La música retumba en los rincones de un local de Lima repleto de personas que provienen de distintas partes del Perú, mientras los cantantes realizan una coreografía que repiten en cada una de sus presentaciones. El tiempo transcurre, y los asistentes se animan a bailar los temas musicales de cumbia que, por lo general, los han acompañado en tiempos en los que la felicidad ni siquiera se asoma. Los más entusiastas se animan a cantar en medio de una multitud que solo quiere pasar un momento grato.
Este panorama se puede repetir en conciertos de distintos géneros musicales que congregan a miles de personas que tienen algo en común: su pasión por la música. En estos eventos, las reflexiones sobre asuntos de índole académica se desvanecen para dar paso a los recuerdos nostálgicos y las pasiones humanas. Los suspiros, las evocaciones y los llantos son provocados por los temas musicales que abordan temas de desamor, traición, amor imposible, entre otros tópicos que han perdurado a lo largo del tiempo.
La mayoría de los asistentes expresan sus emociones con libertad; sin embargo, hay algunos que no se conmueven con las canciones y aprovechan algunos instantes de la presentación para compartir algunos datos con sus amigos. Estas informaciones, por lo general, giran en torno a la orquesta, el tema musical que están escuchando o al artista que se encuentra cantando en el escenario.
Otros comentan acerca del origen de la canción ante la mirada desatenta de sus compañeros, que lo único que quieren es ahogar sus penas, sabiendo que el dolor volverá a sus vidas en un futuro no muy lejano. Ante la falta de interés por parte de los espectadores en conocer la historia detrás de un sencillo, daremos a conocer datos sobre la génesis del tema musical “Amor de mis amores”, del Grupo 5.
Génesis de la canción “Amor de mis amores”
Un sector de la población cree que una nueva canción de un grupo musical tiene la característica de ser inédita; es decir, el ritmo, la melodía, la armonía, la orquestación, entre otros elementos, son propios de una agrupación. Esto es errado, dado que de un tiempo a esta parte los cantantes han realizado covers de las canciones de otros artistas. Sin embargo, no podemos negar que hay grupos que han lanzado al mercado musical secillos 100% originales.
Las personas se percatan de que alguien cantó un cover en el escenario porque tienen cultura musical. Ni bien suenan los primeros acordes de una canción, el melómano se da cuenta de que esta fue cantada por un vocalista hace décadas. Esto sucede con “Amor de mis amores”, un éxito del Grupo 5 que fue interpretado por Lucho Cuéllar hace 15 años, aproximadamente.
Esta canción no le pertenece a la agrupación de cumbia peruana. En ese sentido es pertinente preguntarnos ¿quiénes fueron los compositores?, ¿qué artista del Perú la cantó por primnera vez? A través de su cuenta de TikTok, la cantante y compositora Bea Mar dio a conocer que este tema musical lo compuso el argentino Ángel Cabral bajo el nombre de “Que nadie sepa mi sufrir”, en 1936. Su creación fue en ritmo de vals peruano. Coincidentemente, en ese año nació Lucila Justina Sarcines Reyes, más conocida como Lucha Reyes, quien años más tarde cantaría esta canción.
Décadas después, el Grupo 5 hizo una versión de este sencillo con algunas variaciones. Por ejemplo, le cambió el título de la canción y el género. Cabe precisar que varios valses peruanos han experimentado una transformación a lo largo de los años, convirtiéndose en cumbias, un género musical que ha sabido adoptar y adaptar con éxito estas melodías tradicionales.
Entre los valses que han hecho este tránsito hacia la cumbia, se pueden destacar “Nube Gris”, cantada por Chacalón; “Propiedad Privada”, interpretada por un cantante de Grupo 5; entre otros. Estas agrupaciones realizaron covers, los cuales tuvieron acogida por parte del público, a pesar de la escasa originalidad.
La conexión del vals peruano y la música francesa
“Que nadie sepa mi sufrir” también fue utilizado por una cantante francesa para crear una canción, mas no un cover. Para contar esta pequeña historia, es necesario remontarnos a 1953, año en el que la artista Edith Piaf se presentó en el Teatro Ópera de Buenos Aires, un lugar en el que escuchó la composición del argentino Ángel Cabral, quien la creó en ritmo de vals peruano. La europea escuchó la canción de Alberto Castillo, cuya letra es la misma del Grupo 5.
La artista francesa hizo algunas variaciones a la obra de Ángel Cabral, de las cuales se destaca una: el cambio de letra. “Le gustó tanto que decidió adaptarlo al francés junto a Michel Rivgauche dando lugar a ‘La Foule’. Esta nueva versión, interpretada magistralmente por Edith Piaf, es ahora una de las canciones más icónicas de la música francesa”, dice la cantautora peruana Bea Mar, quien vive en Francia. Es menester señalar que la europea no varió mucho la melodía de la composición de Ángel Cabral.
Esta historia nos demuestra el poder transcendental de la música, una fuerza capaz de cruzar fronteras geográficas y unir culturas en un lenguaje universal. A través de melodías y ritmos, la música se convierte en un vehículo sorprendente para el intercambio cultural.
‘La Foule’ en castellano
Vuelvo a ver a la ciudad en fiesta y en delirio
Ahogándose bajo el sol y bajo la alegría
Y escucho en la música los gritos y las risas
Que estallan y rebotan a mi alrededor
Y perdida entre esta gente que me empuja
Aturdida, desamparada, me quedo allí
Cuando de repente, me vuelvo, él da un paso atrás,
Y la multitud viene a echarme a sus brazos...
Llevados por la multitud que nos arrastra
Y nos empuja
Aplastados uno contra el otro
Formamos un solo cuerpo
Y la oleada sin esfuerzo
Nos empuja encadenados el uno al otro
Y nos deja a ambos
Risueños, embriagados y felices
Arrastrados por la multitud que se impulsa
Y que baila
Una loca farándula
Nuestras dos manos quedan unidas
Y a veces elevados
Nuestros cuerpos enlazados remontan vuelo
Y ambos recaen
Risueños, embriagados y felices...
Y la alegría salpicada por su sonrisa
Me traspasa y salta en el fondo de mí
Pero de pronto doy un grito entre las risas
Cuando la multitud viene a arrancarlo de mis brazos...
Llevados por la multitud que nos arrastra
Y nos empuja
Aplastados uno contra el otro
Lucho y me resisto
Pero el sonido de mi voz
Se ahoga en las risas de los demás
Y grito de dolor, de furor y de rabia
Y lloro...
Arrastrados por la multitud que se impulsa
Y que baila
Una loca farándula
Soy llevada a lo lejos
Y aprieto mis puños, maldiciendo a la multitud que me roba
El hombre que me había dado
Y qué jamás encontraré...
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La presencia de Edith Piaf en los Juegos Olímpicos de París 2024
La figura de Edith Piaf cobró vida en una emotiva interpretación realizada por Céline Dion. Desde el icónico balcón de la Torre Eiffel, la reconocida artista canadiense interpretó ‘L’Hymne à l’Amour’, una de las canciones más conmovedoras de la francesa. Esta actuación rindió homenaje a la legendaria cantante y fue uno de los momentos más destacados de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024.
‘L’Hymne à l’Amour’ es un tema musical lleno de historia y emotividad y fue escrito por Piaf en la década del 50. Compuso esta canción en memoria de su pareja, el boxeador Marcel Cerdan, quien falleció trágicamente en un accidente aéreo. La composición, con sus letras apasionadas y melódicas, se ha convertido en un himno al amor eterno y la devoción. La interpretación de Dion, desde un lugar tan simbólico como la Torre Eiffel, invitó a los espectadores a recordar el legado de la artista.