Tras el alegato de Cristina Kirchner en el juicio por la obra pública, esta semana será el turno de Carlos Kirchner, José López y Lázaro Báez

Hoy se reanudan las audiencias, que continuarán también martes y viernes. De los 13 acusados, ya alegaron seis defensas

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Luego de las tres jornadas del alegato de Cristina Kirchner por el caso de las obras públicas concedidas al empresario Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz, esta semana será el turno de las defensas de Carlos Kirchner, del ex secretario de Obras Públicas José López, y de Lázaro Báez, que comenzará este viernes y terminará la semana próxima. En total, quedan siete defensas por alegar antes de entrar en la etapa final del juicio.

El juicio continuará hoy con el alegato de Carlos Kirchner, ex funcionario del Ministerio de Planificación Federal y primo de Néstor Kirchner. Mientras que mañana martes será el turno del alegato de la defensa oficial de José López. La expectativa del Tribunal Oral Federal 2 es dar a conocer el veredicto antes de fin de año.

En su intervención, el viernes pasado, Cristina Kirchner pidió que se investigue por prevaricato a los fiscales federales Diego Luciani y Sergio Mola, quienes pidieron que sea condenada a 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicas. “Se desmontaron las increíbles mentiras que desarrollando los fiscales Mola y Luciani y además quedaron a la luz del día la arbitrariedades que se han cometido en este juicio”, dijo la vicepresidenta.

Pero además vinculó el intento de homicidio que sufrió el 1° de septiembre pasado con el juicio y las causas judiciales que afronta. “Desde el ámbito judicial se da licencia social para que alguien pueda hacer cualquiera. Esto es crear un clima que han construido, no con las tres toneladas de prueba, lo que hay son 30 toneladas de tapas de Clarín, de La Nación y de alguna otra revista semanal donde se va estigmatizado a una mujer. Me siento en estado de indefensión con este país y con este poder judicial”.

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, asumió el viernes su propia defensa en los alegatos finales de un juicio por corrupción que denunció como plagado de "mentiras, calumnias y difamaciones", en el cual la Fiscalía ha pedido doce años de prisión para ella.
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, asumió el viernes su propia defensa en los alegatos finales de un juicio por corrupción que denunció como plagado de "mentiras, calumnias y difamaciones", en el cual la Fiscalía ha pedido doce años de prisión para ella.

El alegato lo cerró el abogado Carlos Beraldi con el pedido formal de absolución. “No es corrupción o justicia. Hay un solo camino, justicia. Las acusaciones fueron desmanteladas, destruida. No hay otro camino”, dijo el abogado para contestar la frase que había dicho Luciani en el cierre de su alegato. “Estamos convencidos de haber alcanzado la verdad y ahora le toca a cada uno de los jueces, a quienes la sociedad esta mirando. Señores jueces este es el momento: es corrupción o justicia. y ustedes tienen la decisión”, había dicho el fiscal.

La de Cristina Kirchner fue la sexta defensa en alegar de los 13 acusados que tiene el juicio. Ya pidieron su absolución el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, el ex subsecretario de Obras Públicas Abel Fatala y los ex funcionarios de Vialidad de Santa Cruz Héctor Garro, Mauricio Collareda y Raúl Daruich.

En el caso se juzgan las presuntas irregularidades en las 51 obras públicas que de 2003 a 2015, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, recibieron las empresas de Báez para la provincia de Santa Cruz. En sus alegatos los fiscales entendieron que la mayoría no se terminaron y que todas se cobraron. Además de que se incumplieron una serie de normas para su otorgamiento y que las licitaciones estuvieron armadas para que las gane Báez, un empresario amigo de Néstor Kirchner que armó su compañía insignia “Austral Construcciones” días antes de la asunción en 2003 de Kirchner como presidente de la Nación.

Luego de los alegatos, el tribunal puede decir de habilitar la etapa de réplicas y dúplicas donde todas las partes pueden responder aspectos de los alegatos que no fueron tratados en el juicio. Tras eso los acusados podrán hablar ante el tribunal por última vez antes del veredicto y finalmente la decisión de los jueces. La expectativa que tienen los magistrados es que la sentencia no se extienda al 2023, cuando será las elecciones presidenciales para no haya interpretaciones políticas de su decisión. Más allá de que saben que igual las habrá.

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