Gracias José Narosky

Cuando la editorial Planeta completó la impresión de mi libro. “Por qué cambié mi vida”, se buscó un par de nombres, que dentro del juego mediático avalaran y recomendaran mi texto

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Cuando la editorial Planeta completó la impresión de mi libro "Por qué cambié mi vida", se buscó un par de nombres, que dentro del juego mediático avalaran y recomendaran mi texto, y en un contraste muy impactante, se pensó en Susana Giménez, la gran diva televisiva, con los mayores ratings en décadas, y en el autor argentino que más libros había vendido, con sus dos millones de ejemplares con sus entrañables aforismos, José Narosky. Susana tuvo la grandeza de aceptar y nos envió palabras, llenas de amor y franqueza, simple y directa en su estilo: "Amo a Claudio, su energía positiva y la fe que tiene en sus creencias. Su alegría permanente, el buen trato para los demás y que su lema es también el mio: "Hay que ser feliz hoy, es más tarde de lo que te imaginás".

Y Narosky, nos regaló una frase muy shockeante que se usó como gran título: "Las memorias más maravillosas, honestas y brutales jamás escritas". Este último adjetivo que José eligió, me sorprendió y llevó a reflexionar aún más sobre los 47 capítulos del libro, que sé que tiene mucho humor, mucha emoción, amor incondicional por la existencia y si además pueden ser bien provocadores en su franqueza, y hasta lacerantes al nivel de movilizarnos tanto, mejor así. Jose Narosky me obsequió este prologo que comparto a continuación, porque habla con tanta nobleza de lo que un grande como Él, tiene aun para darnos a tantos que aprendemos a diario de su vitalidad y su inteligencia, y sobre todo de su generosidad-
A continuación las palabras de José Narosky en el prólogo de "Por qué cambié mi vida"

Todos los corazones laten. Pero algunos laten con fuerza. Muchos son el barniz. Pocos son la madera. Quien apunta al cielo siempre da en el blanco. Pensamientos brillantes, como el diamante. Luminosos, como el Sol.

Considero que la literatura argentina se enriquece con una obra "singular" concretada con palabras, pero impulsadas estas, por una mente inteligente y un corazón que vibra, que son en definitiva la simbiosis más feliz del arte.

Y este esfuerzo creador que es "Por qué cambié mi vida" perdurará sin duda, con el devenir de los tiempos.

Porque como perlas diferentes de un mismo collar, cada página, nos regala su colorido, su forma, su particularidad, dado que su autor "siente" su obra.

Y considero que gran escritor no es sólo el que escribe mejor, sino también el que "siente" mejor.

Por qué cambié mi vida, como todos los libros que "dicen", es un fin es sí mismo.

Porque es todo creación, no recreación, dado que Claudio María Domínguez nos ha trasmutado sus emociones en palabras, a las que agrega –sin proponérselo- una aureola de magia, de encantamiento.

Un gran filósofo, John Peter Hebel, uno de esos grandes espíritus en los que la pasión se impone a la razón, expresaba en el siglo XIX: "La humanidad sueña por miedo de sus soñadores".

Lo decía por los grandes del espíritu, los que para mirar al cielo, no necesitan elevar sus ojos hacia arriba.

Claro. No aludía a Claudio María Domínguez. Hebel falleció, por ende no pudo conocer su obra.

Porque si la hubiera leído, la hubiese incluido entre sus pensadores "elegidos".

Claudio María Domínguez nos dice, sin decirlo, que el cielo no está tan distante. Nosotros solemos ubicarnos muy lejos, dado que su vuelo, como en "Por qué cambié mi vida", lo aleja de todo. Pero la acerca a el.

Parecería, que este destacado hombre de letras y poseedor de muchas otras facetas espirituales, sólo cuando sueña, puede volar…

En toda su obra, nos dice como susurrando. Pero de su alta aptitud poética y sobre todo humana, afloran gritos.

Y aunque quizá pretendió escribir para sí mismo, sus hermanos, los soñadores, lo oirán.

Estamos en presencia de un singular escritor. Celebrémoslo. Porque con su fino talento nos acaricia el alma.

Claudio María Domínguez es también un ser, que no se limita a la mera observación de los hechos, de la vida y del hombre. Es un humanista en esencia y en existencia. A él le interesa una sola cosa: Todo.

Lo respalda una sólida cultura y una alta sensibilidad, receptora de lo humano.

Pueden aplicársele a nuestro hombre, las palabras del poeta romano Horacio, en "Arte Poética": "Los grandes del espíritu supieron unir lo útil con lo agradable".

Le deseo y le auguro a Claudio María Domínguez todas las satisfacciones que por sus valores espirituales merece y que al difundirse su "Por qué cambié mi vida", como quien riega un jazmín, aspirará permanentemente su aromada frescura. Y lo merecerá, porque sólo el gran escritor cuando es simultáneamente un humanista, puede sumar belleza y verdad.


1 de Octubre – 21hs – TEATRO OPERA ALLIANZ
Entradas Anticipadas en Boletería del Teatro y www.ticketek.com.ar