El Banco Central de la República Argentina (BCRA) introdujo una flexibilización en el régimen cambiario que impactará directamente en el comercio exterior, otorgando mayor margen a exportadores e importadores para el manejo de divisas. Según la Comunicación A 8137, publicada este jueves, la normativa amplía los plazos para liquidar dólares provenientes de exportaciones y financiamiento externo, con el objetivo de facilitar operaciones internacionales y fomentar la competitividad de los sectores productivos.
La medida establece plazos más largos para que los exportadores ingresen las divisas generadas por sus ventas, reduciendo la presión inmediata sobre sus operaciones y otorgándoles mayor flexibilidad financiera. Estas disposiciones, que también simplifican requisitos para las empresas endeudadas en el exterior, buscan incentivar el flujo comercial y aliviar restricciones que históricamente han dificultado las transacciones internacionales.
Exportadores ganan tiempo para liquidar divisas
El impacto más evidente de esta medida recae sobre los exportadores de bienes, quienes ahora dispondrán de 30 días corridos para liquidar las divisas derivadas de productos clave como soja, maíz y trigo. Este cambio duplica el plazo anterior de 15 días, considerado insuficiente por el sector, y ofrece un respiro a los tiempos operativos de las empresas. Según la normativa, los exportadores de bienes en general contarán además con hasta 20 días hábiles desde el cobro para ingresar los dólares al mercado oficial, una mejora frente a los estrictos 5 días previamente vigentes.
Para las exportaciones de servicios, como los de consultoría y servicios creativos, el ajuste también resulta positivo, ya que equipara las condiciones con otros actores del mercado. Actualmente, las personas humanas que exportan servicios ya contaban con 20 días hábiles para liquidar, y ahora esta extensión se aplica también a empresas, fomentando su desarrollo y expansión en el comercio internacional. Este cambio no solo reduce costos operativos, sino que también fortalece la competitividad de los exportadores argentinos en un contexto global desafiante.
Estas medidas pueden representar un alivio para el sector exportador, que en los últimos años enfrentó restricciones cambiarias que complicaban su funcionamiento. La ampliación de plazos permite una mayor previsión en la planificación financiera, especialmente para exportadores agrícolas y de manufacturas que lidian con ciclos productivos más largos.
Cambios para importadores y otros sectores
Los importadores también se benefician de estas medidas. En particular, el plazo para el pago de servicios culturales, personales y recreativos contratados con firmas no vinculadas se reduce de 90 a 30 días corridos, acercándose al estándar de sectores clave como turismo y salud, que ya operan sin restricciones de tiempo. Este ajuste busca acelerar las transacciones internacionales y facilitar el acceso a servicios esenciales para el desarrollo económico.
Además, se establece un marco más claro para la liquidación de cobros por exportaciones de bienes o servicios previamente financiados en el exterior. Esto incluye plazos específicos para anticipos, prefinanciaciones y postfinanciaciones, lo que brinda mayor certidumbre a las empresas que dependen de este tipo de herramientas financieras para sostener sus operaciones.
El comercio exterior, como eje estratégico para la economía argentina, podría verse impactado de manera positiva por estas nuevas disposiciones normativas. Los cambios en el manejo de divisas y plazos operativos reflejan un esfuerzo por mejorar la eficiencia y adaptabilidad del sector en un escenario de alta complejidad económica.
Las decisiones anunciadas por el BCRA no solo buscan mejorar la operatividad de las empresas involucradas en el comercio exterior, sino que también apuntan a una mayor alineación con las prácticas y necesidades del mercado internacional. La introducción de mayores plazos y flexibilidades permite a las empresas argentinas competir en condiciones más equilibradas frente a sus pares globales, lo que a largo plazo podría contribuir al fortalecimiento de este sector clave para la generación de divisas y el desarrollo económico del país.