Melania Lenoir, la reina de la comedia musical: "Gracias a que actué con con Will Smith ¡me creo mil!"

La rubia más mimada del mundo de la comedia musical seduce, hipnotiza y te hace cantar sin proponérselo. Con un perfil bajísimo, Melania Lenoir (34) viene conquistando al público desde hace diez años con diferentes personajes: encarnó a Velma Kelly en Chicago, estuvo en Avenida Q, fue la princesa Fiona en Shrek, actuó en The Rocky Horror Show, la rompió en Forever Young, fue premiada por su papel en Jekyll y Hyde y ahora se luce como Justice en Rock of ages, una obra de Broadway que llegó a nuestro país en forma de cooperativa (los martes a las 21 en el Teatro Maipo).

"Me considero una afortunada porque puedo vivir 100% de la comedia musical", cuenta entusiasmada, sentada en el living del PH palermitano que comparte con su novio.

"Mela" -como le dicen los que más la conocen- te puede sonar por la televisión, en la que trabajó en Mi amor, mi amor, por Telefe, y en Guapas por El Trece. También tiene un breve recorrido en el cine internacional. Hizo Colonia Dignidad junto a Emma Watson y Focus con Will Smith.

"Si bien tuve sólo dos experiencias en tele, fueron increíbles, la pasé genial y me las tomé como un desafío. Al teatro ya le conozco las mañas y está bueno cambiar el aire cada tanto", asegura esta actriz que también da clases de yoga.

-¿Cuál es la diferencia entre el ambiente de la tele con el del teatro?

-Los actores de la tele tienen un cierto nivel de popularidad por el que, aparentemente, no tienen que romperse el lomo para conseguir trabajo. En cambio, el actor de comedia musical se desvive para conseguir un papel, tiene que seguir formándose y entrenando. En el teatro vas a las audiciones y tenés que pelear con 1.000 personas que están al lado tuyo. Se siente mucho más la competencia.

-¿Tenés amigos actores y actrices?

-¡Un montón! Con los del teatro somos una familia. Y de la tele soy muy amiga de Nico Vázquez, Gimena Accardi, Brenda Gandini y Martín Seefeld. De hecho, él es mi "hado madrino" de la tele (risas). Una vez fue a ver Forever Young, me esperó a la salida y me dijo "te quiero llevar a trabajar conmigo". En ese momento estaba produciendo Mi amor, mi amor con la productora que tenía con Pablo Echarri.

-¿Te animarías a hacer teatro de revista?

-Aprendí a nunca decir "nunca". ¡Quizás mañana me veas con el conchero y pezoneras! Pero, mientras pueda elegir, prefiero tener proyectos con más texto, musicales o hacer cine. Además, si llegaran a armar una comedia de revista, seguro llamarían a Pampita y no a mí.

-¿Cómo fue trabajar en Hollywood?

-Yo no doy cine argentino, pero parece que para afuera sí (risas). En ambas pelis se dio porque tenían que grabar escenas en la Argentina, me enteré de los castings y mandé mi material. No fue difícil que me llamaran porque hay pocos actores argentinos que hablen inglés nativo. Somos como una cofradía.

-¿Y cómo fue actuar junto a Will Smith?

-Con Will Smith en Focus estuvo buenísimo. Yo tenía que estar bailando en una fiesta y cuando Will me preguntara si había visto a su novia, decirle "creo que está por allá". ¡Pero improvisó! Me dijo: "¿Buenos Aires es un país libre?" y yo le contesté: "Buenos Aires es una ciudad, no un país". ¡Cuando la vi en el cine no podía creerlo! Will Smith tiene la mejor onda. Es un potro, un galán de 2 metros, súper simpático, y gracias a que actué con él ¡me creo mil! Fue una gran anécdota.

-¿Y cómo recordás tu rodaje con Emma Watson?

-Fue una escena en San Telmo. Éramos ocho azafatas que viajábamos con ella en una van, y filmamos tres días con ella. Otra experiencia buenísima. Ella es una diosa, pero me la imaginaba mucho más simpática… Emma estaba en su mundo y se mantuvo resguardada con su mejor amiga.

-¿Soñás con actuar en Hollywood?

-Me encantaría, tengo un deseo profundo de irme a probar suerte afuera. No sé por qué nunca me termino de animar a hacerlo. Todos los viernes doy clases de yoga en un geriátrico y las abuelas me enseñan que de lo que más se arrepienten es de todo lo que no hicieron. Así que espero animarme algún día.

JUNTOS A LA PAR. Hija de una familia de descendientes de ingleses, alumna de toda la vida del San Andrés y con una vida armada en Martínez, Melania se casó a los 26 años con el actor e instructor de yoga Yamil Chiappia, con quien estuvo durante seis años. "Creo que hubiésemos podido seguir juntos, pero nos dimos cuenta de que podíamos ser más felices. Así que decidimos separarnos y hoy somos amigos", cuenta y asegura que volvería a apostar al matrimonio con su novio de hace cuatro años, el músico Martín Lozano (33).

-¿Piensan en formar una familia juntos?

-Sí, este año empecé a sentir el reloj biológico de una forma intensa. Pero quiero planearlo bien para poder dedicarme a ellos. Ojo, tampoco me desvela… Podría ser muy feliz con o sin hijos. Soy una persona muy afortunada.

texto AGUSTINA D'ANDRAIA (adandraia@atlantida.com.ar) producción SOFÍA PÉREZ Y SANTÍA

Maquilló y peinó: Ania Taniguchi para Sebastián Correa Estudio Agrademos a: Boken, Complot y Justa Osadía.

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