El cerebro de las mujeres: 1 de cada 6 tiene riesgo de ACV a partir de los 60 años

El accidente cerebrovascular es la primera causa de discapacidad a nivel mundial. La importancia de la prevención con los controles médicos de rutina y las posibilidades de rehabilitación

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En la mujer, entre los 45 y 60 años es la etapa donde aumenta el riesgo de ACV, incluso superando el riesgo que poseen los hombres (Getty)
En la mujer, entre los 45 y 60 años es la etapa donde aumenta el riesgo de ACV, incluso superando el riesgo que poseen los hombres (Getty)

El accidente cerebrovascular (ACV) es un problema de salud grave que afecta a hombres y mujeres, es la cuarta causa de muerte y la primera causa de discapacidad a nivel global.

El ACV ocurre cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes.

Una de cada 6 mujeres después de los 60 años puede tener riesgo de ACV y eso supera a los hombres, ya que las mujeres tienen una expectativa de vida superior a la de los hombres con lo cual tienen un riesgo acumulado”, sostuvo la doctora Marina Romano de la Sociedad Neurológica Argentina.

Si bien los hombres tienen mayores riesgos de padecerlo, son más las mujeres que mueren a causa de este diagnóstico, incluso superando el cáncer de mama. la diferencia entre la mujer y el hombre está vinculada sobre todo con la parte hormonal: especialmente en el embarazo y la menopausia (donde caen los estrógenos). Por eso, la clave para la prevención es tener un control de los factores de riesgo en la edad más fértil.

“En la etapa fértil, es importante prestar atención al uso de anticonceptivos orales, sobre todo en las mujeres mayores de 35 años, que tienen migraña con aura y que fuman. En estos casos se sugiere abandonar el tratamiento con anticonceptivos”, indicó la doctora Romano.

Entre los 45 y 60 años es la etapa donde aumenta el riesgo de ACV, incluso superando el riesgo que poseen los hombres. Ahí es fundamental la prevención: tomarse la presión, realizarse electrocardiograma y doppler para la detección de enfermedades. Se recomienda también mantener una alimentación saludable y actividad física regular (al menos 150 minutos en una semana)”, destacó la especialista destacó durante el conversatorio “Soy mujer y el ACV me afecta”, organizado por la Asociación Por una vida libre de ACV, junto a Fundación INECO y Centro Cites Ineco, en el marco del mes de la mujer.

"El ACV no le pasa solo a una persona: a la familia, al contexto y a la comunidad”, destacó Teresa Torralva, presidenta de Fundación Ineco (Getty Images)
"El ACV no le pasa solo a una persona: a la familia, al contexto y a la comunidad”, destacó Teresa Torralva, presidenta de Fundación Ineco (Getty Images)

La doctora María Martha Esnaola, de la asociación Por una vida libre de ACV explicó que “muchos pacientes logran recuperarse a tiempo, pero el otro gran porcentaje de pacientes no llegan a acceder al tratamiento adecuado porque es muy específico y tiene unos protocolos para ser realizados que son muy estrictos. Por ello, muchos pacientes permanecen con algún tipo de secuela y uno cree que la vida se termina cuando tiene un ACV y tenemos que mostrarles que no es así, que hay mucho para hacer”.

Además de la prevención y el pronto diagnóstico y tratamiento, es clave la rehabilitación una vez que el accidente cerebrovascular ocurrió. “Nunca es tarde para rehabilitarse. La rehabilitación debe ser intensiva, tener una finalidad o un objetivo, debe ser motivacional y recreativa. Por eso es muy importante que sea entretenida, que el paciente tenga una motivación para poder realizarla”, destacó Máximo Zimerman, neurólogo y director médico del Centro Cites Ineco.

Cada paciente tiene un grado de afectación distinta o diferentes áreas comprometidas. Zimerman explicó que “la ciencia detrás de la rehabilitación es la neuroplasticidad, que es la capacidad plástica de reorganización que tiene nuestro sistema nervioso hacia una circunstancia o una lesión. Por ello se deben crear situaciones para que el paciente pueda recuperar esta independencia, y una reinserción social y laboral”.

Uno aprende junto al familiar y en equipo, cuáles son las necesidades y cómo es el camino. Contar con información que nos guíe con los pasos a seguir cuando acompañamos a alguien que atraviesa una enfermedad mental o un diagnóstico neurológico, nos ahorra tiempo, energía y angustia”, contó Teresa Torralva, investigadora y presidenta de Fundación Ineco.

Con la experiencia de acompañar familiares y pacientes por más de 25 años, Torralva destaca: “Elaboramos el libro Saber Acompañar que contempla qué hacer cuando uno recibe el diagnóstico, cómo enfrentar los tratamiento y cómo ocuparnos de quien cuida. Sabemos que el estrés es brutal, este tipo de eventos no le pasa solo a una persona: a la familia, al contexto y a la comunidad”.

El ACV es la cuarta causa de muerte y la primera causa de discapacidad a nivel global
El ACV es la cuarta causa de muerte y la primera causa de discapacidad a nivel global

Respecto a las terapias basadas en las artes, los expertos resaltaron que cualquier rehabilitación debe ser a medida del paciente y tiene que tener un sentido y propósito para el propio paciente, sino, no prospera.

“Las terapias basadas en el arte (música, teatro, arte) consiste en que distintos profesionales utilizan los recursos y herramientas de estas disciplinas en pos de un objetivo clínico. Eso le genera bienestar al paciente y hace que quiera continuar y mantener su tratamiento”, dijo Torralva.

Por su parte, Mariela Alderete quien preside la Asociación por una vida libre de ACV, la asociación que nuclea tanto pacientes, como familiares y profesionales de la salud destacó la importancia de la asociaciones de pacientes a la hora de incidir en la salud de la población. Alderete mostró la necesidad de darle voz a las pacientes que han atravesado el sufrimiento de haber tenido un ACV tanto como mostrar las posibilidades de recuperación, además de dar visibilidad a los factores de riesgo en las mujeres para prevenir.

Los especialistas que participaron del conversatorio recomendaron:

- Prestar atención a los síntomas, no demorar las consultas e ir inmediatamente a las guardias

- Tener acceso a buena información para ser un paciente empoderado que pueda tomar decisiones médicas con autonomía

- Exigir nuestros derechos para acceder a atención de salud de calidad

- Fomentar el bienestar. Para ello hay tres factores clave: cultivar los sentimientos positivos; mantener nuestros vínculos sociales; y que nuestra vida tenga un propósito.

- Nunca es tarde para rehabilitarse, lo importante es la intensidad y la calidad

- Animarse a hacer terapias basadas en las artes

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