8M 2023: lo que dejó la multitudinaria movilización frente al Congreso por el Día Internacional de las Mujeres

Miles de mujeres y disidencias marcharon con un clima festivo en la Ciudad de Buenos Aires hasta el Congreso. Las manifestaciones se repitieron en distintos puntos del país. Qué colectivos participaron y cuáles fueron los reclamos

Compartir
Compartir articulo
Durante el 8 M hubo marchas multitudinarias en todo el país (Nicolas Stulberg)
Durante el 8 M hubo marchas multitudinarias en todo el país (Nicolas Stulberg)

A lo largo y ancho de la Argentina y en más de 40 países del mundo se realizaron hoy manifestaciones por el #8M. La fecha que los feminismos resignificaron como jornada de lucha, como momento para revisar privilegios en vez de regalar bombones, la oportunidad de reemplazar el “feliz día” por la reflexión. Porque en Argentina (y en gran parte del mundo también), por ejemplo, las mujeres siguen teniendo menor tasa de actividad que los varones, mayor desocupación ─sobre todo si son jóvenes─, y cuando acceden al trabajo lo hacen en empleos de menor calidad y en sectores de menor ingreso. Y porque a este ritmo se necesitarían 18 años para cumplir con el cupo mínimo de 1% de los cargos y puestos del Estado Nacional para la población travesti trans y no binaria.

A partir de las 16, el colectivo “Ni una Menos” junto con trabajadoras de centrales sindicales y de la economía social y popular convocaron en la ciudad de Buenos Aires a marchar hasta el Congreso.

Un cartel de esta marcha
Un cartel de esta marcha

“Este año las discusiones giraron sobre dos grandes ejes. Por un lado, la situación económica; y, en ese sentido, hay un componente muy fuerte de sectores sindicales que exigen salarios que le ganen a la inflación. A la vez, movimientos sociales que exigen reconocimiento del trabajo comunitario de las trabajadoras de la economía popular que tanto hicieron en pandemia. Y después hay otro gran eje que tiene que ver con una Justicia que actúa de manera patriarcal, clasista y racista. Esto lo vemos en la vida cotidiana de las mujeres: en las que luchan por la cuota alimentaria o las que acuden a la justicia en un caso de violencia de género y suelen ser revictimizadas. Pero además lo vemos en el avance de la criminalización y persecución judicial de lideresas populares”, señala a Infobae Lucía Cavallero, socióloga e integrante de Ni Una Menos.

Agus y Mica se funden en un abrazo ruidoso sobre avenida Rivadavia. Son amigas del colegio, pero llevan tiempo sin verse. Las alegra el encuentro, pero más se alegran del contexto en el que se encuentran.

Agus y Mica son amigas del secundario y se alegraron por el contexto en el que se reencontraron
Agus y Mica son amigas del secundario y se alegraron por el contexto en el que se reencontraron

“Marchamos muchas veces pero no volvimos a vernos desde que terminamos el secundario. El reencuentro en el Congreso, otra vez el día de la mujer, otra vez reivindicando derechos juntas es lindo”, cuenta Agus mostrando un cartel que dice “Mamá, hoy grito por las veces que te callaron”.

“Vengo por mi vieja, por todos los derechos que no supo que tenía y porque empezó a comprender el valor de ser mujer y mamá cuando yo empecé a luchar en el secundario. Por eso le hice este cartel. Mi mamá sufrió situaciones muy complicadas como mujer. La violentaron múltiples parejas, se practicó un aborto clandestino en el que casi se muere desangrada. Estoy acá por ella”.

Mica estudia Arqueología en la facultad y hoy marcha para que cada vez más mujeres se apropien de los espacios profesionales y laborales.

“Vine por la reivindicación de la mujer en el ámbito profesional. Como mujer nos resulta más difícil entrar al mundo profesional y de la investigación. Son espacios de hombres. En mi carrera por ejemplo somos pocas mujeres y me gustaría que existieran más opiniones de mujeres para sentirme más segura”.

Como desde hace siete años, la invitación a movilizarse viene de la mano de la puesta en práctica de un paro de actividades de las mujeres y disidencias. Una iniciativa que se repite en otros puntos del mapa y que pretende evidenciar que el trabajo es tanto formal, como informal, doméstico y autogestivo. La organización de estas huelgas fue facilitando, así, el cruce entre trayectorias sindicales y militancias feministas.

Yamile Socolovsky, recién asumida Secretaria de Género de CTA-T y Secretaria de Relaciones Internacionales de CONADU, da cuenta del proceso: “Una vez más, la presencia y movilización en unidad de las compañeras organizadas en las tres centrales sindicales y en las organizaciones de la economía popular es una prueba de que el movimiento feminista está en el sindicalismo y el sindicalismo está presente en el movimiento feminista. Y en esta fecha es claramente fundamental poner en primera línea los reclamos del feminismo centrados en la mirada de las trabajadoras y les trabajadores”.

"El movimiento feminista está en el sindicalismo y el sindicalismo está presente en el movimiento feminista", dijo Yamile Socolovsky, Secretaria de Género de CTA-T y Secretaria de Relaciones Internacionales de CONADU  (Prensa CTA)
"El movimiento feminista está en el sindicalismo y el sindicalismo está presente en el movimiento feminista", dijo Yamile Socolovsky, Secretaria de Género de CTA-T y Secretaria de Relaciones Internacionales de CONADU (Prensa CTA)

Cristina Zárate se saca selfies con sus compañeras. Las ferroviarias se destacan entre la marea. Visten en composé verde y blanco. Llevan paraguas al tono. Cantan, bailan, marcan presencia.

“Hace 20 años que formo parte de la industria ferroviaria. Estoy en la seccional Retiro de la Unión Ferroviaria. En los últimos años logramos que se incorporen mujeres en lugares donde antes no había. Ahora hay mujeres en los talleres, tenemos torneras y mujeres en mantenimiento. Somos la primera seccional que tuvo una mujer como Secretaria General; eso fue un hito dentro de la Unión Ferroviaria. Y a partir de eso logramos sumar a otra compañera en la comisión directiva del gremio. Hoy estoy acá para acompañar estas mejoras y para visibilizar lo que falta. Que tengamos el mismo ingreso que los varones o que nosotras podamos acceder a una gerencia. Porque siempre existe la prioridad a los hombres pese a que muchas tenemos la misma o más formación. Vinimos para visibilizar que las mujeres también podemos ser jefas”.

Sobre las disparidades se ocupó especialmente Dina Sánchez, Secretaria General adjunta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP): “Este 8M partimos de un escenario de profunda desigualdad. El 64% de la población de menores ingresos somos mujeres y disidencias, y ganamos en promedio un 28,1 % menos que los varones. Lo más terrible es que más del 60% de los niños y niñas nacen en la pobreza. Y este panorama no es natural. Tiene que ver fundamentalmente con cómo se sostienen las tareas de cuidado individuales y comunitarias en nuestra sociedad. Quienes nos ocupamos de los cuidados somos las que sostenemos el hogar y la sociedad y sin embargo aún hoy, para las estadísticas oficiales, aparecemos como inactivas”.

 Dina Sánchez, Secretaria General adjunta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP)
Dina Sánchez, Secretaria General adjunta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP)

El #8M marchó bajo la consigna “Con esta Justicia no hay derechos ni democracia, la deuda es con les y las trabajadoras”, y Frida cree que la frase la representa: “Cuando dicen que la deuda es con nosotras, no mienten. Nos deben un montón a las mujeres. Es feo que no nos escuchen”.

Frida tiene 16 años y es la primera vez que le pone el cuerpo a una movilización. Vino con su mamá y una amiga de su mamá.

“Cuando se debatió por primera vez la ley del aborto quise venir, pero era muy chica y no pude. Cuando finalmente se aprobó tampoco vine por la pandemia y a mi mamá le dio miedo que me enferme. Por eso esta es mi primera marcha y estoy muy emocionada porque no sabía cómo era. No sabía si eran marchas tristes o felices, si eran protestas. Me imaginaba una marcha de enojo. Yo en realidad vine un poco enojada porque todavía nos dicen ˋfeliz día´ por ejemplo. Pero estar acá me encanta porque veo un montón de colores y un montón de mujeres de todas las edades. Me dan ganas de llorar ver señoras grandes o chicas muy chiquitas. Es una mezcla de todo y me gusta. Es medio mágico. Porque además estuve leyendo los carteles y piden todo y de una manera linda. Con colores, con música. Me siento feliz de estar acá”.

Como desde hace siete años, la invitación a movilizarse viene de la mano de la puesta en práctica de un paro de actividades de las mujeres y disidencias
Como desde hace siete años, la invitación a movilizarse viene de la mano de la puesta en práctica de un paro de actividades de las mujeres y disidencias

Suenan Lali y Shakira y Callao y Rivadavia se transforman en una pista de baile improvisada, calurosa. El clima de fiesta no pierde densidad política. Se reclama con alegría, con amorosidad. Ternura feminista para otros mundos posibles.

Jazmín tiene 10 años, su carita llena de purpurina y un cartel que grita “Quiero vivir. No sobrevivir”. Lo pintó ella y lo lleva bien alto. Camina cuadras y cuadras, pero no se cansa. Al lado la sigue una prima, Nahiara, de seis años. Viajaron hasta Congreso con su tía Sasha desde Lomas de Zamora. Tomaron dos colectivos y un tren. Nahiara quiere ser doctora y amenazó con llorar si no la traían. Jazmín es la segunda vez que acompaña a su tía y contesta segura por qué quiso marchar: “Estoy acá porque me tocaron. Cuando iba en una combi al colegio un chico más grande que yo me tocaba. Entonces vengo para hacer justicia por eso que me pasó y porque les pasa a algunas más. Y vengo por los derechos de las mujeres y eso para mí significa que las mujeres puedan hacer las mismas cosas que los hombres”.

Seguir leyendo: