El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aprobó la implementación de un sistema de enfriamiento por aspersión en frigoríficos de todo el país, con el objetivo de optimizar la calidad de la carne destinada a la exportación.
La Resolución 1047/2024, publicada en el Boletín Oficial, habilita la adopción de esta técnica que permite reducir la merma de peso durante el almacenamiento y transporte de las medias reses, garantizando un producto más competitivo en los mercados internacionales.
El sistema de enfriamiento por aspersión, también conocido como spray chilling, aplica agua potable fría sobre las reses, lo que ayuda a mantener su humedad y reducir la pérdida de peso, un factor clave en la cadena de suministro de carne.
La reducción de la pérdida de peso mediante el enfriamiento por aspersión asegura que las carnes mantengan su peso durante largos períodos de transporte a destinos internacionales, lo que optimiza la eficiencia logística al minimizar las pérdidas durante el traslado y garantiza que la carne conserve su valor al momento de la venta. Este aspecto resulta especialmente crucial para la carne argentina, que compite en un mercado internacional cada vez más exigente en términos de calidad y precisión en los envíos.
La técnica también contribuye a una mayor previsibilidad en la cadena logística, permitiendo una mejor gestión de los tiempos de almacenamiento y distribución. Al reducir las mermas, los frigoríficos pueden almacenar más carne sin necesidad de compensar pérdidas de peso significativas, lo que mejora la rentabilidad del sector cárnico.
Además, los productos que utilicen esta tecnología cumplirán con las estrictas normas sanitarias internacionales, facilitando el acceso a mercados que imponen exigencias rigurosas en cuanto a calidad, inocuidad y trazabilidad de los alimentos.
Optimización en la cadena logística
La implementación del sistema de enfriamiento por aspersión no solo mejora la calidad del producto final, sino que también permite optimizar la logística de exportación. Los frigoríficos que adopten esta técnica verán una disminución en los costos operativos al reducir el espacio necesario para almacenar las reses, ya que las mismas conservarán un mayor porcentaje de su peso original durante el proceso de refrigeración. Esto resulta en una mejora en los costos de transporte, especialmente en envíos internacionales donde los costos asociados al peso y volumen del producto son significativos.
Además, la reducción de la merma favorece la consolidación de la carne argentina como una de las principales exportaciones del país, respondiendo a las demandas internacionales de productos de alta calidad con control sanitario riguroso.
Esta actualización técnica fortalece la capacidad de los frigoríficos para exportar carne en condiciones óptimas, manteniendo la competitividad frente a otros mercados globales. El hecho de que los productos lleguen a su destino con menor pérdida de peso es crucial para asegurar que los contratos de exportación se cumplan sin inconvenientes, mejorando la confianza en la cadena de suministro argentina.
El Gobierno nacional avanza en la actualización de regulaciones para fomentar el comercio exterior
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó la Disposición 8067/2024, que incorpora al ordenamiento jurídico argentino la nueva normativa Mercosur sobre la clasificación de productos de higiene personal, cosméticos y perfumes.
Esta medida reemplaza una normativa anterior y tiene como objetivo facilitar el comercio intra-regional al establecer un marco regulatorio común para todos los Estados miembros del bloque. La unificación de criterios en la clasificación y regulación de estos productos elimina barreras técnicas, permitiendo una circulación más fluida y eficiente de mercancías entre los países del Mercosur.
En cuanto a la logística, la estandarización de las normativas permite que los productos se distribuyan de manera más eficiente entre los países miembros, ya que no es necesario realizar adaptaciones para cumplir con diferentes legislaciones nacionales.
De esa manera, la nueva normativa optimiza el tiempo y reduce los costos en las cadenas de suministro, lo que resulta en una mayor competitividad para los fabricantes de productos de higiene y cosméticos.
Además, los procesos de exportación e importación se simplifican considerablemente, dado que todos los productos que cumplan con la normativa Mercosur pueden ingresar sin necesidad de cumplir con exigencias adicionales específicas de cada país.
Esta medida favorece la integración regional y mejora la competitividad de las empresas locales en los mercados internacionales, al tiempo que permite que la logística de distribución sea más ágil y menos costosa, reduciendo los tiempos de entrega y aumentando la eficiencia en toda la cadena de valor.