Dos presos murieron tras enfrentarse a puñaladas en la celda que compartían en la cárcel de Las Flores

Luego del motín que se produjo hace una semana en la Unidad Penitenciaria N° 2 de Las Flores, dos presos murieron este martes tras enfrentarse a puñaladas en la celda que compartían en esa cárcel santafesina.

Según informaron fuentes del Gobierno provincial, los incidentes ocurrieron alrededor de las 16 de este martes en el pabellón N° 3, donde ambos presos estaban alojados. Aún se desconocen los motivos que desencadenaron la pelea. En principio, en la riña no habrían participado terceros.

Los reclusos, Gastón Stromayer, 37 años, y Sergio Ortega, de 23, se atacaron con armas blancas. Producto de las heridas cortopunzantes, fueron trasladados de urgencia desde el penal hacia el Hospital José María Cullen, donde finalmente fallecieron.

Stromayer se encontraba detenido bajo la medida cautelar de prisión preventiva, mientras que Ortega había sido condenado por “homicidio simple” en una causa que también se tramita en la Justicia provincial.

Hace unos días, la cárcel de Las Flores también había estado en el centro de atención por disturbios originados por internos que reclamaban mayores medidas de prevención por el coronavirus y situaciones de hacinamiento.

La reyerta comenzó el lunes de la semana pasada y se extendió hasta altas horas de la madrugada del día siguiente. Finalizó con cuatro muertos. El Ministerio Público de la Acusación (MPA) los identificó como Matías Gastón Crespo (31), Andrés Ezequiel Behler (23), Rolando Duarte (60), y Jonatan Exequiel Coria (29).

Dos de los fallecidos tuvieron un final brutal: aparecieron calcinados. Ambos pertenecían al pabellón de los detenidos con causas por abusos sexuales y violaciones, por lo que la hipótesis principal es que se trataría de disciplinamiento por mano propia.

Los otros dos asesinados habían sido heridos de gravedad y perdieron la vida en el Hospital Cullen.

Unas horas después de que el motín terminara, surgieron nuevos incidentes, en los pabellones 5 y 10 y debido a que a los internos no se les permitió la salida a los patios. Como consecuencia, dos policías resultaron heridos en el cuero cabelludo y un interno sufrió una contusión en un brazo, por lo que debieron trasladarlos a un centro médico, sin riesgo de vida.

En simultáneo, también hubo disturbios en la cárcel de Coronda. En este caso se registró un muerto. La víctima fue identificada como Alan Matías Miguel Montenegro (23), quien era barra brava de Colón, estaba preso por homicidio y fue asesinado antes del inicio del motín.

“En Coronda hubo unos 300 amotinados y se pudo regularizar rápidamente. Lo que lamentamos enormemente es que se destruyeron los talleres de sastrería donde se estaban fabricaban los barbijos, las cofias y todo lo necesario para esta emergencia”, dijo el secretario de Asuntos Penales de Santa Fe, Walter Gálvez, en diálogo con Infobae.

La tensión creciente en los penales de Santa Fe y en otras dependencias del país emergió por una combinación de factores y por la situación excepcional que trae aparejada la pandemia del coronavirus. Además del histórico hacinamiento, la suspensión de las visitas y los rumores de posibles excarcelaciones sirvieron como caldo de cultivo de las protestas.

Los detenidos también aseguran que el cierre de las visitas implicó una falta de comida y que lo que proveen las autoridades carcelarias es incomible o insuficiente.

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