Esmeralda Mitre confiesa: "Piensan que tengo todo, pero mi único capital es mi libertad"

Recientemente divorciada de Darío Lopérfido, la actriz –descendiente del presidente Bartolomé Mitre e hija de su homónimo dueño del diario La Nación– asegura que no heredó (“yo trabajo para subsistir”). Además confiesa que le "salvó la vida a su ex, y él a ella".

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Esmeralda Mitre íntima (Foto Christian Beliera/GENTE)
Esmeralda Mitre íntima (Foto Christian Beliera/GENTE)

"Ser actriz es un hecho suicida", me dice en la mitad de la charla Esmeralda Mitre (36) en una sala de reuniones del Teatro San Martín, donde compartimos un alfajor de chocolate partido al medio y tomamos café tibio, después de correr el horario millones de veces. Lo anoto en el margen de una libreta, por fuera del renglón; ella observa y sonríe. ¿Es que la vida imita al arte, o es al revés?

El lunes 16 de julio se divorció del "amor de mi vida", el ex director del Teatro Colón y tres veces ministro de Cultura Darío Lopérfido (54), con quien ella asegura que tuvo una "relación de gemelos, no de hermanos" durante once años.

En La reunificación de las dos Coreas, la obra que se hace carne en ella varios pisos más abajo –su segundo texto en ese recinto, dirigida por Helena Tritek–, vuelve a usar el vestido de novia con el que llegó al altar del brazo de su padre, Bartolomé Mitre, director del diario La Nación. Pieza de encaje de Dior que le diseñó su "amigo y duende joven" Manuel Lamarca, quien falleció de un cáncer fulminante el sábado 21.

"Lloré abrazada a él, tirados en la cama", dice ahora, dos días después, por teléfono, quebrada, y asiente, con su flamante estado civil: "No creo en las causalidades. Consciente e inconscientemente, uno se entrega al arte con lo que hace; es poder enfrentarse a la realidad", afirma.

Una charla sin edición: la herencia de los Mitre, las "envidias" en el seno de su familia, el amor que sangra, su posición acerca del aborto, el sexo con su ex y un divorcio transformador. "Piensan que tengo todo, pero mi único capital es mi libertad", aclara antes de comenzar.

Esmeralda Mitre con su vestido de casamiento con Darío (Foto: Chris Beliera/GENTE)
Esmeralda Mitre con su vestido de casamiento con Darío (Foto: Chris Beliera/GENTE)

–Ahora que te divorciaste, ¿resignificaste tu vestido de casamiento en la obra?

–Sí, ahora lo uso en el teatro, donde hago de una novia que es abandonada por el marido. Es tremendo que yo me animé a usar ese vestido. Hay que tener coraje para volver a ponérselo y ver qué se siente.

–¿Y qué sentiste?

–Dentro de ese vestido siempre siento algo muy fuerte, porque el día que me casé fue el más feliz de mi vida (6 de diciembre de 2014). Suena a cliché, pero no soy nada romántica. Y el hecho de que me haya casado no fue por un mandato, sino que fue una celebración de que algo había funcionado, porque hacía siete años que vivíamos juntos. Darío me salvó la vida y yo se la salvé a él.

Darío me salvó la vida y yo se la salvé a él

–¿Cómo que te salvó la vida…?

–En el sentido de que todo lo que yo era o estaba intentando ser, mi libertad, mi arte, la liberación de los mandatos, lo provocó Darío. Me hizo creer que la familia no era un mandato, ni el amor lo es, porque es una construcción.

–¿Antes cómo lo vivías?

–Y… como muy rebelde, pero no por oveja negra. Siempre fui una persona que ve, que tiene como un cuarto ojo y le revela las verdades a la familia.

Por Karina Noriega

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