Esta vez, Carrió dejó de lado las críticas y pasó por la Casa Rosada para transmitir un mensaje tranquilizador

La diputada de Cambiemos mantuvo reuniones y se mostró nuevamente aliada a Aranguren en el tema tarifas; dijo que la corrida del dólar responde a un tema de "una guerra comercial mundial"

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(Twitter: @elisacarrio)
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El "hurácán" Carrió pasó por la Casa Rosada pero no destruyó nada en el camino. Todo lo contrario. En uno de los peores días del gobierno, con un dólar nuevamente disparado, tasas de crédito en aumento y el debate de fondo por las tarifas en el Congreso, Lilita Carrió, la diputada de Cambiemos y pieza central del oficialismo, llevó tranquilidad a la Casa Rosada y un mensaje de calma hacia afuera: "Es un gesto que yo este aquí y vengo a decir que soy parte de este gobierno, aposté a la República y las corridas del dólar se dan a nivel mundial por la guerra comercial que se está desatando. Hay que ver en un contexto mundial todo esto", dijo.

A las 18.20 Carrió se retiraba de la Casa Rosada luego de mantener reuniones con el ministro de Energía, Juan José Aranguren; con el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo y con su aliado político de confianza, el secretario de Fortalecimiento Institucional Fernando Sanchez, con quienes compartió un diagnóstico común de que "el mayor temor que tienen los inversores afuera es que vuelva el kirchnerismo".

No hubo siquiera una velada crítica de Carrió hacia Aranguren por el aumento de tarifas teniendo en cuenta que hace menos de un mes la diputada de Cambiemos elevó un duro informe al gobierno donde había cuestionado los incrementos tarifarios del ministro de energía.

@elisacarrio
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Carrió había regresado ayer de Estados Unidos donde mantuvo reuniones con referentes del Departamento de Estado y de la OEA. Y en el día de nuevos desajustes del dólar que llegó a trepar los 23 pesos, la diputada aprovechó para emitir un mensaje de tranquilidad: "Tenemos una moneda fuerte que hay que defender y es razonable que haya un dólar a 20 o 21 pesos es normal por las exportaciones pero ya va a bajar", explicó.

El mensaje de una de las voces que más escucha Mauricio Macri y el resto del gobierno generó satisfacción en la Casa Rosada. Puertas adentro, varios funcionarios coincidieron en expresar a Infobae que "tener a Lilita en el peor día de una disparada cambiaria con un mensaje tranquilizador no es poca cosa. Suma mucho", dijeron.

Es más. La diputada justificó la movida del dólares de los últimos días al sostener que ello "ocurre en todo el mundo por las políticas de (Donald) Trump y la guerra comercial que hay". Luego recordó que hace cuatro años, cuando construyó su casa, también hubo una corrida del dólar que se compró a 16 pesos y al mes estaba otra vez en 12 y 13 pesos.
En tal caso, el mayor problema para la Argentina, al entender de Carrió hoy pasa por la inflación y no por el dólar. 

Pero para evitar preocupaciones y malestar en la Casa Rosada, Carrió expresó que en el diálogo que mantuvo con empresarios y funcionarios de Estados Unidos se llevó una premisa ineludible: "Los inversores quieren estabilidad y que se respeten la instituciones", dijo.

Carrió estuvo con Sanchez repasando la agenda legislativa. Con Pompero hablaron de la defensa en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA y en organismos internacionales que está encarando el gobierno alrededor del espinoso tema de los derechos humanos.

Pero quizás la reunión más relevante de la tarde que tuvo Carrió fue en el Ministerio de Economía con Aranguren. Allí, en el despacho de su "amigo" y ministro de Energía, la diputada de Cambiemos tuvo un mano a mano a solas. Dicen que ambos limaron asperezas por enfrentamientos recientes y que, con lápiz y gráficos en mano, Aranguren justificó los recientes aumentos de tarifas.

Según confió a Infobae Fernando Sánchez, allí Carrió quedó "muy conforme" ya que Aranguren le explicó las variables que justificaron el incremento de los servicios públicos. Por empezar, el alcance de la tarifa social que llega a unos 16 millones de hogares. También el ministro le explicó el impacto de la tarifa aplanada y la segmentación. Hubo una promesa de Aranguren de imponer mayores controles a las empresas de energía y un profundo seguimiento de estas desde los entes reguladores.

Las palabras en zen de Carrió y transmitieron luego este clima de pax romana que selló con el ministro de Energía: "creo que se han corregido las injusticias insoportables. Que alguien de Recoleta no pagara gas era una injusticia terrible y que los pobres con el IVA subsidiaban a las empresas y a los ricos era otra injusticia".

En este punto, la diputada de Cambiemos volvió a arremeter contra su enemigo predilecto: el kirchnerismo. Así, dijo que el aumento de tarifas se debe a que "los argentinos estamos pagando la fiesta de demagogia que dejó el kirchnerismo".

Cuando el fantasma del ex ministro de Economía de la Alianza Domingo Cavallo aventó todo el día en los mercados, Carrió se encargó de despejar ese oscuro nubarrón de la Casa Rosada que rememora la crisis del 2001. "La aparición de Cavallo es una antiguedad enorme. El fue quien nos llevo al mayor quiebre de este país", retrucó ante un grupo de periodistas apostados en el Patrio de las Palmeras.

Quedó en el tintero una reunión que Carrió mantendrá en los próximos días con Macri y su visión del costo político que podría tener el Presidente si llega a vetar una eventual ley de la oposición que frene el aumento de tarifas. Sobre este punto Lilita Carrió fue tajante y no dio lugar a dudas: "Puede haber costo político con el tema del veto. Uno muere y renace. La prueba soy yo", dijo entre risas. Los funcionarios que estaban en la Casa Rosada respiraron tranquilos. El huracán Carrió finalmente no arrasó con nada y, por el contrario, despejó nubarrones molestos.

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