Los investigadores lograron identificar al hombre que fue asesinado de tres tiros por la espalda esta madrugada frente a un kiosco ubicado en Paraguay al 2900, en el barrio porteño de Recoleta, en un ataque sicario.
Se trata de Fabián Sturn Jardón, de 41 años, un ciudadano uruguayo con nacionalidad española que se fue de su casa por miedo a que lo maten, según confiaron fuentes del caso a Infobae.
La identificación se logró luego de que la esposa de la víctima se presentara ante las autoridades y contara por qué su marido se había ido de la casa. Este jueves por la tarde, la mujer de Sturn, que había nacido un 24 de diciembre de 1981 en la ciudad uruguaya de Montevideo, declarará ante el fiscal Marcelo Roma, encargado del expediente.
Como la víctima no tiene registro en la Argentina, la identificación que ella haga es crucial para el caso. Luego se sabría que Sturn tenía un pedido de captura por un crimen narco en Pilar.
Mientras tanto, los investigadores desmenuzaron el video del crimen sicario y lo primero que extrajeron de las imágenes es que quienes llevaron a la víctima hasta su muerte, un hombre y una mujer, huyeron tras el ataque, por lo que creen que podría tratarse de los entregadores, según detallaron las fuentes del caso.
Se trata de la pareja que llegó con Sturn en auto hasta el kiosco y que estacionó en segunda fila, un poco más adelante del Volkswagen Suran del que descendería luego el asesino.
En el video se ve que la víctima bajó del coche y enfiló hasta el kiosco, mientras que el conductor y su acompañante se quedaron en el interior. Tras el crimen, el auto de la pareja avanzó un poco hasta la esquina y ambos descendieron, observaron lo que sucedió con Sturn a los lejos, se volvieron a subir al vehículo y huyeron.
En tanto, los peritos de la Policía Científica trabajan como orfebres sobre el celular de la víctima: es que el teléfono recibió un balazo en el ataque y los especialistas intentan quitar el plomo sin romper la memoria para recuperar los datos, claves para la investigación.
En paralelo, también descubrieron que el Volkswagen Suran del que bajó el sicario, quien estaba en el asiento trasero del coche estacionado esperando por la llegada de Sturn, tenía las patentes de un auto que había sido robado en el interior del país.
El dato crucial es que quien robó esas placas no usó guantes, según detallaron las fuentes del caso. Por ello, sospechan que podría haber huellas en el coche violentado, fundamentales para llegar al primer eslabón de la cadena delictiva: el que le proveyó la patente al sicario y, por qué no, el coche.
Todo sucedió esta madrugada y las cámaras de seguridad son el aporte más importante del caso. Un agente de la Policía de la Ciudad presente en la zona escuchó disparos y rápidamente se dirigió al lugar. Una vez allí, encontró a la víctima tendida sobre la vereda.
El homicida ya había escapado para ese entonces, llevándose pertenencias de la víctima.
De inmediato, personal del SAME que se encontraba de guardia en el hospital Fernández fue convocado al lugar. Al llegar, constataron la muerte de Sturn.
Por lo pronto, los investigadores analizan las cámaras de seguridad de la zona para dar con la ruta que tomó el sicario tras el crimen, o algo que les permita identificarlo. También, se busca a la pareja que llevó a Sturn hasta su muerte en coche y que escapó del lugar luego de ver cómo lo habían matado.