El director Kevin Smith cuenta cómo fue trabajar con Bruce Willis: “Fue desgarrador, me miraba como si hubiera insultado a su madre”

Después de trabajar juntos en ‘Vaya par de polis’, el cineasta acusó a la estrella de Hollywood de mantener una actitud pésima durante el rodaje

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Bruce Willis y Kevin Smith
Bruce Willis y Kevin Smith

En los últimos años, los fans del cine de acción han echado de menos ver aparecer el rostro de Bruce Willis en la gran pantalla. El actor, protagonista de títulos inolvidables como Jungla de cristal, Pulp Fiction o El sexto sentido, dejó los rodajes cuando en 2022 su familia comunicó que padecía afasia, una enfermedad que limita la capacidad del habla.

En 2023, sin embargo, supimos que, en realidad, la afasia era síntoma de otro mal todavía más grave, una demencia frontotemporal degenerativa que ha hecho imposible volver a ver a Bruce Willis frente a las cámaras. Para el recuerdo de los espectadores quedarán, no obstante, algunas de las películas más famosas de las últimas décadas, mientras que quienes pudieron trabajar con él también albergarán recuerdos de cómo fue compartir rodaje con una de las mayores estrellas de Hollywood.

Los rodajes, eso sí, pueden ser el escenario de las mejores y las peores conductas. Es sabido que, al tratarse de trabajos que implican a mucha gente, con fechas límite y un presupuesto ajustadísimo, la tensión, los nervios y el caos suelen aflorar en algunos momentos críticos. La actitud para afrontar estos desafíos se convierte en un elemento indispensable, y una persona que trabajó con Bruce Willis tanto como compañero de reparto como desde la dirección, asegura que pese a tratarse de una leyenda, este no era siempre el socio ‘ideal’ para seguir adelante en los momentos difíciles.

Bruce Willis y Kevin Smith
Bruce Willis y Kevin Smith en 'La Jungla 4.0', junto a Justing Long (en el centro). (20th Century Fox)

“Trabajar con Bruce Willis fue desgarrador”

El compañero en cuestión no es otro que Kevin Smith. El director de Clerks, una de las películas indie más recordadas de los 90, creció con Bruce Willis erigido como uno de sus principales ídolos. Trabajar con él había sido un sueño que pudo cumplir en 2007, cuando ambos actuaron en La jungla 4.0, la cuarta entrega de la saga que, precisamente, había convertido al actor de Armageddon en una de las mayores estrellas del séptimo arte.

Tres años más tarde llegaría otro proyecto, esta vez con Smith como director en Vaya par de polis, que parecía destinado al éxito. Una comedia de acción policial con Willis al frente de un rodaje que también implicaba a Tracy Morgan como protagonista. Fue, sin embargo, con la producción de esta película que el sueño se convirtió en pesadilla.

“Trabajar con Bruce Willis fue desgarrador”, aseguraba más tarde el director ante la prensa. “Fue una pesadilla. No quería estar allí, y eso lo notamos todos. Nunca he sentido que alguien despreciara tanto el proyecto en el que estaba trabajando”. La estrella, según afirma Smith, llegaba al rodaje y “no quería hablar”, algo que apenas hacía. “Cada vez que le pedía una toma más, me miraba como si hubiera insultado a su madre”.

Tracy Morgan y Bruce Willis
Tracy Morgan y Bruce Willis en 'Vaya par de polis'. (Warner Bros)

Un ídolo caído

“Trabajar con Bruce Willis fue peor que mi época en Domino’s Pizza, aseguraba Smith echando mano a una experiencia personal. “Allí me pagaban en efectivo y tenía que repartir bajo la lluvia”. En ese empleo, el cineasta ya sabía que le iban a gritar, “pero con Bruce era diferente: era una tortura pasivo-agresiva”. Excepto en contadas ocasiones en las que el actor si habría sido explícitamente violento, como una vez en que llamó “gordo” a Smith. “Me dijo algo como: ‘¿Vas a moverte tú hasta allí o necesitas un carrito?‘. Y no lo dijo en broma. Fue frío. Cruel, incluso".

Bruce Willis olvidó el nombre de una película que protagonizó en plena entrevista

Lo peor de la experiencia fue, sin embargo, que hasta ese momento Smith había idolatrado a Bruce Willis. “Eso te deja marcado”, contaba, “especialmente viniendo de alguien a quien admirabas”. Así, la película le costó al director un duro golpe a su estado de ánimo. “No solo por lo difícil que fue dirigirla, sino porque perdí a un héroe. Me di cuenta de que la persona que había idolatrado toda mi vida no era quien yo creía”.