Cuadernos de la corrupción: Carolina Pochetti, viuda de Daniel Muñoz, busca declarar como arrepentida

Esta mañana fue trasladada desde la cárcel de Ezeiza hasta el juzgado de Claudio Bonadio y luego al quinto piso de Comodoro Py 2002, para mantener una entrevista con la defensoría oficial

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Carolina Pochetti (Adrián Escandar)
Carolina Pochetti (Adrián Escandar)

Carolina Pochetti, la viuda del ex secretario privado de Néstor Kirchner Daniel Muñoz y presa desde hace casi tres meses, busca ser arrepentida en el marco de la causa de los cuadernos de la corrupción. Esta mañana fue trasladada desde la cárcel de Ezeiza hasta el juzgado de Claudio Bonadio y luego al quinto piso de Comodoro Py 2002, para mantener una entrevista con la defensoría oficial.

Una de las versiones más fuertes que circulan en los pasillos de tribunales es la posibilidad de que Pochetti pida declarar en calidad de arrepentida, sobre todo por el conocimiento que podría tener del entramado de sociedades de Muñoz. "Tenía todo para serlo el día que fue presa, pero eligió negar todo, decir que no sabía nada y que confiaba en su marido", remarcaron fuentes judiciales a Infobae.

El movimiento llamó la atención en los tribunales: pareció un cambio de estrategia en este momento cuando el juez Claudio Bonadio y los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo ya cuentan con valiosa información sobre cómo Muñoz sacó millones de dólares a Estados Unidos y compró al menos 15 propiedades a nombre de sociedades encabezadas por presuntos testaferros. Más tarde intentó venderlas para hacer desaparecer la ruta del dinero.

Pochetti estaba representada por el abogado Miguel Ángel Plo, pero el defensor se convirtió en imputado cuando las investigaciones detectaron que había viajado a Estados Unidos y encabezado reuniones para poder vender las propiedades adquiridas en ese país. Luego pasó a ser defendida por otro abogado, que fracasó en un pedido de excarcelación ante la Cámara Federal.

Mientras Pochetti parecía quedarse cada vez más sola tras las rejas, varios de los imputados en la maniobra se fueron arrepintiendo.  Primero fue el ex matrimonio de Elizabeth Ortiz de Municoy y Sergio Todisco, que actuaron en esas sociedades sospechosas  y confesaron una serie de detalles. Más tarde, también declaró como imputado colaborador Juan Manuel Campillo, el ex secretario de Hacienda santacruceño que aún está detenido.

Su declaración derivó en la detención de Isidro Bounine, el secretario privado de Cristina Kirchner. Campillo aseguró que siempre pensó que la ex mandataria estaba detrás del pedido de Bounine para lavar dinero en Estados Unidos. La semana pasada  también pidió ser arrepentido Carlos Gellert, el primo de Pochetti cuya esposa aparecía en la cadenas de sociedades, pero aún no fue aceptado como arrepentido.

Ahora, Pochetti parece haber llegado a los tribunales de Retiros en busca de un acuerdo con la fiscalía, por estas horas al frente de Carlos Rívolo (porque su par, Carlos Stornelli, se encuentra de vacaciones).

Hoy se entrevistó con el defensor oficial Gustavo Kollman. Se trata de un funcionario que ya conoce la causa y los acuerdos de arrepentimiento en esta causa. Representa al chofer Óscar Centeno, al ex secretario de Obras Públicas José Lopez y también a dos de los protagonistas de este capítulo de la causa: Municoy y Campillo.

Precisamente por eso y para evitar que puedan ocasionarse eventuales intereses contrapuestos, Pochetti no será representada por Kollman sino por otro defensor oficial: Juan Hermida, con quien la viuda de Muñoz estuvo reunida desde la mañana hasta bien entrada la tarde.

Por lo avanzado de la hora, Pochetti regresó a su celda, pero fuentes judiciales indicaron a Infobae que la mujer hizo saber su voluntad de declarar como arrepentida en las próximas horas.

Todo dependerá de lo que tenga para ofrecer, de si convence a los fiscales y también a Bonadio, añadieron las fuentes.

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