Rosario narco: dos policías quedaron presos tras ser acusados de ser miembros de Los Monos

Son David Arellano y Marcos Barúa. Los vinculan a la célula de la banda que opera en la zona sur de la ciudad

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Dinero y armas encontrado en el allanamiento a los policías.
Dinero y armas encontrado en el allanamiento a los policías.

El nexo sucio entre narcotráfico y fuerzas de seguridad es clave para entender la problemática que mancha de sangre a la ciudad de Rosario. Ayer martes, dos policías fueron imputados formalmente, acusados de ser miembros de Los Monos y quedaron presos. Se trata del subinspector David Luciano Esteban Arellano, de 41 años, y el suboficial Marcos Ezequiel Barúa, de 31, quienes fueron acusados por los fiscales José Luis Caterina y Matías Edery de haber provisto de contactos e información reservada a un barra brava de Newell’s que tenía pedido de captura por el asesinato de otro referente del paraavalanchas rojinegro, ocurrido en octubre de 2021.

Según se planteó en la audiencia realizada en el Centro de Justicia Penal, Arellano y Barúa pertenecerían a la célula de Los Monos que dirige Leandro “Pollo” Vinardi –preso en la cárcel federal de Ezeiza y allanado la semana pasada– y que opera en la zona sur de Rosario y la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez, territorio que maneja con la autorización del líder de la estructura criminal, Ariel Máximo “Guille” Cantero.

Arellano y Barúa forman parte del grupo de policías que fue allanado el viernes pasado por la Agencia de Control Policial. En esa jornada, se le secuestraron celulares a Marcelo “Malevo” Mendoza, ex subjefe de la Unidad Regional II de Rosario, y Alejandro Franganillo, comisario retirado que estuvo en el área de Drogas Peligrosas y que en la actualidad es secretario de Seguridad de la Municipalidad de Granadero Baigorria.

“Fueron los encargados de brindar el aporte estatal desde su rol de policía para el funcionamiento de esa organización”, afirmó el fiscal Caterina sobre el rol de Arellano y Barúa.

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Los fajos de billetes entre las cucharas de café.
Los fajos de billetes entre las cucharas de café.

Los fiscales explicaron ante la jueza Verónica Lamas González que el policía Arellano integró la Brigada de Homicidios Dolosos de la Agencia de Investigación Criminal y, desde ese lugar, filtraba información reservada a Juan José Raffo, un agente exonerado y condenado como miembro de Los Monos –condenado a 5 años y 10 meses de prisión en 2018–, quien se encuentra prófugo por esta investigación.

La sospecha de los fiscales es que Arellano cobraría dinero para dar datos sobre causas en trámite. En ese marco, desde la Agencia de Criminalidad Organizada detectaron que el policía dio información a Guillermo Manuel “Chupa” Sosa, un barrabrava de Newell’s, para mantenerse prófugo por el homicidio de Nelson “Chivo” Saravia, otro integrante de la barra brava leprosa.

La conexión entre Arellano y Sosa se destapó a partir del celular de Sosa, que finalmente fue arrestado en mayo del año pasado en Villa Gobernador Gálvez, cuando fue imputado junto a otros integrantes de la barra brava rojinegra. Allí, los investigadores pudieron establecer que Arellano le filtraba información al policía exonerado y corrupto Raffo y éste luego le pasaba los datos al “Chupa”.

En el caso del otro policía, Marcos Barúa, los fiscales le atribuyeron “proporcionar contactos policiales e información a ‘Chupa’ Sosa para la comisión de actividades ilícitas, en alguna de las cuales incluso también participaba”.

El crimen de "Chivo" Saravia, parte de la trama.
El crimen de "Chivo" Saravia, parte de la trama.

La relación entre Barúa y Sosa fue explicada a través de la exposición de las conversaciones telefónicas que mantuvieron el 19 de abril del año pasado, cuando “Chupa” ya tenía pedido de captura por el crimen de Saravia.

“¿Cómo andás, pariente? Escuchame, después de las seis, por la cortadita donde fuiste a buscar la moneda esa vuelta, te voy a estar esperando. Venite con el auto, boludo, no vas a venir en moto, así ya rajamos para el norte. Traete tu ‘pipita’ (concepto usado para hacer referencia a un arma)”, le dijo Sosa a Barúa a través de un mensaje de voz.

Barúa respondió el pedido del prófugo: “Tío, ahí estoy manejando. Después voy y ya partimos y hacemos eso. La llevo (al arma)”.

Cabe recordar que por esta investigación, en enero pasado se le secuestró un celular a un miembro de la Agencia Federal de Inteligencia de Rosario, ya que está investigado por pasarle información sensible al grupo de policías de Arellano y Barúa.

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