(Desde Washington, Estados Unidos) Javier Milei partió 18.15 (hora local) del hotel desde la Base Andrews rumbo a Zúrich (Suiza) para participar del Foro Económico de Davos, un prestigioso cónclave que reúne a los mandatarios, inversores, asesores, lobistas y banqueros que marcan el ritmo cotidiano de la agenda mundial.
El jefe de Estado viaja acompañado de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el canciller Gerardo Werthein. La comitiva oficial se mueve con el avión comprado por Alberto Fernández, que ya demostró su escasa funcionalidad en vuelos largos.
Serán cuarenta y ocho horas intensas en la pequeña ciudad alpina, adonde Milei explicará la próxima agenda de gobierno y su perspectiva del tablero internacional, tras participar de la asunción de Donald Trump y mantener un encuentro positivo con Kristalina Georgieva.
La visita de Milei a DC exhibió su popularidad global y la afinidad política e ideológica que tiene con Trump y los miembros más importantes de la administración republicana.
El presidente fue privilegiado por el protocolo de la Casa Blanca al momento de ubicarlo en las ceremonias oficiales y en las invitaciones cursadas para que participe -junto a Karina Milei y Werthein- en las principles galas que se convocaron para festejar el triunfo de Trump.
El 20 de enero, muy temprano y con un frío que estrangulaba, se celebró un oficio religioso antes de la asunción de Trump. Se trata de una tradición que inicio Franklin D. Roosevelt en 1932, y que continúa en el siglo XXI. Milei y la secretaria General fueron invitados junto al establishment político de DC.
Cuando terminó la ceremonia, Trump, Melania y el resto de la familia presidencial salieron por un pasillo cercano a la ubicación de Milei. Trump lo saludó y tuvo un gesto afectivo, mientras ciertos miembros de su familia le pidieron a Milei una selfie. El jefe de Estado aceptó inmediatamente, y desde ese momento el clima protocolar se rompió en mil pedazos.
“Ahí metí entre 20 y 30 selfies corridas. Con la gente que estaba en la iglesia”, le comentó Milei a un miembro de la delegación oficial.
-¿Y Trump que te dijo?, le preguntaron al presidente.
-Me saludó como un amigo-, contestó.
Anoche en la Gala Inaugural Starlight, Milei y el secretario de Estado, Marco Rubio, se encontraron a la espera de la llegada de Trump y su vicepresidente J.D Vance. En ese escenario, el presidente argentino y Rubio aprovecharon la oportunidad para analizar la agenda de América Latina y las relaciones bilaterales entre ambos países. Junto al Milei se alineó el canciller Werthein, mientras Karina Milei conversaba con otros invitados especiales de la Gala.
Milei y Rubio tienen idéntica mirada sobre América Latina, Medio Oriente y el conflicto entre Ucrania y Rusia. Ya se reunieron en Buenos Aires, y el cónclave de anoche ratificó las coincidencias entre el presidente y el jefe de la diplomacia de Trump.
“Marco Rubio es un verdadero conocedor de América Latina y un defensor incansable de los valores de la libertad. Su experiencia y liderazgo serán fundamentales para construir una relación bilateral fuerte y con un futuro muy importante para ambas naciones”, sostuvo hoy Milei respecto al flamante secretario Estado.
Antes de participar de la asunción de Trump, Milei se encontró con Kristalina Georgieva para avanzar en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La cita duró 75 minutos e implicó un avance en las conversaciones con el organismo multilateral de crédito.
“Fue una excelente reunión en el marco de un tremendo progreso que ha hecho la Argentina, con la inflación en baja, la estabilización de su economía, que ha comenzado a crecer”, dijo Georgieva tras el encuentro.
Y completó: “Vamos a trabajar en un nuevo programa, y creo que el resultado será una Argentina más dinámica y próspera”.
La relación es fluida entre el gobierno nacional y la administración republicana, y es probable que Milei regrese a Washington en las próximas semanas. La Casa Blanca exhibió su voluntad política de recibir al mandatario argentino, y la Cancillería ya trabaja en un posible viaje que consolide la relación política entre Milei y Trump.
Está previsto que a las 19.00 (dos horas en la Argentina), el avión presidencial decole en la Base Andrews rumbo al Foro de Davos.
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