
En Santa Rita suceden cosas todo el tiempo; siempre hay problemas, siempre hay historias y ahora, hay dos cadáveres: uno de un bebé y el otro de un tipo que se especializaba en la historia del arte y era muy reconocido en su medio.
El bebé, su esqueleto, apareció entre los restos de un muro derribado en la zona contigua de Santa Rita, junto a unos cuadros muy valiosos; el especialista en historia del arte se encontraba haciendo el peritaje de dichos cuadros cuando fue asesinado.
Lola Galindo será la inspectora que se adentre en estos misteriosos sucesos, intentando descifrar la verdad tras ellos. Con la ayuda de Robles, una suerte de fiel escudero, investigará lo que se oculta alrededor de este caso plagado de secretos, en el que corren riesgo, no solo los habitantes de Santa Rita, sino el mundo del arte como se conoce.
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Con esta trama de fondo, la escritora española, Elia Barceló, presenta a los lectores su trabajo de ficción más reciente, un verdadero, como lo han calificado algunos críticos, ‘noir mediterráneo’.
Son alrededor de 380 páginas las que componen “Amores que matan”, la segunda entrega de la serie “Muerte en Santa Rita”, con la que Barceló introdujo a los lectores en este particular universo literario, marcado por el misterio y la duda.
“Santa Rita es mi declaración de amor al Mediterráneo, y también a uno de los géneros literarios que más disfruto, el de crimen y misterio clásico, esas maravillosas novelas que recuerdo de mi adolescencia, que se leen muy rápido, que te llevan a otro lugar, te presentan un puzle que tienes que resolver, y se cierran con una sonrisa”, ha dicho la autora.
En “Muerte en Santa Rita”, Barceló situaba por primera vez en el mapa este balneario tan particular que después fue un sanatorio y terminó convirtiéndose en la casa de una escritora anciana. Allí residen Sofía y otras cuarenta personas. Sofía se pasa los días escribiendo novelas rosa y de misterio, que firma con seudónimos distintos, porque igual el registro es distinto.
Greta, la sobrina de Sofía, llega un día a Santa Rita para quedarse por una temporada, pues también es la traductora de su tía. Con ella, los lectores van conociendo los demás personajes del lugar, como Candy, la secretaria, Robles, el comisario de Policía retirado; Nel, el universitario, y Miguel, el profesor de matemáticas ciego, entre otros.
Los problemas aparecen cuando un viejo conocido de Sofía arriba al sitio. A los pocos días, aparece muerto en una piscina y todos en Santa Rita se preguntan si ha sido un accidente o un asesinato. Todo parece indicar que habría sido lo segundo, pues a Moncho Riquelme pocos lo querían tener cerca.
Greta y Robles comenzarán a investigar y, sin pretenderlo, terminarán desvelando una serie de oscuros secretos que les permitirán entender que Santa Clara no es el sitio que pensaban que era.
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“La que presento ahora, “Amores que matan”, es la número dos de la serie, la novela de verano. En ella he decidido rendir homenaje a uno de mis referentes en la ficción criminal —el teniente Colombo—, de modo que quien la lea sabrá desde casi el comienzo quien ha cometido el crimen, y la tensión se deriva de si la Policía será capaz de probar su culpabilidad y cómo. En esta historia, la parte del pasado sucede en 1930 y tiene relación con un misterio que se desarrolla en el mundo del arte, concretamente, a través de unos cuadros de la escuela expresionista de Der blaue Reiter (El jinete azul), obra de Vasili Kandinsky, Aleksej Jawlensky y Marianne von Werefkin, artistas que existieron realmente y algunas de cuyas obras el lector interesado podrá admirar en el Museo Thyssen-Bornemisza, entre otros lugares”, apunta Barceló, en un texto publicado por Zenda.
No es necesario haber leído la primera novela para entender la segunda, explica la autora, pues ha procurado dar la suficiente información para que quien la lea no tenga la mínima posibilidad de sentirse extraviado.
En “Amores que matan”, los investigadores son policías serios, buenos profesionales, íntegros, todo lo contrario a como suelen ser retratadas estas figuras en el esquema actual del género negro, donde se muestran corruptos, venidos a menos, corrompidos por sus propios demonios internos.
Ni Lola Galindo ni Robles sufren de depresiones, no tienen grandes traumas ni son víctimas del alcoholismo; no se obsesionan con los casos que llevan, ni se aíslan de sus familias. Aquí, son retratados desde otras aristas. Barceló consigue describir los ambientes y las acciones haciendo uso del humor, situando a los personajes en torno al amor, el odio y los secretos, explorando hasta al fondo las distintas facetas de la condición humana.
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“Una novela donde no faltan el misterio y la intriga y donde hay ecos del pasado, pero que es sobre todo una reivindicación de la amistad y la vida en comunidad”, reza una reseña de La Vanguardia.
A su autora, Elia Barceló se la considera como una de las escritoras más versátiles de la narrativa española contemporánea y de mayor prestigio en el ámbito del género fantástico y la ciencia ficción. Ha publicado alrededor de treinta novelas, realistas, criminales, históricas, tanto para lectores adultos como para jóvenes, y unos setenta relatos, en España y en el extranjero. Ha sido traducida a veinte idiomas con gran éxito de público y crítica, consolidándose como una de las voces españolas más internacionales de la narrativa actual.
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