El Gobierno puso en alerta las fuerzas de seguridad y redobló la custodia de la Casa Rosada

El gobierno nacional ordenó el "recargo de servicio" de las fuerzas federales y una guardia "especial" en las inmediaciones de la Plaza de Mayo

Compartir
Compartir articulo
(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

La decisión se tomó inmediatamente después que Sergio Maldonado enfrentó a la prensa y aseguró que el cuerpo encontrado en el Río Chubut es el de su hermano Santiago.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, además, reforzó la solicitud después que grupos de encapuchados vestidos de negro, vinculados a los Mapuches, y posiblemente a la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), tomaron por más de dos horas la Municipalidad de El Bolsón, en Río Negro y de manifestaciones de los mismos activistas, que estaban con palos, piedras e instrumentos musicales, frente a los Escuadrones 36 de Esquel y 35 de El Bolsón.

"Recargo de servicio" en palabras llanas es algo así como horas extras obligatorias.

También se dispuso que cada jefe de guarnición o comisaría refuercen las guardias de servicio.

El mismo ministerio ya había dispuesto la suspensión de todos los francos de servicios, sobre todo de la Policía Federal Argentina y de Gendarmería Nacional.

Si bien en voz baja ya era una certeza que el cadáver descubierto en el Río Chubut, dentro del Pu Lof en Resistencia de Cushamen, la certificación de la familia, después de observar sus tatuajes, generó conmoción y preocupación dentro del Gobierno.

También se tomó la decisión que sea el ministro de Justicia, Germán Garavano, la única voz autorizada para opinar del tema.

No es una novedad que este funcionario es quien supo construir una buena relación con la familia Maldonado y con la abogada Verónica Heredia.

Sergio Maldonado ya había adelantado en la conferencia de prensa brindada en Esquel el 18 de octubre pasado que la familia del malogrado artesano no apoyaba ni convocaba a ninguna marcha.

Lo hacía por dos convicciones: porque sus fuerzas apenas alcanzaban para esperar el momento de la identificación del cuerpo, y ante la posibilidad que, como las anteriores, terminen con actos de violencia.