Día del Escudo Nacional: detalles y mitos detrás del diseño y su significado

Se ignora la fecha exacta de su creación; es más, aún se discute quién o quiénes fueron los autores. Pero de algo se estaba en claro. Debían reemplazarse el viejo escudo de armas real que, desde la época virreinal, encabezaban los documentos de gobierno.

Sin lugar a dudas, Manuel Belgrano fue el precursor en el desarrollo de la simbología patria en la necesidad de que nos identifiquemos como nación en esos turbulentos inicios posteriores a 1810, donde se seguía gobernando a nombre del rey Fernando VII.

Primero fue la escarapela, para que nuestros soldados, que se vestían como podían y con lo que tenían a mano, pudieran identificarse en los campos de batalla. El abogado devenido general se animó a más y creó la bandera, que en un primer momento causó escozor en el Triunvirato ("Haga pasar como un rasgo de entusiasmo el suceso de la bandera blanca y celeste enarbolada, ocultándola disimuladamente", le escribió entonces Rivadavia a Belgrano) pero que finalmente sería enarbolada en la victoria de nuestras armas en Salta. Y en sus tropas se llevaba un gallardete (una suerte de bandera triangular), con el escudo en el medio.

¿Trajo Belgrano de sus años de formación en Europa el diseño del Escudo? ¿Es cierto su similitud con uno diseñados por los jacobinos a finales del siglo XVIII? ¿Tuvo que ver también Bernardo de Monteagudo en su confección?

La Asamblea General Constituyente, que sesionó entre los meses de enero de 1813 y 1815 y que fuera convocada por el Segundo Triunvirato para que los diputados se pronunciasen por la independencia y elaborasen una Constitución, fue la responsable de rubricar el decreto –que lleva las firmas de Hipólito Vieytes y Tomás A. Valle– que dejaba establecido el escudo nacional. Fue el 12 de marzo de 1813. Llevaría la leyenda de Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

La confección estuvo a cargo del diputado por San Luis Agustín Donado, quien le pasó la directiva al renombrado orfebre peruano Juan de Dios Rivera, responsable del primer grabado. Rivera, de raíces incas y de conquistadores que por entonces vivía en la ciudad de Buenos Aires, puso manos a la obra y le imprimió su sello, al incluir el sol incaico.

A lo largo de los años, diversos gobiernos le realizaron pequeñas modificaciones, en las que se observa el sol con distintas formas o el gorro frigio en varias posiciones. Hasta que en 1944 a través del Decreto 10.302 –que establecía que el Escudo, la Bandera, el Himno y su letra son los símbolos de la soberanía de la Nación- se determinó que "el Escudo nacional será reproducción del sello usado por la Soberana Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata".

Si bien fue oficializado en marzo, se usó por primera vez, según el Archivo General de la Nación, el 22 de febrero para lacrar dos cartas de ciudadanía a favor de Antonio Olavarría y Francisco de Paula Saubidet.

Su significado

Según el sitio web de Símbolos Nacionales del Gobierno Nacional, es Escudo posee un campo superior azur y uno inferior blanco, con dos antebrazos humanos estrechados que representan la unión de los pueblos de las Provincias; el gorro de gules o frigio es el símbolo de la libertad que sostenido por la pica o lanza corta, identifica a la defensa. Por su parte, el sol naciente anuncia una nueva Nación, rodeado de los laureles del triunfo. La cinta con los colores patrios hace alusión a la nacionalidad argentina.

El gorro de gules es un antiguo símbolo de libertad usado tanto en movimientos independentistas de Francia como en Estados Unidos y la pica o lanza corta evidencia el propósito de sostenerla, de ser necesario, con las armas.

El sol incaico en su posición de naciente anuncia al mundo la aparición de una nueva Nación. Los laureles son símbolo heráldico de victoria y triunfo, y evidencian las glorias ya adquiridas en los campos de batalla.

En cuanto a la cinta en forma de moño con los colores azul, plata (blanco) y azur, similares a los de los dos cuarteles de la elipse, es alusiva a la nacionalidad argentina.

Tal vez de los tres símbolos nacionales, es el que menos prensa tiene, pero el que más refleja los valores que nos identifica como Nación.

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