Hoy indagan a la policía acusada de encubrir el crimen de Lucas González: sus cómplices hablaron de un “enfrentamiento”

Tras estar varios días prófuga y entregarse ayer al mediodía, Lorena Miño enfrentará al juez y el fiscal del caso

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Miño al entregarse ayer junto a sus defensores en el palacio de Tribunales (Luciano González)
Miño al entregarse ayer junto a sus defensores en el palacio de Tribunales (Luciano González)

La oficial Lorena Miño, efectivo de la Policía de la Ciudad, enfrentará hoy al mediodía al magistrado Martín del Viso, titular del Juzgado N°7, y al fiscal Leonel Gómez Barbella por el supuesto delito de encubrir el crimen de Lucas González, el joven de 17 años asesinado por efectivos de la fuerza porteña en un caso de gatillo fácil ocurrido dos semanas atrás en uno de los ingresos de la Villa 21-24 de Barracas.

Miño se entregó ayer al mediodía luego de pasar 72 horas prófuga y difundir un video en donde se mostraba junto a sus defensores. Comparte la imputación con otros cinco efectivos de la brigada de la Comuna 4, a los que pertenecían los principales imputados del caso, el inspector Gabriel Isassi y los oficiales José Nieva y Fabián Gómez, señalados como autores materiales del crimen.

Sus coimputados y compañeros son los efectivos que actuaron en la escena del hecho y realizaron los arrestos de los tres jóvenes que acompañaban a Lucas, que fueron arrestados y llevados al Instituto de Menores Inchausti para ser liderados y sobreseídos dos días después. Se sospecha, también, que los policías plantaron una réplica dentro del Volkswagen Suran donde viajaban Lucas y sus amigos.

Memoria: la madre de Lucas sostiene sus botines en la marcha del lunes pasado (Franco Fafasuli)
Memoria: la madre de Lucas sostiene sus botines en la marcha del lunes pasado (Franco Fafasuli)

La calificación que se les enrostra es la de de “falsedad ideológica; privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional; encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave; amenazas y odio racial, todos ellos en concurso ideal”

La figura de odio racial se introduce luego de los testimonios de los jóvenes víctimas, que aseguraron haber oído frases como: “A estos villeritos hay que darle un tiro en la cabeza a cada uno. Dónde tenés la falopa, dónde está el arma con la que mataste a tu amigo”.’

Ayer declararon sus compañeros de causa: el comisario Juan Romero y el subcomisario Roberto Inca -ambos a cargo de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 4-; y el comisario Fabián Du Santos, el principal Héctor Cuevas y la oficial Micaela Fariña, todos de la Comisaría Vecinal 4D de la Policía de la Ciudad.

El video que Miño envió desde la clandestinidad.

Los cinco coincidieron en que escucharon por radiofrecuencia que “se habría tratado de un enfrentamiento”, según confirmaron fuentes del caso a Infobae. La versión, si es cierta, claramente complica a Gabriel Isassi, José Nieva y Fabián Gómez, los acusados del homicidio del joven de 17 años. Si se comprueba que plantaron una versión falsa en la radio policial para cubrir sus rastros y que sus compañeros de brigada lo avalaron, ciertamente podría complicar el cuadro general de imputaciones con respecto al encubrimiento.

Luego, comenzaron a variar los relatos. Hubo diferencias sobre los chalecos en que llevaban los efectivos acusados del homicidio. Uno de los comisarios incluso estableció diferencias entre la brigada de la Comuna 4 acusada por el hecho, que hasta le dictaría órdenes a la propia comisaría de la zona, según la versión. Los efectivos de menor rango que se presentaron en la escena aseguraron que se limitaron a cortar el tránsito. Sus superiores, en cambio, aseguraron que tuvieron otras tareas, incluidas las detenciones de los tres menores que acompañaban a Lucas.

“Claramente pudo haber un plan en común” entre ambas dependencias, sospecha un investigador. Lo que diga Miño hoy al mediodía podrá ser clave.

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