El día que Evita votó por única vez: la urna en el hospital y el llanto junto a Perón

Fue hace 68 años, el 11 de noviembre de 1951, cuando las mujeres votaron por primera vez en la Argentina para la elección presidencial del período 1952-1958. Eva Duarte, recién operada del cáncer de útero, lo hizo desde la cama del Policlínico donde estaba internada

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Eva Perón votó por primera y única vez el domingo 11 de noviembre de 1951. Lo hizo desde la cama del Policlínico donde había sido operada por el cáncer en el útero (Foto: Pinélides Fusco)
Eva Perón votó por primera y única vez el domingo 11 de noviembre de 1951. Lo hizo desde la cama del Policlínico donde había sido operada por el cáncer en el útero (Foto: Pinélides Fusco)

En la nublada tarde del 23 de septiembre de 1947 el griterío era ensordecedor en la Plaza de Mayo, especialmente de las mujeres, que no dejaban de cantar: “Las muchachas peronistas, con Evita triunfaremos, y con ella brindaremos nuestra vida por Perón ¡Viva Perón! ¡Viva Perón!”. Eran las estrofas del himno Evita Capitana, que plagiaba los acordes de la marcha peronista.

Tenían motivos para estar eufóricas. Ese día, desde los balcones de la Casa Rosada, el presidente Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte promulgarían la ley del voto femenino.

Detrás habían quedado cajoneados y ninguneados unos 22 proyectos, el primero de ellos presentado por el legislador Alfredo Palacios en 1911.

La primera elección presidencial en la que las mujeres comenzaron a ejercer su voto ocurrió hace 68 años, gracias a la ley 13.010. Se elegiría presidente para el período 1952-1958, bajo la Constitución reformada de 1949, que establecía una elección de una sola vuelta, voto directo, un mandato presidencial de 6 años y reelección indefinida.

La Carta Magna reformada también permitía el voto de los habitantes de los territorios nacionales. De un padrón de 8.623.640, 4.225.467 eran mujeres, según el censo realizado en 1948.

Ya desde la campaña electoral de 1946, Perón incluyó el derecho al voto femenino. Su contrincante, José Tamborini también había afirmado que “esta es la última elección presidencial en que no votan las mujeres”.

Aviso para el empadronamiento de las mujeres
Aviso para el empadronamiento de las mujeres

Hubo precursoras como Julieta Lanteri, la quinta médica que tuvo el país que logró votar en las elecciones a concejales en la ciudad de Buenos Aires del 26 de noviembre de 1911, iniciativas de Alicia Moreau de Justo y la provincia de San Juan, donde ellas votarían por primera vez en abril de 1928, gracias a la Constitución provincial que el golpe del 30 borró de un plumazo.

Evita dijo entonces que “yo me imagino que muchas otras mujeres han visto antes que yo los caminos que recorro. La única diferencia entre ellas y yo, es que ellas se quedaron y yo me largué”.

La ley 13.010

Cuando regresó de su gira por Europa, en agosto de 1947, lo primero que quiso averiguar es cómo estaba esa cuestión en el Congreso. Le ordenó al diputado Eduardo Colom que apurase los trámites. Una hora después de que el diputado radical Ernesto Sammartino presentase un proyecto similar, Colom hizo lo propio y a primera hora de la tarde entró otro cuyo autor era Justo Díaz Colodrero.

Eva Perón, ya muy enferma, junto a Juan Domingo Perón en 1952 (Granger/Shutterstock)
Eva Perón, ya muy enferma, junto a Juan Domingo Perón en 1952 (Granger/Shutterstock)

Sin embargo, como el Senado ya había aprobado uno del mendocino Soler, Colom retiró el suyo. Sabía que si se trataba el de su autoría, la sanción se demoraría.

Ya tenía el dictamen favorable de la comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados, presidida por John William Cooke, y que se discutió a lo largo de dos sesiones. En la segunda de ellas -en la primera Evita no pudo ir por una gripe- siguió las alternativas desde una de las bandejas, rodeada de sus seguidoras.

Afuera, las mujeres coreaban “¡Una, dos y tres, que se apruebe de una vez!”.

Entre los oradores, el diputado conservador Reynaldo Pastor se manifestó en contra. Habló de las mujeres que vivían en el campo, y que en días de las elecciones se verían obligadas a trasladarse días enteros hasta el lugar de votación, dejando el hogar y sus quehaceres, “…sin tener un lugar donde alojarse o teniendo que dormir al raso como el hombre. Todo esto haciendo abstracción absoluta de los fenómenos fisiológicos a que está sometida la mujer y a los que no está sometido el hombre…”

Fue el diputado Colom quien sorprendió al pedir el cierre del debate, quedando muchos por exponer. “¡¿No dejan hablar a los hombres y quieren que voten las mujeres?!”, protestaron los diputados opositores. Se votó y el proyecto se transformó en ley.

Evita dijo: “Aquí está, hermanas mías, reunida en la letra apretada de pocos artículos, una larga historia de lucha, tropiezos y esperanzas”.

Colom no podía creer que Evita lo nombrase públicamente. Años más tarde, le confesaría a Hugo Gambini que “puedo asegurar, sin pecar de vanidoso, que yo era uno de sus diputados favoritos. Fue la única que vez que en un discurso nombró a alguien que no era su marido”. Fue cuando Evita denunció que “desde un minúsculo sector del parlamento se intentó postergar la sanción de esta ley. Esta maniobra fue vencida gracias a la decidida y valiente actitud de nuestro diputado Eduardo Colom”.

Eva Perón, rodeada por Raúl Mende, Armando Mendez San Martin, Roberto Goyenechea, Juan Peron, Ricardo Finocchieto, Jorge Albertelli y Raul Apold (Foto: Pinélides Fusco)
Eva Perón, rodeada por Raúl Mende, Armando Mendez San Martin, Roberto Goyenechea, Juan Peron, Ricardo Finocchieto, Jorge Albertelli y Raul Apold (Foto: Pinélides Fusco)

El 23 de septiembre de 1947, fecha de la promulgación, la Plaza de Mayo estaba perfectamente adornada con toda la liturgia peronista, que incluía la imagen de la Libertad junto a una urna. Sobre la calle Balcarce, en un escenario una orquesta del Sindicato Argentino de Músicos interpretaba temas folklóricos y canciones partidarias.

Fue a las 19 horas cuando hicieron su aparición Perón y Evita en el balcón de la Rosada, que había sido recubierto con un terciopelo rojo. Luego de cantar el Himno Nacional, el ministro del Interior, el sindicalista Angel Borlenghi firmó el decreto de promulgación. Luego, fue el turno de Perón y luego Evita recibió el documento. Una cerrada ovación coronó el momento. Era el primer acto institucional en el que la esposa del presidente asumía un papel destacado.

“Tenemos, hermanas mías, una alta misión que cumplir en los años que se avecinan. Luchar por la paz. Pero la lucha por la paz es también una guerra. Una guerra declarada y sin cuartel contra los privilegios de los parásitos que pretenden volver a negociar nuestro patrimonio de argentinos”, dijo entonces.

Debieron apurar la ceremonia ya que el estado del tiempo amenazaba lluvia, que comenzaría a caer cuando la gente se desconcentraba.

Evita le dio los toques finales a la conformación de la rama femenina del Partido Peronista y, en el plano social, en enero de 1948 quedaría establecida por decreto la Fundación María Eva Duarte de Perón que, desde septiembre de 1950 se denominaría Fundación Eva Perón.

Su voto en 1951

En la noche del 4 de noviembre de 1951 se internó en el Policlínico Presidente Perón, en Avellaneda, para ser operada de un cáncer de útero. Ocupó una habitación en suite en el primer piso. El 6 fue intervenida por el doctor Georges T. Pack, aunque ella siempre creyó que la había operado Finochietto.

El 8 fue visitada por Juan Manuel Fangio quien, el 28 de octubre, había ganado el primer campeonato del mundo en Barcelona. “Para mí, no hay nada más grande que Perón y Evita”, diría.

Dos días antes de las elecciones, grabó un mensaje que se emitió por radio: “Yo les pido a los argentinos que voten por Perón y no lo hago como esposa del general, sino como una abanderada del pueblo y una plenipotenciaria de los trabajadores”.

La Junta Electoral la había autorizado a votar en el Policlínico, a pesar de la oposición de radicales y socialistas.

El Diario Democracia reflejó el momento en que Eva emitió su voto
El Diario Democracia reflejó el momento en que Eva emitió su voto

Fue un lluvioso domingo el 11 de noviembre de 1951 en que Eva Perón votó por única vez. A las 11 horas llegó la urna que había llevado la presidenta de mesa, un fiscal peronista, otro radical, escoltados por dos policías. El fiscal radical era un joven David Viñas, por entonces presidente de la FUBA.

Dejaron sobre la cama todas las boletas de los partidos que participaban del comicio y las autoridades salieron. Luego, la presidenta de mesa y los fiscales corroboraron que Evita hubiera emitido su voto. Además, estaban presentes los doctores Armando Méndez San Martín – ministro de Educación- Raúl Mendé -ministro de Asuntos Técnicos- y Raúl Apold, secretario de Informaciones de la Presidencia.

Cuando las autoridades comiciales salieron del Policlínico con la urna, la multitud se abalanzó sobre ella, “porque Evita la había tocado y porque su voto se encontraba adentro. ¡Una simple urna electoral que había adquirido propiedades místicas!”, recordaba Viñas.

-Ya voté -le dijo a Perón, que había votado a las 8 de la mañana, cuando éste entró a la habitación. Lloraron juntos.

Perón-Quijano obtuvo 4.744.803 votos contra 2.416.712 de Balbín-Frondizi. El 14 de noviembre, en una ambulancia que el presidente de México Lázaro Cárdenas había donado a la fundación, Evita fue trasladada a la residencia presidencial.

Según refiere el historiador Joseph Page, el propio Perón afirmaría que “la primera elección la gané con los hombres, la segunda con las mujeres y la tercera con los niños”. Pero esa es otra historia.

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