometido a una alta carga cognitiva. Esto se debe a que, si la persona se encuentra bajo presión, el proceso de funcionamiento controlado (el cual necesita muchos recursos cognitivos para poder operar) se encuentra reducido en su capacidad de generación de pensamientos distractores, y es entonces cuando el proceso de supervisión automático, que demanda pocos recursos cognoscitivos, hace que afloren a la conciencia todos aquellos contenidos mentales que precisamente se trataban de evitar. Esta es la explicación técnica de lo que ocurre en nuestro cerebro cuando tratamos de suprimir algo que para nosotros es importante.

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"Esto que sucede no es producto de la casualidad, sino de los efectos paradójicos del control mental e intentos conscientes de ejercer el control cuando la situación que estamos atravesando es estresante", ahonda la experta. "Esto hace que falle y que se produzca el efecto contrario. Cuanto más importante es la situación para nosotros, más fácilmente pueden aparecer estos procesos irónicos. Dicho de otra forma, a mayor estrés, menor es la capacidad de control de nuestra mente".

Wegner dice que abandonar el intento de control es la estrategia para salir de una situación que de otra manera sería imposible.

(iStock)
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"La mejor manera de abordarlos es tratar rápidamente de poner la atención en otra cosa. Cuando no pueda dormirse, cuando empiece una dieta o quiera dejar de pensar en su ex, no intente enfrentar o combatir ese tipo de pensamientos y menos que menos tratar de controlarlo, porque le ganaran la batalla, pensará más en aquello que no quiere pensar", recomienda Antonini, y agrega: "Escápese, si se me permite el término, y lleve su mente para otro lado; de esa manera evitará la ironía a la que a veces nos somete nuestro cerebro".

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