
Según especifican, el personal de salud es de la sub poblaciones con mayor riesgo de contagio por SARS-Cov-2. En la mayoría de las series representa un porcentaje muy elevado de la población infectada (entre un 20/25%). Se cree que aproximadamente 1/6 a 1/5 de ellos pueden infectarse en el curso de la pandemia.
Con excepción de las medidas poblacionales, como aislamiento sanitario, distanciamiento social y barbijo, hasta el momento no existen medidas farmacológicas preventivas que hayan demostrado reducir la tasa de infección.

Los ácidos grasos poliinsaturados en altas dosis, tipo omega 3, poseen propiedades que los hacen potencialmente beneficiosos en el contexto de pandemia. podrían reducir las tasas de infección por SARS-Cov-2 y modular el proceso inflamatorio y de reparación en pacientes COVID-19.
Al ser una variante nutricional no posee protección de patente y por lo tanto sus costos son abordables desde la perspectiva poblacional. Esto significa que es universalmente aplicable.
Sus efectos adversos son escasos, por lo cual aumenta su aplicabilidad y potencial universalidad de utilización.
“Buscamos voluntarios trabajadores de salud para poder testear formalmente con metodología científica si esta alternativa es efectiva en el contexto de esta pandemia”, advirtió Rafael Díaz, médico cardiólogo que junto a Andrés Orlandini encabezan el equipo de investigadores argentinos perteneciente a ECLA (Estudios Clínicos Latinoamérica) y al Instituto Cardiovascular de Rosario.

El equipo se completa desde la Universidad de Harvard y liderado por el doctor en medicina, Deepak L. Bhatt, quien además es director ejecutivo del Programa de Intervenciones Cardiovasculares y profesor de la Universidad de Harvard.
Deepak Bhatt es una de las personalidades académicas más destacadas de los últimos años en el ámbito cardiovascular. Su mayor producción científica estuvo focalizada en el área de trombosis, agregación plaquetaria y prevención cardiovascular. Una de las contribuciones de mayor impacto fue demostrar reducción de morbilidad y mortalidad cardiovascular con un derivado etílico del Ácido Eicosapentaenoico (o EPA), presente en el Omega 3, en pacientes de alto riesgo cardiovascular. Actualmente aporta su experiencia y conocimiento en investigaciones de gran nivel científico para mitigar las consecuencias de la actual pandemia por el nuevo coronavirus.
La pregunta científica disparadora que ambos equipos se formularon y que devino en la puesta en marcha del ensayo clínico PREPARE-IT fue investigar los efectos de un componente del Omega-3 en la prevención del COVID-19. El estudio que ya tiene su rama de voluntarios en la Argentina -y busca voluntarios para completar el trial- tiene un sólido background científico en donde apoyarse. Está basado en la experiencia de la investigación REDUCE-IT , que ya demostró que la administración de un derivado del Omega 3 -el ácido eicosapentaenoico, EPA- en altas concentraciones y en pacientes de alto riesgo de desarrollar eventos vasculares redujo la mortalidad. Y los datos experimentales además demostraron que estos agentes poseen propiedades antimicrobianas y antivirales.

Desde ahí PREPARE-IT o PREVENIR COVID-19 con EPA en personal de salud en riesgo, según su denominación completa en español, partió de la hipótesis principal que es reducir la tasa de infección en trabajadores de la salud, una población por su exposición directa al virus de muy alto riesgo.
Este ensayo clínico es realizado en 1.500 trabajadores sanos de los sectores sanitarios divididos en grupos de tratamiento y placebo durante un período de ocho semanas. Al grupo de tratamiento se le administra una dosis diaria de 8 gramos de la droga basada en Ácido Eicosapentaenoico (o EPA) durante las primeras tres jornadas y 4 gramos diarios durante los días 4-60, o un esquema idéntico al grupo placebo.
Si el Omega 3 es antiinflamatorio y antitrombótico que ya se determinó en REDUCE-IT podría tener un rol importante contra el COVID-19. “Hay modelos experimentales que demuestran que este tipo de ácidos grasos poliinsaturados presentes en el Omega 3 puede tener efecto antiviral y antimicrobiano y podría interferir con la cantidad de personas que se infectan”, adelantó Rafael Díaz a Infobae. La expectativa que tiene este grupo de investigadores es que, como mínimo, se reduzca un 30% el riesgo de contagio.

La expectativa que tiene este grupo de investigadores es que, como mínimo, se reduzca un 30% el riesgo de contagio. En diálogo con Infobae, el doctor Díaz, explicó: “Nosotros conocemos que los ácidos grasos poliinsaturados, llamados también Omega 3 básicamente se agrupan en dos grupos: EPA (eicosapentaenoic acid) y DHA (docosahexaenoic acid), ambos formatos químicos, y son los dos componentes más importantes del Omega 3”.
“La interpretación de cómo juegan desde el punto de vista mecanístico es muy completa, es muy básico, mecanismos moleculares muy íntimos, pero el efecto final podría estar relacionado a que tienen una función antiinflamatorio y antitrombótico”, agregó.
Según especificó el doctor Díaz, “el efecto antiinflamatorio se ve a través de la modulación de muchos sistemas y ahí aparentemente el EPA pareciera ser mucho más poderoso que el DHA. Hace muchos años que se investigan los Omega 3 en cardiología y en patologías de alto riesgo como diabetes, de hecho hay entre 10 y 11 estudios clínicos previos, la mayoría de ellos no demostraron beneficios, pero es importante destacar que en todos esos estudios la dosis de Omega fue alrededor de 1 gramo por día, y en la mayoría de esos estudios Omega contenía EPA y DHA”.

Los científicos creen que partiendo de la base de que estos compuestos tienen mecanismos moleculares antiinflamatorios y antitrombóticos que se han demostrado en experimentación básica a nivel celular: un nuevo estudio clínico que fue presentado a fines del año 2018, denominado REDUCE-IT, fue planificado con altas dosis de Omega 3, de un derivado etílico del EPA, solamente EPA en una alta dosis, de 4 gramos.
La selección de los participantes busca personas sin evidencia clínica de COVID-19, y las interacciones se realizarán de forma remota para eliminar los riesgos para la salud asociados con los contactos presenciales. A su vez, todos los voluntarios serán hisopados y se analizarán los anticuerpos IgG al comienzo y al final del estudio.
Los interesados en ser voluntarios de PREPARE-IT ARGENTINA pueden conectarse vía WhatsApp +5493416 907846 o a la web del ensayo www.prepare-it.org
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