
“Uy. No pareces ciega” “Ay, pobrecita, con lo guapa que es”, “Es que sois unos valientes”, “es que veis de otra manera, tenéis algo especial”. Todas estas frases que llegan a oídos de Alba García Falagán, una atleta madrileña de 23 años, medalla de bronce en salto en longitud -clase T11 de discapacitados visuales- de los Juegos Paralímpicos de París 2024, se sorprende cuando escucha esos comentarios sin sentido en la calle dirigidos hacia su persona. Tanto que les dedicó un posteo en sus redes sociales, donde desde hace unas semanas, comenzó a compartir contenidos sobre su vida cotidiana con una discapacidad visual y el deporte adaptado.
Aunque lo sea, Alba no se siente una heroína, ni le interesa ser tratada como tal. A sus 23 años recién cumplidos es una atleta destacada que corre en pruebas de velocidad y también “vuela”. La medalla la obtuvo por su primer salto de 4,76 metros (había llegado a París con una marca personal de 4,82 m). Por si fuera poco, la joven es estudiante de Fisioterapia en la Universidad de Alcalá de Henares, goza de una vida plena, da charlas para sensibilizar a los chicos sobre discapacidades. También viaja, posa en fotos en campos de lavandas, hace publicidad, desfila en pasarelas y se viste con un gusto exquisito. Hace 3 meses desfiló en la pasarela madrileña MadridJoya, de Momad, Salón Internacional de la Moda, Calzado y accesorios. Lució un vestido negro volumétrico, extravagante y una tiara dorada resplandeciente en su cabeza.
Sus cuentas de Instagram (@albagarciafalagan) y de su TikTok (@albagfalagan) son solo una muestra de que para la madrileña la imposibilidad de ver no es un límite, sino un desafío constante, una condición con la que convive naturalmente y sobre la que busca generar conciencia.

El motivo de su ceguera
La atleta nació con una ceguera total provocada por una enfermedad genética llamada amaurosis congénita de Leber. Al portar sus dos padres un gen que puede provocar esta enfermedad, Alba la desarrolló. Por esa razón, después de ella, sus padres decidieron no tener más hijos por temor a que volviera a repetirse.
A su madre le dedica un posteo simpático, que resulta increíble. Cuenta que en su casa está tan normalizada su ceguera que un día su madre se olvidó de que no veía. Fue en su adolescencia, cuando comenzaba a maquillarse. Estaba en un baño de la casa y entra su progenitora le dice: “Cariño, ve a maquillarte al otro baño que tienes mejor luz. Y ella le respondió: Mamá, si da igual. “Hija, que eres una cabezota. Te estoy diciendo que vayas al otro baño que tienes mejor luz y te vas a maquillar mejor”. “Mamá, que soy ciega”, le respondió.
García Falagán utiliza sus plataformas para mostrar cómo se desenvuelve en tareas cotidianas. Desde cómo usa el bastón en las calles de Madrid o cómo sube escaleras mecánicas, hasta cómo reconoce su ropa o maneja los electrodomésticos de su cocina.
¿Cómo me visto siendo ciega? Alba abre su hermoso guardarropas y lo primero que destaca es el orden como aliado para encontrar todo. Cada una de sus prendas, que no son pocas, las distingue por su textura. El pespunte de los bolsillos y las abotonaduras de sus pantalones, le ayudan a diferenciarlos. Cuando duda sobre el color de una prenda, usa una aplicación de su celular que le permite identificarla.
Uno de las publicaciones mas atractivas es la que muestra cómo escribe en su máquina Perkins, de código braille. “Parece una máquina de escribir antigua pero esta tiene solo nueve teclas, seis para los puntos braille, otros tres para el espacio, el salto de línea y el retroceso. Según voy escribiendo, la máquina va perforando el papel para crear los puntos braille. Tiene una campanita para avisarnos que hemos llegado al final de la hoja y cómo veis la máquina hace un ruido infernal.
García Falagán entrena duro hace muchos años y los resultados están a la vista. Además de la conquista del bronce en París, es subcampeona de Europa de 100 metros, un título que conquistó en el Campeonato Europeo de atletismo de 2021 en Polonia, dónde también obtuvo la medalla de bronce en 200 metros. Meses después, en su debut en Juegos Paralímpicos, Tokio 2020, recibió un diploma por su séptima posición en 200 metros. En el Mundial de París 2023, llegó sexta en 200 metros y séptima en 100.
“¿Sabes cómo practican salto de longitud las personas ciegas?”. La española lo explica en un posteo paso a paso. Indica que el silencio del público es esencial para la buena orientación del atleta y que con la ayuda del guía el saltador señala hacia donde tiene que realizar la carrera. Mediante el uso de las palmas y la voz del llamador el deportista corre recto hasta la zona donde debe dar el salto. Y luego con su voz indica cuándo es el momento de hacerlo.
García Falagán también visibiliza el rol de los guías, que actúan como sus ojos durante las carreras. “Son los grandes olvidados del deporte adaptado. Gracias por cuidarnos y hacer posibles nuestros sueños deportivos”, escribió en una de sus publicaciones con mucha gratitud.

El objetivo que se planteó en redes es netamente educativo. Y cuesta creer que tan poco se sabe de cuestiones tan cotidianas de una persona no vidente. Por eso Alba también frecuenta escuelas, educa y sensibiliza a los chicos en estos temas. Recientemente dio una charla sobre la ceguera junto con la asociación Lo que nos mueve, creada para transmitir valores mediante historias de superación de personas extraordinarias. Y ella es una, sin lugar a dudas.
En un video Alba explica que no ve negro, como suelen imaginar muchas personas. Describe cómo es lo que no ve y lo compara con lo que se esconde a nuestras espaldas. No recibe información. Así es para ella de frente. También nos adentra en sus sueños, sensaciones, voces conocidas, desconocidas. Y mucho más sobre su mundo cotidiano asombroso.
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