Obtener una visa B1/B2, utilizada principalmente para fines de turismo y negocios, es un proceso complejo para muchos ciudadanos sudamericanos, de acuerdo con las estadísticas publicadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos. Estas visas, que permiten el ingreso temporal al territorio estadounidense, son otorgadas bajo estrictos criterios que incluyen la necesidad de demostrar lazos sólidos con el país de origen, como empleo estable, propiedades o vínculos familiares.
En Sudamérica, las tasas de rechazo de estas visas varían considerablemente entre los países. Mientras que naciones como Guyana, Venezuela y Ecuador reportan índices altos de rechazo, otras como Uruguay y Argentina presentan niveles bajos, según los datos oficiales correspondientes al año fiscal 2023. Estas diferencias reflejan las disparidades económicas, sociales y políticas que afectan la percepción de riesgo migratorio por parte de las autoridades consulares estadounidenses.
El proceso de evaluación de las solicitudes de visa B1/B2 se lleva a cabo conforme a la sección 214(b) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que exige a los solicitantes demostrar que su intención principal es regresar a su país de origen tras su visita a Estados Unidos. Según el Departamento de Estado, uno de los principales motivos de rechazo es la incapacidad de los solicitantes para cumplir con este requisito, lo que genera un escrutinio adicional en las entrevistas consulares.
Lista completa de tasas de rechazo de visas B1/B2 en Sudamérica
A continuación, se detalla la lista de tasas de rechazo ajustadas para visas B1/B2 por país, correspondientes al año fiscal 2023, según estadísticas del Departamento de Estado de Estados Unidos:
- Guyana: 39.22%
- Venezuela: 34.88%
- Ecuador: 26.67%
- Perú: 24.23%
- Bolivia: 22.15%
- Colombia: 20.59%
- Chile: 16.12%
- Paraguay: 16.00%
- Surinam: 14.44%
- Brasil: 11.94%
- Argentina: 8.21%
- Uruguay: 3.21%
Guyana y Venezuela: los países con mayores tasas de rechazo
Guyana encabeza la lista con una tasa de rechazo del 39.22%. Aunque este país cuenta con una población relativamente pequeña, factores como la percepción de riesgo migratorio y la limitada capacidad de los solicitantes para demostrar vínculos sólidos con su lugar de origen influyen significativamente en los resultados de las solicitudes de visas, de acuerdo con las políticas del Departamento de Estado.
Venezuela, con un 34.88%, es el segundo país con mayor índice de rechazo en la región. La crisis económica y política prolongada que afecta a esta nación ha generado un contexto desfavorable para los solicitantes de visas. Según las directrices de la sección 214(b), los solicitantes deben demostrar arraigo suficiente, como un empleo formal o propiedades, lo cual es un desafío para muchos venezolanos. Además, las tensiones diplomáticas entre Caracas y Washington, exacerbadas por las sanciones económicas, han incrementado el escrutinio en las entrevistas consulares.
Ecuador y Perú enfrentan desafíos similares
Con un índice de rechazo del 26.67%, Ecuador ocupa el tercer lugar en Sudamérica. Factores como la inseguridad, la emigración en aumento y las condiciones económicas adversas han dificultado que muchos ciudadanos puedan demostrar su intención de regresar tras su visita a Estados Unidos.
Perú, con una tasa de rechazo del 24.23%, también enfrenta retos significativos. La situación política y social inestable en los últimos años podría ser un factor que influya en las decisiones consulares, al igual que el aumento en las solicitudes de visas de ciudadanos peruanos.
Países con menores tasas de rechazo: Uruguay y Argentina
En contraste, Uruguay registra la tasa más baja de rechazo en la región, con apenas un 3.21%. La estabilidad económica y social del país, junto con una menor percepción de riesgo migratorio, contribuyen a este resultado.
Argentina, con un índice de rechazo del 8.21%, y Brasil, con un 11.94%, también se encuentran entre las naciones sudamericanas con menores tasas de rechazo. Ambos países mantienen relaciones diplomáticas estables con Estados Unidos, lo que podría influir en un trato consular más favorable para sus ciudadanos.
Criterios consulares y desafíos para los solicitantes
El Departamento de Estado de Estados Unidos detalla en su portal oficial que las solicitudes de visas B1/B2 son evaluadas individualmente, basándose en criterios que incluyen pruebas de arraigo económico y social en el país de origen, así como la capacidad del solicitante para financiar su viaje sin recurrir al empleo en territorio estadounidense.
El principal motivo de rechazo bajo la sección 214(b) es la falta de evidencia suficiente de vínculos con el país de origen. Esto afecta especialmente a solicitantes provenientes de países con inestabilidad económica o alta emigración, como Venezuela, Ecuador y Guyana.
Implicaciones regionales y políticas futuras
Las estadísticas anuales del Departamento de Estado reflejan las diferencias en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y los países sudamericanos, así como las condiciones internas que afectan los índices de aprobación. Estas cifras no solo influyen en las políticas consulares, sino también en las percepciones sobre la viabilidad de viajar a Estados Unidos para ciudadanos de la región.
El Departamento de Estado actualiza periódicamente sus directrices y cifras, brindando a los solicitantes información clave sobre los procesos de solicitud de visas. Las tasas de rechazo pueden cambiar con el tiempo, dependiendo de factores como las relaciones diplomáticas y los contextos políticos y económicos de los países involucrados.