
La Generación Z, conformada por jóvenes nacidos entre mediados de los años noventa y principios de los 2010, está redefiniendo hábitos de consumo en todo el mundo, y España no es la excepción.
Frente a generaciones anteriores, los jóvenes actuales priorizan la flexibilidad, la digitalización y las experiencias inmediatas. Esto ha llevado a una transformación significativa en los gastos en los que eligen invertir, dejando de lado prácticas tradicionales que, en otros tiempos, fueron esenciales para sus padres y abuelos.
1.Televisión por cable: el auge de las plataformas de streaming
La televisión tradicional está enfrentando una caída sostenida entre las preferencias de los jóvenes, quienes han optado masivamente por los servicios de streaming. Plataformas como Netflix, Disney+ o Hulu ofrecen una oferta de contenido más variada y la posibilidad de consumirlo bajo demanda, adaptándose mejor a las rutinas y gustos de la Generación Z.

Un informe de la empresa de tecnología Bango destacó que el 25% de los jóvenes de esta generación cuenta con entre seis y diez suscripciones a servicios de streaming, mientras que el 87% de los ‘Baby Boomers’ tiene cinco o menos. La flexibilidad, la personalización del contenido y la posibilidad de evitar interrupciones publicitarias han sido determinantes en esta migración.
Además, el costo más accesible y la opción de compartir cuentas han hecho de estas plataformas una alternativa más atractiva frente a la televisión por cable.
2. Suscripciones a periódicos: el fin de la prensa en papel
El consumo de información ha cambiado radicalmente en los últimos años, y la Generación Z ha sido protagonista de esta transformación. La preferencia se inclina hacia formatos digitales, como blogs, podcasts y redes sociales, dejando en segundo plano las suscripciones a periódicos tradicionales.

Según un estudio de las firmas de consultaría PWC, el 36% de los jóvenes de entre 18 y 24 años se informan principalmente a través de plataformas digitales, mientras que solo un 24% utiliza medios impresos como periódicos y revistas. La inmediatez, la variedad de fuentes y la interacción que ofrecen los medios digitales parecen ser factores decisivos en este cambio de hábito.
La capacidad de acceder a información actualizada en cualquier momento y desde cualquier lugar ha desplazado a los formatos convencionales, que muchos jóvenes perciben como obsoletos.
3. Casa propia un sueño cada vez más lejano
La compra de vivienda es uno de los mayores desafíos para la Generación Z en España. Los altos precios inmobiliarios y las dificultades para acceder a financiación han hecho que la idea de adquirir un piso propio se perciba, para muchos, como una meta inalcanzable.

Entre 2011 y 2022, la tasa de propiedad de vivienda para personas menores de 50 años en Europa cayó más de cuatro puntos porcentuales, alcanzando apenas el 30,4%. En contraste, casi el 57% de las personas mayores son propietarios, lo que evidencia una brecha generacional significativa.
Un informe del Instituto de Investigaciones Económicas IW Colonia señala que el encarecimiento del mercado inmobiliario y la necesidad de un alto capital inicial son los principales obstáculos para los jóvenes.
Frente a esta realidad, muchos optan por el alquiler o por compartir vivienda durante más tiempo, priorizando la movilidad y la flexibilidad laboral.
4. Lotería: los juegos de azar a punto de desaparecer

Durante décadas, participar en la lotería fue casi un ritual en la cultura española, con sorteos como El Gordo o La Primitiva arraigados en la tradición popular. Sin embargo, esta costumbre está perdiendo atractivo entre los jóvenes.
Mientras que generaciones como los ‘Baby Boomers’ mantenían la esperanza de un golpe de suerte que cambiara sus vidas, la Generación Z muestra una desafección notable hacia este tipo de juegos de azar.
Un estudio realizado en el Reino Unido en 2022 revela que solo el 1% de los jóvenes de esta generación compraron billetes de lotería en los últimos doce meses, en contraste con el 38% de los ‘Baby Boomers’.
Esta tendencia parece reflejar un cambio en las prioridades: los jóvenes prefieren destinar su dinero a experiencias tangibles o inversiones con beneficios más inmediatos, dejando de lado la incertidumbre inherente a la lotería.
5. Compras en tiendas físicas: la comodidad de lo digital

La pandemia de Covid-19 aceleró una tendencia que ya estaba en marcha: la migración hacia las compras en línea. La Generación Z, acostumbrada a interactuar en entornos digitales, encontró en el comercio electrónico una opción más práctica, rápida y eficiente.
Además de la comodidad de comprar desde casa, la posibilidad de comparar precios, leer reseñas y acceder a ofertas exclusivas son factores que han consolidado esta preferencia. Las tiendas físicas han perdido relevancia para muchos jóvenes, quienes valoran más la experiencia de compra personalizada que ofrece el entorno online.
Esta tendencia también está impulsada por aplicaciones móviles y redes sociales, donde los influencers y las campañas de marketing digital juegan un rol clave en la decisión de compra.
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