Pidieron 13 años de cárcel y la inmediata detención del acusado de haber matado al hijo de Fredy Storani con su lancha

El juicio analizó la responsabilidad de un empresario en la muerte de tres personas, entre ellos el hijo del histórico dirigente radical y la madre del adolescente. El veredicto se dará el 17 de noviembre

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Pablo Torres Lacal, acusado de la muerte de Manuel Storani, hijo del dirigente radical Federico Storani, y su madre María de los Ángeles Bruzzone, además de una tercera persona por un choque de lanchas en el río Luján (Adrián Escandar)
Pablo Torres Lacal, acusado de la muerte de Manuel Storani, hijo del dirigente radical Federico Storani, y su madre María de los Ángeles Bruzzone, además de una tercera persona por un choque de lanchas en el río Luján (Adrián Escandar)

Con los brazos cruzados, el empresario Pablo Torres Lacal escuchó este lunes el alegato de sus acusadores por el delito de triple homicidio simple con dolo eventual por lo que sucedió en la noche del 31 de marzo de 2016 en el Delta de Tigre, donde perdieron la vida Manuel Storani, el hijo de 14 años del dirigente radical Federico Storani; la madre del menor Ángeles Bruzzone y Francisco Gotti -un amigo del acusado-. La fiscalía pidió que se lo condene a 12 años de prisión, mientras que la querella encabezada por el ex diputado nacional solicitó que se le apliquen 13 años de cárcel. Ambos reclamaron la inmediata detención por peligro de fuga. Pablo Torres Lacal (55) no pasó ni un solo día preso en estos siete años y medio.

El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro dará a conocer el veredicto el próximo 17 de noviembre. Así se anunció esta tarde luego de pasar a deliberar y resolver que no harían lugar a un anticipo de su sentencia.

“La conducción homicida de Torres Lacal demuestra que no le interesó la vida de nadie. Manuel Storani podría haber sido cualquiera de nuestros hijos. Ángeles podría haber sido cualquiera de nuestras parejas, y Francisco Gotti cualquiera de nuestros amigos”, dijo el fiscal Diego Callegari en su alegato, a la hora de repasar las pruebas en su contra. “No fue un accidente, fue un delito”, sostuvo el fiscal y resaltó: “Torres Lacal no sufrió el dolor, provocó el dolor”, agregó.

Manuel Storani
Manuel Storani

Para el Ministerio Público y la querella, a cargo de Carlos Acosta, no solo corresponde la condena sino también su inmediata detención por el riesgo de fuga del imputado, sobre todo teniendo en cuenta sus recursos económicos y sus habituales viajes al exterior. Según se consignó durante el debate, Torres Lacal tiene una empresa de importación de objetos exóticos de Asia y suele viajar a ese continente de manera frecuente.

Terminado el turno de los acusadores, los abogados Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro llevaron a cabo el alegato defensivo, donde insistieron con la hipótesis de un accidente. “La conducción de Lucas Sorrentini no llevó a cabo una conducción segura y vulneró normas de seguridad náuticas”, dijeron con respecto al timonel de la embarcación embestida Mad II, donde viajaban seis personas, entre las cuales se encontraban Manuel y Ángeles. Y luego añadieron: “La lancha Mad II iba navegando por mala vía -contramano-”.

Tras escuchar los alegatos, Torres Lacal, timonel en la madrugada del siniestro de su lancha Shark II, volvió a hablar antes del veredicto para cerrar el debate penal: “Me resulta difícil estar acá. Escuché cosas muy difíciles que no encajan con lo que siento que es mi personalidad -dijo llorando-. Le agradezco al tribunal por el espacio. Creo que hicieron un trabajo muy serio. Fue un espacio en el que nos pudimos mirar y cada uno expresar lo que siente que ocurrió. Humanamente, me cuesta un montón escuchar las cosas que dicen que soy yo”.

Con respecto a la futura sentencia y a una posible detención, dijo: “Quedar detenido no es lo que merezco y confío en que va a estar bien lo que decidan. Mi idea de ninguna manera sería fugarme, porque no tengo vida fuera de esta vida. Es muy difícil estar en este lugar”.

A su término, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro, Sebastián Hipólito Urquijo, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino pasaron a deliberar y regresaron a la sala de audiencias a los pocos minutos para informar que la sentencia se conocerá el próximo 17 de noviembre a las 13 horas.

En diálogo con Infobae, Federico Storani comentó que la decisión de postergar el veredicto no lo sorprendió “para nada”. “Espero que los jueces estudien bien lo que pasó durante toda esta semana en el debate. Y espero también que en noviembre haya justicia. Tengo una expectativa esperanzada. Ninguno de nosotros -junto al fiscal Callegari- tiene la menor duda de que existió dolo eventual”.

Por otro lado, al evaluar las palabras finales del acusado en el debate expresó: “No hubo ni una sola alusión a las víctimas. Ninguna. Cero. Ya la hermana había dicho que para ellos, que son cuatro hermanos, no era un tema trascendente. Creo que Torres Lacal no tiene la real dimensión de la tragedia que ha provocado. Durante su discurso lo observé fijo para ver si él en algún momento levantaba la vista y me miraba, pero nunca me miró”.

Manuel Storani falleció por la embestida de una lancha que conducía Torres Lacal. Golpeó con su proa la banda derecha de la embarcación en la que el menor venía junto a su madre y cuatro personas más. Volvían de festejar un cumpleaños en un restaurante en el polo gastronómico del arroyo Pajarito.

“El misil que venía de frente nos partió al medio”, dijo durante el juicio oral el timonel Sorrentini, pareja de la mamá de Manu. “Nos pasó por arriba y nos partió al medio”, resaltó.

 Federico Storani (Foto: Adrián Escándar)
Federico Storani (Foto: Adrián Escándar)

El golpe, en pleno canal Vinculación del Delta de Tigre, fue certero y letal. Todos los tripulantes de la Mad II, destrozada, cayeron al agua, donde comenzaron los chapoteos y los gritos en la oscuridad del canal: “¿dónde está Manuel? ¿Dónde está Manu?”. Su cuerpo estuvo desaparecido por tres días. Tres largos días que Fredy Storani afrontó con tesón desde la madrugada del 31 de marzo. Durante ese intersticio estuvo codo con codo en la búsqueda, subido a los guardacostas de la Prefectura Naval. También hubo lanchas de particulares que quisieron sumarse a colaborar junto al rastrillaje de los helicópteros.

La instrucción de la causa cerró en 2018. Desde entonces, entre recursos ordinarios y extraordinarios se fue demorando el inicio del debate oral, que finalmente comenzó el lunes pasado. Una semana después, los jueces fijaron un plazo de poco más de un mes para hacer, en los términos de Ortolani, presidente del tribunal, un “análisis integral” de la prueba y dictar así “una sentencia justa”.

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