¿Por qué el 27 de enero es el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto?

La fecha recuerda un episodio crucial en la derrota del nazismo

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Un cartel en el campo de concentración de Auschwitz. (Shutterstock)
Un cartel en el campo de concentración de Auschwitz. (Shutterstock)

El 27 de enero de cada año la UNESCO rinde tributo a las víctimas del Holocausto. En esta fecha se conmemora la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen nazi y sus colaboradores asesinaron a unos seis millones de judíos, -hombres, mujeres y niños-, en un intento de aniquilar sistemáticamente a la comunidad judía de Europa.

Aquel 27 de enero de 1945 el ejército soviético abría las puertas del infierno en Auschwitz-Birkenau, donde aún se encontraban algo más de 7.500 prisioneros, que recuperaban la libertad tras sobrevivir al horror de los campos de concentración nazis, donde Adolf Hitler puso en práctica con mortífero éxito su "solución final".

Así dormían los prisioneros en los campos de concentración. (Archivo)
Así dormían los prisioneros en los campos de concentración. (Archivo)

La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció en noviembre de 2005, en la Resolución 60/71, designar el 27 de enero Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

En el texto se reafirma la Declaración Universal de Derechos Humanos, que proclama que toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ella, sin hacer distinción alguna por motivos de raza, religión o de ninguna otra índole.

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Además se recuerda el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el que se afirma que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

También se cita el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en los que se proclama que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.

Teniendo presente que el principio en que se funda la Carta de las Naciones Unidas "de preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra", se atestigua el vínculo indisoluble que existe entre la Organización y la tragedia sin parangón de la Segunda Guerra Mundial.

(EFE)

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