
La llegada de los teléfonos celulares a las cárceles bonaerenses abrió el juego del hampa y permitió una nueva serie de engaños lucrativos para las bandas que operan tras las rejas con diversos cómplices. Las pornoextorsiones fueron la norma en un momento, esquemas donde se amenazaba con falsas denuncias por abuso que podían resolverse a cambio de dinero. En los últimos meses, una banda que operaba desde las unidades N° 27 y 38, en la zona de Sierra Chica, jurisdicción de Olavarría, encontró un engaño por fuera del libreto usual en donde convirtieron lona de mentira en dinero de verdad.
Usurparon el nombre y el prestigio de un local de la localidad bonaerense de Pilar dedicado a la venta de gazebos y carpas. La mecánica era simple, según la acusación en su contra: ofrecían el producto en Facebook Marketplace, invocaban la marca de Pilar y cobraban el dinero, que jamás entregaban.
Así, engañaron a 12 víctimas entre agosto de 2022 y enero de 2023. La División Inteligencia Contra El Crimen Organizado de la Policía Federal, detectó giros a más de diez números CBU distinto por más de dos millones de pesos.
Te puede interesar: Desvalijaron una fábrica de parrillas en Mar del Plata: “Me rompieron todo lo que hice durante siete años”
Este miércoles por la mañana, luego de meses de investigación con un expediente por los delitos de asociación ilícita y estafas reiteradas dirigido por la UFI N°2 de Pilar y el juez de Garantías Walter Saettone, la banda cayó. Se allanaron las cárceles de Sierra Chica y diversos puntos de Olavarría y el Conurbano bonaerense, como Fuerte Apache, con 15 detenidos.

Se detectaron al menos 15 sospechosos que participaban en la maniobra, con una flota de números de WhatsApp que servían para contactar a las víctimas. Los roles estaban divididos: los familiares y cómplices de los detenidos enlazaban a las víctimas, cerraban los tratos por WhatsApp y recolectaban el dinero. Después, como suele pasar, las víctimas eran bloqueadas cuando comenzaban los reclamos.
Así, las víctimas fueron a la Justicia. Los presos no se cubrieron del todo bien. La triangulación de los datos de los números de contacto, con sus domicilios de facturación e impactos de celda, apuntó a Sierra Chica, donde se encontraban detenidos Raúl Victorino Villalva, José Aníbal Ángel Pechinotti, Jonathan Abel Urquila, Ricardo Alfonso Barrientos, Héctor Marcelo Bucci, Brian Sebastián Agüero y Gastón Horacio Fernández.

Fernández, por ejemplo, extrajo dinero directamente desde un CBU después de una cadena de cuatro transferencias. Villalva era titular de un teléfono con el que se comunicó una de las denunciantes. Otro de los detenidos tenía a su nombre una cuenta de Mercado Pago donde se recibía el dinero.
La ruta continuó con un extenso árbol, transferencias y pagos que llevó a identificar a los cómplices. Al autorizar el allanamiento, el juez Saettone pidió al Banco Central que se congelen las cuentas de todos los imputados.
Seguir leyendo:
Últimas Noticias
Escuchó tiros en su cuadra, denunció y la Policía encontró un arsenal en la casa de su vecino
El sospechoso tiene 36 años y quedó detenido. En su casa hallaron armas, 400 balas disparadas y 278 municiones

“La Toretto” de La Plata le pidió a la Justicia autorización para trabajar como niñera
La defensa de Felicitas Alvite, presa en su casa tras atropellar y matar a un músico, solicitó que la joven pueda salir para cuidar al hijo de una pareja amiga durante diciembre y enero

Investigan otra estafa inmobiliaria en Córdoba: hay cinco detenidos acusados de vender lotes sin habilitación
La firma se llama Aluminar S.A. y está sospechada de vender terrenos para un proyecto urbanístico que no podía concretarse

Detuvieron a un joven de 18 de años por captar menores para producir material porno y venderlo en la dark web
Ocurrió el Santiago del Estero. Fueron dos las víctimas, pero investigan si hubo más. Les ofrecía entre 30.000 y 60.000 pesos para que accedieran a sus pedidos

Pidieron que la mujer acusada de matar a su hijo de múltiples puñaladas en Río Cuarto sea llevada a juicio
El padre de Aarón Benjamín Alaniz lo encontró desplomado en un charco de sangre, su madre estaba sentada en una reposera cerca del cuerpo


