“Maxi me cagó y estoy yendo para el campo”: la frase del comerciante descuartizado que reveló un testigo

La causa en la que se investiga el asesinato de Fernando Pérez Algaba, cuyo cuerpo descuartizado fue encontrado en un arroyo de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, sigue sumando revelaciones a cuenta gotas. En las últimas horas, al expediente que tiene a su cargo el fiscal Marcelo Domínguez, de la UFI N°5 de Lomas de Zamora, incorporó la declaración de un testigo de identidad reservada, que alegó haber hablado con la víctima el mismo 18 de julio en el que desapareció y que temió por él.

Hay que recordar que lo último que se sabe de Pérez Algaba lo contaron Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas ante la Policía. Los dos dijeron que estuvieron con la víctima ese 18 de julio por la tarde en un predio del partido de General Rodríguez. Según sus dichos, el comerciante fue con Vargas en una camioneta Land Rover y allí se encontraron con Pilepich, quien llegó en un Mercedes Benz.

Siempre según el testimonio de los dos involucrados, luego de que Pérez Algaba recibió el dinero que Pilepich le debía, le entregó la Land Rover y se quedó en el lugar, mientras que su amigo y su ex socio se fueron juntos en uno de los vehículos, dejando el Mercedes Benz en ese predio. Pilepich alegó que lo buscó por la noche.

Te puede interesar: Un policía se resistió a un asalto y le disparó a un vecino por error: fue detenido por tentativa de homicidio

El testigo que se presentó en las últimas horas habló de la previa de ese encuentro. “Maxi (por Maximiliano Pilepich) me cagó y estoy yendo para el campo”, fueron las palabras que utilizó Pérez Algaba cuando le reveló que estaba en camino hacia el emprendimiento Renacer, un loteo de terrenos ubicado en avenida de Las Américas de General Rodríguez, donde la víctima fue vista por última vez antes.

En esa declaración, el testigo señaló que se comunicó ese 18 de julio con Pérez Algaba, y que primero le dijo que estaba “descompuesto” y que lo estaba llevando al campo un amigo. “A mí me dio miedo que pase una situación rara porque Fernando estaba yendo para el campo con un amigo y además dijo que Maxi ‘lo cagó y que le tenía que dar plata’, pero desconozco si le entregó o no el dinero”, declaró la persona cuya identidad se mantiene en reserva.

Ese día, “Lechuga” llegó al complejo Renacer cerca de las 17.30 junto a su ex amigo Vargas a bordo de la Range Rover Evoque blanca con techo negro y ambos se encontraron allí con Pilepich, quien había arribado en una camioneta Mercedes Benz G500. Durante ese encuentro, según contaron luego en su declaración testimonial, Pilepich le entregó a Pérez Algaba 60 mil dólares con los que saldaba una deuda de 150 mil que tenía con la víctima.

Te puede interesar: Un policía que trabajaba como chofer de Uber mató a dos menores que quisieron robarle

Tras esa transacción, el empresario le devolvió la camioneta a Pilepich, quien se retiró con Vargas en ese rodado -la Mercedes Benz G500 la dejó en el campo-, mientras que “Lechuga” se quedó esperando que alguien pasara a buscarlo, según él mismo les dijo. Al respecto, Pilepich y Vargas contaron en sus declaraciones testimoniales ante la policía que cuando se iban vieron que en sentido contrario se acercaba un vehículo -aunque dijeron no recordar marca ni modelo- que supusieron era el que iba a buscar a Pérez Algaba.

Esa fue la última vez que, en el marco de la causa, testigos dijeron haber visto a la víctima con vida, ya que entre el 22 y 24 de julio sus restos fueron encontrados en una valija y una mochila arrojadas a un arroyo de la localidad de Ingeniero Budge.

Por otra parte, el fiscal Domínguez aguardaba para las próximas horas un informe sobre la apertura de las antenas para establecer la actividad que tuvo el teléfono de Pérez Algaba las horas posteriores al encuentro que mantuvo con Pilepich y Vargas.

En las últimas horas, los investigadores analizaban el contenido de las comunicaciones y conversaciones del WhatsApp de la víctima, tras obtener por parte de la empresa Claro un chip “espejo” de la línea que poseía la víctima antes de su desaparición.

Además, se aguardaban los resultados de las pericias informáticas a la computadora personal Mac Book pro y un iPad -ambos de la empresa Apple- del empresario, en busca de evidencia que los lleve a avanzar en la causa. Los trabajos los hicieron funcionarios del Laboratorio Informático Forense del Ministerio Público Fiscal porteño, luego de que no lograra realizarla la Policía Federal Argentina por cuestiones técnicas.

Por el momento hay solo una persona detenida en la causa, una mujer trans identificada como Alma Nicol Chamorro, vinculada a la valija en la que aparecieron parte de los restos del empresario el 22 de julio último y a quien se le imputa el delito de partícipe secundaria de homicidio.

*Con información de Télam

Seguir leyendo: