Un senador santafesino y otro tucumano, los dos votos más codiciados en la pelea por la legalización del aborto

Crecen la tensión de cara a la sesión prevista para el miércoles 8

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José Alperovich juró no decir cómo votará el próximo 8 en el Senado de la Nación pero la Legislatura de su provincia le mandó un mensaje y declaró a Tucumán "pro vida". Omar Perotti es el otro voto peronista que no se conoce, quiere ser gobernador y amaneció el fin de semana pasado con una solicitada a página completa amenazando con no votar por él si se inclina a favor de la legalización del aborto. Hoy salieron a contraatacar quienes quieren que el santafesino apoye la media sanción de Diputados: #PerottiVotáafavor es la campaña que lo puso al tope en las redes sociales. Él prepara su propia propuesta, cree que rechazar de plano la media sanción "no le sirve a nadie", que la sociedad espera con expectativa al Congreso, incluso una porción importante de argentinos que no son ni celestes ni verdes plenos.

El anuncio del salteño Juan Carlos Romero anticipa que el miércoles el rechazo a la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo superaría con el suyo la mitad de los votos, 36, por lo no sería necesario que Gabriela Michetti desempate. Eso siempre y cuando estén presentes los 72 senadores y se mantenga la casi segura ausencia de la senadora de San Luis, Eugenia Catalfamo, y la abstención de la neuquina Lucila Crexell.

De hecho Crexell, del Movimiento Popular Neuquino, está redactando su propio proyecto para presentar el lunes y según anticipó a Infobae pedirá su tratamiento sobre tablas. En su caso asegura que "el aborto no puede considerarse un derecho" y sólo propondrá una reforma al Código Penal para despenalizar (no legalizar) a la mujer que por la razón que fuere interrumpiera su embarazo antes de la semana 12. La misma despenalización propondría para los médicos que practicaran abortos hasta esa semana. "Mi abstención es por la imposibilidad de trabajar en un texto que reflejara mayor consenso", justificó su postura frente a lo que denominó la "intransigencia" de los dos sectores polarizados.

Perotti también tiene un borrador en proyecto, similar a lo que pide el salteño Rodolfo Urtubey. Desde Santa Fe, donde permanecerá todo el fin de semana, conversa con senadores que representan a las distintas posturas. Según pudo saber este medio plantea un texto en el que se establece que la interrupción del embarazo podrá realizarse "sin autorización previa" aunque la gestante debe alegar que está en riesgo su salud física o mental, que el embarazo es producto de un abuso sexual (con el sólo requerimiento de una declaración jurada de la mujer o gestante) o que no está garantizada la vida extrauterina del feto. Y también que "no pueden imponerse requisitos de ningún tipo que dificulten el acceso a las prestaciones vinculadas con su realización, debiendo garantizarse a la mujer o persona gestante la utilización de la mejor práctica disponible según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y una atención que respete su privacidad durante todo el proceso y garantice la reserva  de la información aportada". Y propone despenalizar a los médicos.

Le cuestionan quienes militan por la IVE que no se considere en su proyecto al aborto como un derecho sino que haya que alegar una causa frente a médicos y jueces. En su entorno plantean que la causa podría ser hasta "psicológica" para facilitar el acceso a la atención médica pero del otro lado polemizan con él al recordar que aún con el fallo FAL de la Corte Suprema niñas violadas tuvieron que continuar con sus embarazos porque no se les brindó atención médica en el tiempo necesario para abortar.

En comisión esta semana no se firmaron los dictámenes (al grupo a favor de la legalización le faltaba solo un voto) pero la media sanción de Diputados tiene privilegio para su tratamiento.

Más allá de alguna discusión reglamentaria que se podría dar, lo que aseguran algunos senadores es que el rechazo no sería un mensaje favorable para una sociedad que, dividida, se manifestará en las calles el 8. De hecho el miércoles se valló la calle Yrigoyen y ya se prevé un operativo de seguridad para esta semana que incluye asueto administrativo en la Cámara alta para aquellos que no estén afectados al desarrollo de la sesión.

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En el caso de Alperovich, el ex gobernador dijo públicamente que no es un indeciso, que tiene su posición definida pero que no la dirá sino hasta el miércoles.  "La indecisión nunca fue una opción en mi vida, mucho menos en el ámbito político. Tengo mi decisión tomada respecto al voto que emitiré en referencia a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo #IVE", señaló mientras su provincia amanecía con afiches reclamando una postura contundente en contra.

"No hago pública mi decisión debido a que es un tema muy sensible y nada aporta hacer público mi voto antes de la sesión donde se debatirá", agregó y en referencia a los afiches señaló: "En el medio del tratamiento de esta ley, repudio enérgicamente la nefasta acción de la utilización de la palabra HOLOCAUSTO para intentar presionarme sobre mi voto, más aún sabiendo que pertenezco a la religión judía".

En ese contexto, mujeres justicialistas autodenominadas "Muchachas peronistas", escribieron una carta a Alperovich pidiéndole su voto a favor de la IVE. "Tiene en en sus manos el poder pero también la obligación de legislar sobre la realidad cotidiana de las mujeres, velando por la vida de todas aquellas que pudieran en un futuro decidir interrumpir su embarazo, y no sobre creencias, dogmas o presiones que solo favorecen los intereses de un sector privilegiado", le señalaron en el texto. En la carta recuerdan además que "según estadísticas publicadas por la Fundación tucumana Mujeres X Mujeres, desde 2012 al 2016 se practicaron solo 16 ILEs (interrupción legal del embarazo) en Tucumán. Pero se registraron 14 muertes por complicaciones de aborto y 6714 mujeres llegaron a los hospitales tucumanos con complicaciones por abortos inseguros y clandestinos en el mismo periodo".