Proponen crear una Agencia Federal de Búsqueda de Personas

En el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, la diputada nacional Carla Carrizo (UCR-Cambiemos) presentó un proyecto para crear una Agencia Nacional de Búsqueda de Personas como órgano descentralizado en el ámbito del Ministerio de Seguridad de la Nación y señaló que "en la frontera argentino-boliviana se venden niños por $5 mil".

Según el proyecto, la agencia estará compuesta por personal formado en derechos humanos, deberá centralizar todas las búsquedas y entrecruzar la información de las personas con paradero desconocido. Además, deberá organizar un sistema federal de búsqueda de personas articulado con el Poder Judicial, las fuerzas de seguridad federales, provinciales y municipales, y ONG que trabajan en el tema. También, deberá realizar campañas de información y concientización, y crear de una línea telefónica y un portal de Internet para atender las denuncias.

De acuerdo con una investigación realizada a instancias del Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y publicada por Infobae, en la actualidad alrededor de 900 menores de edad cruzan por día la frontera norte del país de forma irregular. "En Argentina hay más de 6 mil personas siendo buscadas y ante la inexistencia de un registro único y actualizado a nivel nacional, la cifra podría ser mayor. A pesar de estos alarmantes datos, solamente 153 personas fueron condenadas por trata de personas", dijo la dirigente radical.

"Si bien las campañas públicas tratan de disuadir el consumo, es decir interpelar a la demanda de esta red delictiva, el foco también debe ponerse sobre el sistema actual de información y registro de personas buscadas para agilizar la respuesta estatal y evitar los daños", expresó la diputada.

De acuerdo con el informe de Fopea sobre trata en la frontera argentino-boliviana, niños y adolescentes se venden y ni bien cruzan la frontera por $5 mil. Durante 2010 pasaron 25 mil menores de los cuales sólo retornaron 7 mil. "Es decir que unos 18 mil niños bolivianos podrían estar trabajando en campos y talleres clandestinos en la Argentina, mientras que otros podrían haber tenido como destino la explotación sexual", finalizó Carrizo.