La salud de los peruanos está en riesgo. Diariamente, se presentan denuncias de pacientes en hospitales nacionales esperando meses, e incluso casi un año, sin recibir una respuesta concreta para obtener tomografías, electrocardiogramas, ultrasonidos, entre otros, debido a que las máquinas están averiadas o no están disponibles. Esta situación se agravría, aún más, con la aprobación del Decreto Supremo Nro. 009-2019-MINAM, titulado ‘Régimen Especial de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE)’, que está dificultando la compra y venta de nuevos equipos médicos.
El Gremio de Salud de la Cámara de Comercio de Lima ha lanzado la alerta frente a esta escasez. Sandro Stapleton, presidente de la asociación, señaló que la normativa RAEE obliga a las empresas importadoras de equipos médicos a encargarse de la recolección de residuos electrónicos y, en caso de incumplimiento, pueden recibir multas que pueden superar los 19 millones de soles (aproximadamente 4,9 millones de dólares).
Stapleton indicó que enviaron una carta a Juan Carlos Castro Vargas, ministro del Ambiente, en la que enfatizan que el decreto afecta la viabilidad y continuidad del sector salud debido a las severas sanciones, las estrictas obligaciones fiscales y la necesidad de invertir en proyectos RAEE. “La norma está mal hecha y debe ser derogada; desincentiva la importación de equipos y promueve su no venta, lo que perjudica directamente a los pacientes”, declaró.
Normativa RAEE es inviable y podría generar un mercado negro
Los proveedores de equipos médicos sostienen que no tiene sentido que deban encargarse de la destrucción de los equipos al finalizar su vida útil. Stapleton explicó que en el país, un equipo puede continuar en funcionamiento en un hospital por más de 30 años, y no es factible que se devuelva para su destrucción a los cinco años de vida útil. “Cuando uno vende un equipo, transfiere la propiedad al hospital. No se puede exigir que lo devuelvan”, agregó.
El gremio también argumenta que esta normativa podría generar la salida de empresas del sector, lo cual es crítico. Las multas por no realizar la recolección, no crear un plan de recolección o no encargarse de la destrucción de los equipos son descritas como “astronómicas” por Stapleton, quien advierte que la respuesta de las empresas ha sido optar por no traer equipos médicos, fomentando así un mercado negro de equipos, que representa un riesgo para la salud pública.
Cámara de Comercio de Lima solicita derogación del decreto
Otra preocupación presentada en el documento enviado al ministro Castro Vargas es la solicitud de participación de las entidades y empresas involucradas directamente en el sector. “Es indispensable intercambiar información y experiencias para lograr una normativa acorde con la realidad nacional e internacional”, subrayó el gremio, destacando que en otras partes del mundo, como España y Colombia, la categoría de equipos médicos ha sido eliminada de normativas similares debido al perjuicio que causaba en el sector salud y la cantidad ínfima de residuos generados comparado con otros sectores.
El gremio mencionó estudios que señalan que los equipos médicos generan solo un 0.12% de los residuos eléctricos, mientras que los electrodomésticos y teléfonos generan el 93.25%. Stapleton resaltó que, “en un país con poca inversión en equipamiento y mala infraestructura hospitalaria, colocar una norma como la de RAEE para equipos médicos es atentar contra la salud de los más pobres”.
Finalmente, el boletín enfatiza que los hospitales están viendo reducida la oferta de equipos médicos disponibles para los pacientes debido a esta normativa y que se requiere una revisión urgente para alinear la normativa con la realidad del sector salud en Perú. La Cámara de Comercio de Lima aboga por una derogación del decreto o la eliminación de la categoría de equipos médicos, similar a lo observado en otras legislaciones internacionales.