Video: las condiciones miserables de un edificio entero de talleres de trabajo esclavo en Villa Celina

La Policía Bonaerense allanó un domicilio donde eran explotados laboralmente 14 hombres y mujeres. El propietario del lugar los hizo venir desde Bolivia, les retenía la documentación y no les permitía salir

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Video: el allanamiento al edificio.

En el marco de una investigación que comenzó en febrero de este año, la Policía Bonaerense allanó un domicilio de la localidad de Villa Celina, partido de La Matanza, donde funcionaba un taller clandestino de costura y donde eran explotadas laboralmente al menos 14 personas.

El operativo tuvo lugar en una edificación de cuatro pisos situado sobre la calle Roosevelt al 1.300 y fue llevado a cabo por la Dirección de Investigaciones de Trata de Personas y Operaciones Complejas, organismo dependiente de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la fuerza provincial.

Según detallaron fuentes del caso a Infobae, en ese lugar trabajaban 25 personas, algunas menores de edad y todas de nacionalidad boliviana, de las cuales 14 (8 hombres y 6 mujeres) denunciaron que estaban siendo explotados laboralmente. Los investigadores comprobaron que las víctimas vivían allí, “en varias habitaciones que poseen pésimas condiciones de higiene y salubridad”, en piezas de 3 metros de ancho por 10 de largo.

“Las habitaciones no contaban con las comodidades mínimas. Todas tenían una cama, un placard y una máquina de coser con prendas a medio confeccionar”, señalaron las fuentes. El domicilio tiene, además, un baño por piso que era compartido por los distintos empleados.

Además, trabajaban en condiciones “riesgosas”: “Eran expuestos a una instalación eléctrica precaria, no les proveían elementos de seguridad, ni la ropa de trabajo adecuada. No había ningún tipo de ventilación”. Se dedicaban a la confección de remeras y pantalones de jean, aunque en este último caso sólo hacían una costura lateral e interna. Luego, las prendas eran transportadas a otro taller donde las terminaban. En el allanamiento se contabilizaron 42 máquinas de coser.

En el lugar trabajaban 25 personas, de las cuales 14 decidieron denunciar las malas condiciones laborales

El propietario del lugar, un ciudadano boliviano de 43 años, quedó imputado por los delitos de explotación laboral y reducción a la servidumbre, pero no fue detenido. Está a disposición del fiscal Marcos Borghi, de la Ayudantía de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming, y del Juzgado de Garantías Nº5 de La Matanza, a cargo de Agustin Gossn. En el allanamiento, también, la Bonaerense secuestró cinco celulares y $125.000.

Luego del relevamiento realizado por personal del Ministerio de Trabajo y Direccional Nacional de Migraciones y de las entrevistas con el personal del Programa de Acompañamiento y Rescate a Victimas de Trata, varios trabajadores refirieron que meses atrás, cuando vivían en Bolivia, fueron captados por el imputado, con el cual poseen un vinculo de parentesco, quien les prometió trabajo y alojamiento, comprándoles los pasajes hacia Argentina.

Pero una vez instalados en el domicilio allanado en las últimas horas, comenzaron a trabajar durante largas jornadas en el taller de costura sin recibir en ningún momento un salario, ya que el imputado les realizaba descuentos en concepto de alojamiento, comida, pasajes y atención medica (la cual nunca recibieron, aseguraron los denunciantes).

Los investigadores también establecieron que la documentación de las víctimas era retenida por el imputado y no les permitía salir del lugar. Al momento del allanamiento, en el lugar estaban en esas condiciones 25 trabajadores, aunque 14 de ellos mostraron su desconformidad respecto a la modalidad de trabajo a la cual eran sometidos.

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