Se fue del país por la crisis del 2001, se convirtió en uno de los mejores bartenders del mundo y creó un trago en homenaje a la Argentina

Lucas Kelm tenía 13 años cuando sus padres decidieron emigrar. Comenzó a trabajar en gastronomía a los 15 y años, se consagró como barman y creó L’argentino, un aperitivo en homenaje a base de Malbec y Campari en homenaje a sus raíces.