Designer, fotógrafo, cineasta, ilustrador, modelo… ¡mandamás! Karl Lagerfeld es el hombre que hizo de sí mismo un imperio. Multifacético y lleno de talento, el diseñador alemán –director artístico de Chanel– se impone con su look y estilo más allá de la alta costura.
El Káiser –"Emperador" en alemán, como se lo conoce– es un experto en esto de hacer de sí mismo un producto rentable en forma de, por ejemplo, T-shirts, bolsos o calzado que llevan su nombre e imagen.
Hace ya más de dos décadas el designer –además de su amor por la ilustración– despunta su talento como fotógrafo y dirige cortos y comerciales. Con un estilo distintivo, su imagen se replicó en muñecos –hasta en una Barbie de edición limitada en 2014– y en dibujo de la mano de su amiga, la caricaturista francesa Tiffany Cooper.
Lagerfeld lleva su protagonismo con naturalidad y entereza. Sólo hay un ser con el que admite compartir cartel, un compañero inusual: su gato Choupette. Sin quererlo, el felino se transformó en un ícono fashion, con admiradores en todo el mundo y cuenta de Instagram propia (@choupettesdiary) y es el gran inspirador del Káiser, quien suele elegirlo como modelo.
Si bien Lagerfeld repite: "Nunca quise tener hijos porque si al niño no le salieran las cosas tan bien como a mí no podría amarlo, tampoco lo hubiera hecho si hiciera las cosas mejor que yo", su veta paternal salió a relucir. Su ahijado Hudson -10, hijo del modelo fetiche de Karl, Brad Kroenig- debutó en la pasarela a los 2 años y ya es habitué en las pasarelas y campañas de Chanel.
Sebastien Jondeau, guardaespaldas y asistente personal de Karl por más de veinte años, diseñó su primera colección de moda con el apoyo de su jefe. Se trata de Karl Lagerfeld Curated by Sebastien Jondeau, una línea de hombre que se inspira en el deporte, en moda para el día y cuenta con una línea más sofisticada para la noche.
Texto: Paula Ikeda. Fotos: Archivo Atlántida